miércoles, 13 de diciembre de 2017

MAS ALLA DE LA EMERGENCIA, EL PRODUCTO  FINAL FUE MUY DIGNO

Teatro Colón, temporada 2017, Opera: “Andrea Chenier”,  en cuatro actos con Música de Umberto Giordano y Liberto de Luigi Illica. Interpretes: José Cura (Andrea Chenier), María Pía Piscitelli (Maddalena di Coigny), Fabián Veloz (Carlo Gerard), Guadalupe Barrientos (Bersi), Sergio Spina (Incredibile), Emiliano Bulacios (Roucher), Alejandra Malvino (Madelon), Gustavo Gibert (Mathieu), Victor Castells (Fuquier-Tinville/Mayordomo), Cecilia Aguirre Paz (Contessa di Coigny), Norberto Marcos (Fleville), Iván Maier (Abate), Alejandro Meerapfel (Dumas), Alejandro Spies (Schmidt, Carcelero). Orquesta y Coro Estables del Teatro Colón. Escenografía: Emilio Basaldúa, Vestuario: Eduardo Caldirola, Iluminación: Rubén Conde, Coreografía: Carlos Trunsky. Dirección del Coro: Miguel Martínez. Dirección Musical: Chrstian Badea. Puesta en Escena: Matías Cambiasso. Función del Domingo 10 de Diciembre de 2017.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.


    Y llegamos al final de la accidentada temporada operística 2017. Acaso la mas irregular desde la reapertura de la sala en el 2010. Cantantes que parten de Buenos Aires sin emitir una sola nota en el escenario, cambios de elenco, de Directores de Orquesta, de puestas en escena y sus directores, de postergación de un título incluido en el abono, de inexplicable falta de energía en una función en la que quedó expuesto que los equipos de emergencia no funcionan como se debe.  Como se verá, difícil de explicar y difícil de asimilar por parte del soberano que se vio  obligado a aceptar sin remedio todas estas situaciones y del que al menos se evitó que se exprese de manera estruendosa al presentársele los hechos consumados. Esperemos que la recién anunciada temporada 2018 no vuelva a presentar todas estas irregularidades.

  La conformación de este “Andrea Chenier” nos mostró a un muy inteligente José Cura, estupendo actor y administrando sus recursos vocales con total sabiduría hasta llegar a un  rotundo cuarto acto, en un dúo estupendo con María Pía Piscitelli, a la que fue muy grato escucharla después de mucho tiempo en el Colón. Estupenda presencia actoral y vocal con una conmovedora “La Mamma Morta”. Fabián Veloz en una imponente caracterización de Carlo Gerard con voz poderosa y firme marcando uno de los puntos mas altos de la noche en un “Nemico della Patria” de imponente factura. Excelente actuación le cupo a Guadalupe Barrientos como la mulata Bersi. Voz potente y magnífica actuación. Sergio Spina fue un fantástico “Incredibile”, con sobresaliente actuación, muy buena expresividad y estupenda voz. Conmovedora fue la Madelon de Alejandra Malvino, redondeando una labor emocionante. Victor Castells fue un mayordomo en el primer acto, pero también un estupendo Fuquier-Tinville al que le pudo imprimir toda la veta siniestra del rol. Emiliano Bulacios compuso de manera admirable a Roucher, amigo del protagonista, con muy buenos recursos vocales y actorales. Y tanto Cecilia Aguirre Paz ( a la que fue muy bueno volverla a escuchar en roles) como la “Contessa”, Norberto Marcos (“Fleville”), Iván Maier (El Abate), Gustavo Gibert (Mathieu), y Alejandro Meerapfel (Dumas) tuvieron en sus breves roles muy buena actuación vocal y actoral. El coro, preparado una vez mas por Miguel Martínez lució magníficamente ajustado y responsable de toda esta amalgama musical fue el experimentado Director de Orquesta Rumano Christian Badea, el que con innegable oficio y sabiduría mantuvo un ida y vuelta permanente con el palco escénico atento a todos los detalles en el foso y en el escenario.

  Se podrán objetar algunos detalles que no estarán de acuerdo con la “rigurosidad histórica”  de la obra, pero hacerse cargo de esta responsabilidad a tan poco tiempo y sacar un resultado muy aceptable, ha sido mérito de Matías Cambiasso, quien contando con la colaboración de gente consustanciada con la Casa, han dado un marco escénico de “Epoca”  muy digno. Son Ellos: Emilio Basaldúa (Ex Director General del Teatro) en una muy práctica escenografía, Eduardo Caldirola con un muy buen vestuario. Rubén Conde, con una iluminación formidable y Carlos Trunsky con sobrias coreografías absolutamente acordes con la escena

  Hecho “Alla Argentina”  desde adentro de la misma casa y con dignidad. Llegaron a la otra orilla en muy buena forma. Y no es poco.


Donato Decina

lunes, 11 de diciembre de 2017

BUENA MUSICA, BUEN REEMPLAZO Y DIGNO CIERRE, (AUNQUE HABRÁN PRESENCIAS QUE PRONTO SE EXTRAÑARAN)

Teatro Colón: Decimoséptimo y último concierto del Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solista: Freddy Kempf (Piano). Programa: Obras de Prokofieff y Dvorak. Jueves 06 de Diciembre de 2017.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Dentro de la maratón de cierres de los distintos ciclos musicales que se ofrecen en Buenos Aires, le llegó a la Filarmónica el día del último concierto de abono del corriente año.  El programa desarrollado giró en torno al segundo concierto para Piano y Orquesta de Serguei Prokofieff, obra que desde hace bastante tiempo faltaba en la programación de las orquestas de aquí y el cierre trajo una nueva versión del Titular de la Sinfonía Nº 9 “Del Nuevo Mundo” de Antonin Dvorak (casi con seguridad me atrevo en afirmar que son mas de tres las anteriores).

  Alrededor de quince días atrás se tuvo conocimiento de que el Pianista Boris Berezovsky (quién estaba programado originalmente como solista de esta obra) había notificado su renuncia a esta presentación por problemas personales. Su reemplazante fue el joven interprete Inglés Freddy Kempf, quien además de presentar un frondoso currículum en cuanto a presentaciones en centros de primer nivel, ha grabado la obra para el sello BIS Records junto a la Filarmónica de Bergen dirigida por Andrew Litton. Obra muy difícil, de momentos de una escritura endiablada con pasajes de  enormes dificultades técnicas y fuertes contrapuntos entre solista y orquesta. Durante el comienzo del primer movimiento se percibió que Kempf domina la obra a la perfección. Empero, tal vez por lo apremiante de la convocatoria, se notó algún pequeño desacople inicial  mas pasajes cercanos al “aporreo” del instrumento. Con el correr de la interpretación estos pequeños inconvenientes se fueron corrigiendo y encontramos entonces a un formidable solista de amplio sonido, excelente técnica y endiablada digitación, que encontró como aliados incondicionales a Diemecke y al conjunto.   La tensión fue creciendo en la sala a medida que avanzaba la obra y la concurrencia se vio literalmente “sacudida” en el abrupto y tensionante final de la página, estallando el público de manera previsible y, aunque no se lo vio a Kempf decidido a conceder un Bis (y la verdad es que no lo necesitaba después de semejante despliegue), a solicitud de Diemecke (y como para bajar la adrenalina), acometió con un Vals de Chopin en edición no original, pero en el que volvió a dar muestras de su calidad interpretativa.

  En cuanto a la “Nuevo Mundo”, llamó mucho la atención algunas imprecisiones en bronces y vientos en pasajes de “destaque”. Una vez mas los “tempi” fueron ágiles, aunque en el “adagio” central, se optó por un necesario (y mas adecuado) pasaje  lento.

  Con los aplausos finales, Diemecke sorprendió al auditorio para señalar que este cierre marcaba también la despedida para dos “históricas” y muy queridas integrantes de la Filarmónica: la Concertino Haydee Seibert (Visiblemente Emocionada) y la Solista de Viola Marcela Magin (ambas con mas de cuarenta años de trayectoria en la Filarmónica). Para Ellas y desde este espacio, un infinito GRACIAS por tantos años de aportes de excelencia.  No duden que se las extrañará.


Donato Decina

jueves, 7 de diciembre de 2017

BROCHE DE ORO MANTENIENDO LA CALIDAD CON REGULARIDAD

“Nuova Harmonia”: Función de clausura de la Temporada 2017. Actuación de “Aterballetto” (conjunto de la Fondazione Nazionale per la Danza), Dirección Artística desde Setiembre de 2017: Pompea Santoro. Programa: Trabajos de Giuseppe Spota (2015), Philippe Kratz (2015) e Johann Inger (2016). Bailarines Intervinientes: Noemí Arcangeli, Saúl Daniele Ardillo, Damiano Artale, Hektor Budlla, Alessandro Calvani, Martina Forioso, Arianna Kob, Philippe Kratz, Ina Lesnakowski, Valerio Longo, Grace Lylell, Ivana Mastroviti, Giulio Pighini, Roberto Tedesco, Lucia Vergnano, Serena Vinzio. Teatro Coliseo, 02 de Diciembre de 2017.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  “Nuova Harmonia” le puso el moño a una temporada en la que la calidad se mantuvo con regularidad a lo largo de la misma. Mas allá de una pequeña irregularidad en una de las últimas funciones, ello de ninguna manera desmerece lo hecho durante toda la presente temporada. Y le cupo al “Aterballetto”, el célebre conjunto de la Fondazione Nazionale per la Danza de Italia (que después de muchos años regresó a Buenos Aires), el  honor de hacerlo con una función en la que se presentaron trabajos de los años 2015 y 2016 en versiones de absoluta excelencia que dejó plenamente satisfecho al público que asistió al Coliseo. También recibimos en el programa de mano la noticia de que en Setiembre de 2017 ha cambiado su staff directivo, recayendo ahora en Pompea Santoro la responsabilidad de la Dirección Artística.

  Tres trabajos fueron sometidos a consideración del público asistente. El primero de ellos fue “Lego” de Giuseppe Spota, coreógrafo que de modo permanente brinda creaciones a la Compañía, autor además de la escenografía y el Vestuario. Con fragmentos musicales de Ezio Bosso, el sexteto “A Filetta” de Córcega, Jóhann Jóhannsson, Ólafur Arnalds y Nils Frahm. Tiene Iluminación: de Carlo Cerri y  Diseño de Video y Sonido del OOOPStudio.  El título refiere al significado de la palabra en la lengua Italiana, esto es: “UNO”. Una persona y sus lazos, la amistad, la familia, el amor y la vida misma. Ello se expresa en primer lugar con un espectacular marco audiovisual con efectos casi tridimensionales de fondo oscuro y elementos geométricos desde donde emerge el protagonista y todas sus relaciones y afectos. La música elegida, mayoritariamente electrónica, salvo el pasaje cantado “a cappella”, y de corte fundamentalmente minimalista, ayuda muchísimo a comprender la idea que Spota cuenta y desarrolla. Aparecen la pareja, el amor, la amistad, plasmados con todo un juego de enlaces, plasticidad y gran expresividad por parte de todos los bailarines. Luego de un gran desarrollo, los personajes van abandonando paulatinamente la escena hasta quedar el protagonista nuevamente solo, retirándose de la misma manera en la que ingresó, perdiéndose con la oscuridad del fondo de pantalla  Un trabajo de corte exquisito, en donde todos interactúan con  la tecnología y en donde la precisión y  la técnica conviven con la expresión.

El segundo trabajo provino de las entrañas mismas de la Compañía y se trató de “*hybrid” de Phlippe Kratz, integrante del conjunto, autor también en este caso del vestuario, la que cuenta con música del Británico Romare. Una fusión de lo electrónico con ritmos “Afro” , da el pié para que una pareja de baile desarrolle en escena diferentes tipos de danza, desde la clásica hasta la “tecno” pasando por la “Street Dance” y de ahí el carácter “Híbrido” que da el nombre a este trabajo y en donde con un interesante fondo lumínico , los protagonistas se deben prodigar ampliamente en escena y en este caso lo lograron con creces.

  Luego del consabido intervalo en donde el comentario mayoritario fue la excelencia del “Aterballetto”, sobrevino lo que sería de algún modo la “Cereza del Postre”, también procedente del interior del Conjunto, “Bliss” de Johann Inger, bailarín del mismo, autor también de la escenografía, co-autor del vestuario en este caso junta a Francesca Messori y que cuenta con iluminación de Peter Lundin La música está tomada de un recital que Keith Jarrett brindara en Colonia (Alemania) en 1974, en plenitud de medios (y de carácter, algo que de ningún modo aconteció en su escandalosa última presentación en Buenos Aires en el escenario del Colón, allá por el 2012) . Ese recital, pleno de jazz y sus improvisaciones es el vehículo para la exaltación de la felicidad, la repentinización, el deseo y la expresividad. Un juego de enlaces llevado a cabo en primer lugar por un hombre solo para que tres parejas vayan desarrollando sus evoluciones. Amigos que buscan amigas, no falta quien queda solo y lanza “un grito” casi como solicitando su lugar en ese juego, todo ello da lugar a un ”Collage” muy luminoso que contagia en sus ganas y que expresa la felicidad de vivir y que al igual que en la primera coreografía, el hombre  solo del comienzo sea quien cierre la obra, dejándonos una imagen de vivacidad absoluta.

  Este cuerpo de baile está compuesto no solo por Bailarines de la Península (Quienes de cualquier forma son mayoría), los hay también Ingleses, Alemanes y Albaneses. Todos tienen un frondosísimo currículum tanto en danza como en coreografía, estudios cursados en instituciones de reconocida excelencia y en promedio de Séis a Siete años perteneciendo al “Aterballetto”. No hubo ningún integrante que haya desentonado respecto a los demás. Todos se cumpliementan a las mil maravillas y conforman un cuerpo de baile absolutamente homogéneo. Aun así quiero señalar a quienes han tenido una mayor preponderancia en los tres trabajos y son:  Noemí Arcangeli , dueña de una figura “angelical”, de porte excelente  y de plasticidad absoluta en sus evoluciones y desplazamientos, fundamentalmente en las dos primeras coreografías (en la segunda conformó la pareja que desarrolló la totalidad del trabajo), Saul Daniele Ardillo (Quién abre y Cierra “Lego”), Hektor Budlla (Albanés),memorable co-protagonista con Arcangeli de *hybrid” en donde se cumplimentó con su compañera a la perfección mostrando plasticidad y elegancia. Y tanto ellos dos como Alessandro Calvani, Valerio Longo, Grace Lyell (Inglesa) e Ivana Mastroviti, como las parejas fundamentales en el juego de “Bliss”, quienes derrocharon energía, frescura y técnica, logrando transmitir la vivacidad que pretende mostrarle al público Este trabajo.

  Cierre perfecto para una muy buena temporada, la próxima promete momentos muy interesantes- A esperarla entonces.


Donato Decina 

lunes, 4 de diciembre de 2017

GUILLERMO BECERRA EN EL MEJOR MOMENTO DE  SU CARRERA

Concierto de cierre de la Temporada 2017 de la Orquesta Sinfónica Nacional, Director: Guillermo Becerra. Solista: Antonio Fornaro (Piano). Programa: Obras de Wagner, Rachmaninoff y Elgar. CCK-Sála Sinfónica, 01 de Diciembre de 2017.


  NUESTRA OPINION: EXCELENTE

  La Sinfónica Nacional culminó una accidentada temporada con un concierto de calidad superlativa. Antes del comienzo, la Violonchelista María Teresa Fainstein Day tomó la función que habitualmente le cabe a su Compañera de Fila María Eugenia Castro Tarchini (Quien no intervino en este concierto) y flanqueada por el Violinísta Carlos Cossatini anunció micrófono en mano que el siguiente sería el último concierto de la Orquesta por el corriente año, ya que además de persistir las diferencias con el Ministerio de Cultura en cuanto a incrementos salariales (Que mantienen a sus integrantes muy rezagados inclusive con algunos organismos musicales del interior [ya no solo respecto al Teatro Colón]), concursos para cubrir cargos vacantes (luego de esta velada se produjeron dos vacantes mas, dos violinistas,  uno de Ellos, Pablo Borzani quien tomó la palabra visiblemente emocionado y angustiado por la situación que el conjunto atraviesa), pago a los músicos interinos que cobran por contrato de locación de servicios con facturas monotributístas ( a los que se les deben varios meses) y puesta al día con los honorarios de los Directores de Orquesta Invitados (Algunos llevan años reclamando), el Ministerio de Cultura sumó la decisión de suprimir este año los tradicionales Conciertos de Diciembre al aire libre, los que por años se llevaban a cabo en zonas del Gran Buenos Aires que no tienen habitualmente acceso a ese tipo de manifestaciones culturales, por lo que una vez mas como forma de protesta, harían el concierto por respeto al público que siempre acompaña a la Orquesta y vistiendo ropas  de calle. Una sala muy llena (después de mucho tiempo se habilitaron las bandejas superiores de la misma) aplaudió sostenidamente a la integrante de la Orquesta, coincidiendo ese instante  con el ingreso al escenario del Maestro Becerra, quien micrófono en mano tomó la palabra para manifestar  su emoción por actuar por vez primera en la “Sála Sinfónica”, agregar que desde hace mas de treinta años es invitado permanente de la Sinfónica Nacional ya que ni bién retornó al País luego de cuatro años de residencia en Alemania fue convocado por vez primera al ciclo que ese año se llevó a cabo en el Teatro Nacionaal Cervantes  y que por ello y por el afecto que lo une al conjunto adhería al reclamo de los músicos. También se refirió a la obra de cierre, las Variaciones “Enigma” de Sir Edward Elgar, una de las obras que mas lleva en repertorio y en su afecto, desde sus tiempos de estudiante bajo la guía del Maestro Juan Carlos Zorzi, quien también la contaba entre sus predilectas y que “Nimrod”, la célebre variación Nº 9, estaría dedicada a los cuarenta y cuatro tripulantes desaparecidos que integran la dotación del Submarino A.R.A. “San Juan”. No podía ser de otro modo, ya que  estaba proviniendo de alguien que desde hace treinta y dos años reside en la Ciudad de Mar del Plata, base de dicho Submarino, y que por trece años tuviera a Becerra como titular de la Sinfónica local, mas otros once años como titular de la Banda Sinfónica de la ciudad que adoptó para quedarse a vivir.

  Casi de manera inconsciente, ya que desde hace tiempo que este concierto estaba programado de este modo, el comienzo fue con la Obertura de  la Opera“El Buque Fantásma” de Wagner, con un  comienzo muy enérgico, con cuerdas de magnífica tersura, vientos muy equilibrados y firmeza en percusión y bronces. Todos los temas de la Opera, sintetizados en esta obertura, fueron expuestos con un sonido muy transparente e instantes de muchísimo vuelo interpretativo.  El final nos mostró una muy buena versión.

  Se contó con el concurso del pianista Antonio Fornaro para una impresionante versión del Concierto para Piano y Orquesta Nº 4 de Serguei Rachmaninoff. Obra que en muchos momentos guarda relación (y hasta se podría decir que es una continuación) del Concierto Nº 3, fundamentalmente en el muy extenso primer movimiento y en amplios pasajes del tercero. Fornaro mostro una formidable solvencia técnica, momentos de estupenda intensidad interpretativa, digitación muy  segura y un amplísimo sonido, el que de manera perfecta se fusionó con el de la Orquesta que lo acompañó de manera admirable . No hubo necesidad de bises, la entrega fue apabullante.

  Y llegamos así a las “Enigma”, objeto de una versión formidable, acaso una de las mas perfectas versiones que yo recuerde por una Orquesta Argentina. Tuvo todo, discurso sostenido, ajuste, empaste perfecto, vuelo interpretativo, “Canto” orquestal sublime con epicentro en “Nimod”, que hizo lagrimear a mas de uno y cuyo últimos compases quedaron suspendidos en el aire, casi “Flotando”, y para el final, la posibilidad de escucharlo completo con el “Klais” dando el pedal justo a las últimas frases. Triúnfo rotundo para este Director excepcional que nos ofreció el que acaso haya sido el mejor concieto de su extensísima  trayectoria, conformando una sociedad artística estupenda con la Sinfónica Nacional


Donato Decina.