UN
FANTASTICO SOLISTA
Teatro Colón en
el Teatro Coliseo: Concierto extraordinario a cargo de la Orquesta Filarmónica
de Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solista: Dimitry Masleev
(Piano). Programa: Camille Saint Saëns: Concierto para Piano y Orquesta Nº 2 en
Sol menor, Op. 22. Ludwig Van Beethoven: Sinfonía Nº 7 en La mayor, Op. 92.
19/09/17.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
En una serie de presentaciones que los organismos
estables del Colón realizarán fuera de sede durante los interregnos entre
presentaciones y prestaciones en la propia sala , se inscribe este concierto de
la Filarmónica en el renovado Coliseo con su nueva campana acústica, la que
logra al menos mitigar bastante al natural sonido del ámbito de la calle
Libertad. La oportunidad fue muy bienvenida pués nos permitió conocer a Dimitry
Masleev, Primer Premio del Concurso Tchaickovsky de Moscú correspondiente a la
Edición 2015. Si bien en cuanto a la duración de las dos obras seleccionadas
para este programa, las mismas pueden ser consideradas como de corta duración,
las dificultades interpretativas que ámbas presentan conllevan un desafío para
los interpretes, y en ese sentido el resultado final puede considerarse como
muy aceptable.
De intrincada
escritura y como para ser puesto en manos de un verdadero virtuoso. Así podemos
catalogar al segundo de los Comciertos para Piano y Orquesta de Camille
Saint-Saëns. Obra que comienza en modo solemne y culmina en la mas absoluta
brillantez tuvo en Dimitry Masleev al interprete ideal. Digitación perfecta,
técnica sólida, sonoridad absoluta, vuelo interpretativo. Todas estas
cualidades fueron puestas de manifiesto sobre el teclado, sumado a un pleno
entendimiento con Diemecke y la Orquesta, los que de manera sabia completaron
el resto. Versión formidable para un auspicioso debut del que esperamos se
transforme en una inmediata actuación en la sala del Colón en el mas breve
plazo posible. Masleev le ofrendó al público un bis mas que interesante: una Polonesa
de Tchaickovsky que reafirmó todos los conceptos que describiéramos
anteriormente.
La segunda
parte se inició con un sentido homenaje que Diemecke le efectuó a sus
compatriotas a raíz de los fenómenos telúricos que afectaron a México, como es
de Ntro. público conocimiento. Tras el minuto de silencio, la Filarmónica
acometió con una interesante versión de la Séptima de Beethoven,, la que mostró
diferencias respecto a la que los mismos interpretes ofrecieran en ocasión de
la Integral Beethoven del 2015 y que fuera en esa oportunidad una de las tres
mas ovacionadas junto a la Cuarta y la Novena. “Tempi” por momentos algo mas
“rallentado”. Cambios repentinos en cuanto a la dinámica, eso si, sin resignar
en ningún momento el “canto” orquestal que acompaña al conductor Mexicano en
cada una de sus interpretaciones. Mas allá de estas observaciones, la versión
fue buena con momentos de color y de interesante enfoque.
También la
Filarmónica tuvo sus bises. De acuerdo a lo anunciado por Diemecke antes de
ellos, para ser interpretados en todas las ocasiones que sean posibles, las que
de acuerdo a declaraciones efectuadas a algunos medios periodísticos se pueden
traducir en presentaciones en algunas plazas del interior que recibirán a los
Cuerpos Estables del Colón (de hecho este año lo hace el Ballet y por lo visto
a partir del 2018 comenzarán a hacerlo los demás). Y fueron dos tangos de la
dupla Gardel-Le Pera: el infaltable “Por Una Cabeza” al menos en una versión
Argentina y no Hollywoodense y “El Día que me Quieras”, ambos en orquestación
del Avellanedense Gerardo Gardelín, compositor, arreglador y orquestador, los que sonaron simpáticos
aunque no pareció ser la mejor oportunidad para hacerlo.
Donato Decina
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