MAGISTRAL, SUBLIME Y APOTEÓTICO
Excelente versión de “El Corsario” en la apertura de
la Temporada de Ballet en el Colón
La Temporada del Ballet Estable del Teatro Colón
comenzó brindando un espectáculo de lujo: la reposición de “EL CORSARIO”, de
los compositores franceses Adolphe Adam y Leo Délibes y los italianos Cesare
Pugni y Riccardo Drigo- autor de la música del celebérrimo Pas de Deux, que forma parte del repertorio integral de las grandes
compañías de ballet del mundo- , en reposición coreográfica de Anne- Marie
Holmes (supervisada por Julio Bocca y Paloma Herrera) e interpretada por la
Filarmónica de Buenos Aires, bajo la
dirección musical de Tara Simoncic.
Las funciones tuvieron lugar entre los días 8 al 15
del corriente y los roles protagónicos estuvieron a cargo de Hernán Cornejo
(Conrad), Damiil Simkin (Alí) y María Kochetkova (Medora), en las funciones de
Abono Nocturno (martes 10) y Vespertino (domingo 8). En el resto de las
funciones, los roles principales estuvieron a cargo de Nadia Muzyca y Macarena
Giménez (Medora); Federico Fernández y Juan Pablo Ledo (Conrad) y Jiva
Velázquez y Maximiliano Iglesias (Alí). Dentro de los roles secundarios
interpretados por los primeros solistas, hubo actuaciones destacadas de Edgardo
Trabalón (Birabanto), Maximiliano Iglesias y Alejo Can o Maldonado (Lankedem) y
Emilia Peredo Aguirre, Ayelén Sánchez y Camila Bocca (Gulduna).
Particularmente, en carácter de abonada y periodista
especializada, una hará referencia a la función que presenció el pasado martes
10 del corriente, que no sólo descolló por la calidad de las interpretaciones
de los solistas principales, sino también por la homogeneidad de las escenas de
conjunto, en el marco de la magnífica escenografía montada por Christian Prego
y el excelente vestuario que el prestigioso Aníbal Lápiz diseñó para esta
ocasión.
Hernán Cornejo es un bailarín que no sólo descuella
por sus piruetas y sus impresionantes saltos sobre el escenario, sino que,
además, ha sido un magnífico intérprete del pirata Conrad, secundado
magistralmente por su esclavo Alí (Damiil Simkin), quien sobresalió en el solage y el Divertimment del segundo acto. Ambos poseen una técnica y
disciplina perfectas, además de transmitir seguridad, brillo, prolijidad y
delicadeza ante trucos de difícil ejecución, que deben ser interpretados bajo
una precisión absoluta.
En cuanto a la primera bailarina, María Kochetkova
interpretó una Medora de alta calidad artística. Poseedora de una técnica
impecable, se destacó en los developées y
flûtes del 1° y 2° actos, demostrando
precisión y gracia en sus movimientos. También tuvo una destacadísima actuación
la joven Emilia Peredo Aguirre en el rol de Gulduna (amiga de Medora, quien es
vendida como esclava al Pashá), quien demostró poseer técnica, talento y
seguridad en las piruetas y los trucos. Muy buenas las actuaciones de Edgardo
Trabalón en el rol de Birabanto (pirata que, posteriormente, traiciona a
Conrad), Maximiliano Iglesias
(Lankendem, mercader de esclavos) y las variaciones a cargo de Sthepanie
Kessel, Natalia Pelayo y Ludmila Garaverna, quien ha sido una auténtica
revelación. De este trío, fue la que sobresalió por su técnica, precisión y
seguridad en sus movimientos.
Fue una noche mágica, donde una constelación de
estrellas brilló sobre el escenario en todos los aspectos anteriormente
descriptos. El público estalló en merecidos aplausos y una lluvia de vítores.
Una auténtica noche de Colón, como hacía rato que no se veía, con bailarines
dignos de la talla de un Rudolph Nureyev, Mikhail Barishnikov o Vladimir
Vassiliev, por el hecho de recordar algunos de los más grandes que dieron vida
al corsario Conrad en el escenario de nuestro máximo coliseo.
Martha
CORA ELISEHT
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