lunes, 6 de mayo de 2019


EL GRAN ORFEBRE

Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional “Libertador General San Martín”, Temporada del 25º Aniversario, Solista: María Luisa Harth Bedoya (Guitarra-Perú), Programa: Obras de Piaggio, Villa-Lobos y Richard Strauss. CCK-Sala Sinfónica, 05 de Mayo de 2019 (Horario Matutino).

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Dentro de la temporada conmemorativa del 25º aniversario de su creación, la Sinfónica Juvenil Nacional “Libertador General San Martín” realizó una nueva presentación bajo la Guía de su Titular y Fundador, Mario Benzecry.

  Un gran desafío es el que justamente el Conductor le planteó a sus Dirigidos. Abordar el único trabajo sinfónico del Gran Maestro Argentino Celestino Piaggio (Obra injustamente relegada por Ntras. Orquestas mayores [la escuché en vivo una sola vez en 1984 por la Sinfónica Nacional dirigida por Jaime Braude en el Auditorio de Belgrano en un Concierto programado de urgencia tras {¿Cuándo no?} una medida de fuerza sindical]), es increíble su ausencia en los atriles. Continuar con otra bellísima obra cuya sola presencia en un concierto evitaría el trilladísimo repertorio para la combinación Guitarra y Orquesta. Y para concluir la sesión, un monumento de obra sinfónica. Ello motivó que a pesar del clima tormentoso con que Buenos Aires amaneció ese día, el Público concurriera de manera apreciable a la Sala Sinfónica del CCK.

  Uno de los excelentes frutos que generó la labor de Lucio Bruno-Videla al frente del Instituto de Investigación en Etnomusicología del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es la preservación del material de Dirección y de Orquesta correspondiente a la “Obertura en Do menor” de Celestino Piaggio. De manera muy acertada el Maestro Benzecry comentó en su charla previa que la Composición de este trabajo fue realizada por Este creador Argentino durante una accidentadísima estadía en Rumania en 1914, ya que hallándose en ese País en viaje de vacaciones, lo sorprende el estallido de la Primera Guerra Mundial, imposibilitándole ello su regreso a París en donde residía para perfeccionarse en la Escuela de Música Parisina. Su estancia en Rumania fue extensa, y en ella consiguió trabajo en la docencia musical para, mientras tanto, componer este bellísimo trabajo en donde de modo certero surge la influencia de Vincent D’Indy su profesor en Francia, como así también ciertos rasgos caracterísiticos que hallamos en la otra figura relevante. Cesar Franck  y por que no entonces,  agregarle a los dos primeros a Ernest Chausson, cultivador de las mismas formas. La musicalidad plena, el trato casi camarístico en su zona central, la riqueza de la orquestación, el despliegue de la paleta orquestal (plena Esta de colorido), son los rasgos fundamentales de esta página, a la que debemos sumarle la interpretación de Benzecry (formado también El en Francia), por lo que la versión fue de una calidad superlativa y vivada de manera entusiasta por la concurrencia. La Orquesta tuvo destaque en todos los sectores, desde el  caudal y el brillo de la cuerda, el ajuste de sus vientos y bronces y la precisión de la percusión. Ojalá se la escuche de manera mas reiterada.

  Una delicada y finísima joya. Tal vez sea esta la definición que le quepe al Concierto para Guitarra y Pequeña Orquesta de Heitor Villa-Lobos y que tuvo para el Conjunto y su Director el adicional de la presencia solista de la gran guitarrista Peruana María Luísa Harth Bedoya. La composición de este trabajo ocurrió durante uno de los tantos viajes exploratorios que el inmenso creador Brasileño efectuó al interior de su País, estancias  en las cuales hasta convivió con los nativos en sus tierras compartiendo su Cultura. Esta partitura está influenciada por todos esos temas. Desde sus primeros compases uno solo cierra sus ojos y el Paisaje Brasileño se despliega. Tal vez en un ámbito de cámara su audición llegue plena al espectador. Aún así en esta sala sinfónica, Benzecry  atemperó hasta en el más mínimo detalle el sonido para que pudiese apreciarse la labor de la Solista. Más allá de la amplificación muy bien resuelta, por momentos la Orquesta sobrepasó a la Interprete con su sonido, lo que lamentablemente ya era imposible evitar. Empero, la labor de Harth Bedoya fue extraordinaria. Refinadísima técnica, delicado sonido, limpieza total  en los pasajes y un lirismo pleno en el movimiento central (Un Andantino e Andante) que mantuvo en silencio absoluto al auditorio.

  La segunda parte encontró a la Agrupación ante el desafío de abordar “Así Hablaba Zarathustra” de Richard Strauss. Página de intrincada escritura, gran orquestación y decisiva intervención para instrumentistas solistas. Benzecry extrajo de estos increíbles jóvenes una homogeneidad de sonido tal, que por momentos la respuesta dada por Ellos superó a la de muchos de los Conciertos de las Sinfónicas Profesionales Argentinas de los últimos tiempos. Conmueve ver la entrega de estos jóvenes. Uno imagina que tal vez algunos de Ellos pueden por ahí venir a tocar directamente desde un encuentro con amigos o novias/novios. Aún si ello fuese así, el resultado es deslumbrante. Si hubo algunas pifias, es mejor que ocurran ahora y es experiencia a capitalizar, como también es para capitalizar el poder haber abordado obras tan difíciles como esta o la pasada “Consagración de la Primavera” de Stravinsky. Insisto en el hecho de que la mayoría del Público ignora la Categoría de Orquesta Juvenil que Benzecry ha formado. Jamás la Argentina tuvo un conjunto en semejantes forma y nivel. Créanme que vale la pena concurrir. Y no quiero finalizar esta crónica sín dejar de referirme a la brillante labor de la Concertino Sophia Guahnich en su dificilismo solo y también a su compañero Emmanuel Barrios en el solo secundario. Benzecry se refirió en la previa a que varios de estos chicos ya han sido admitidos en Conjuntos como la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires y la Estable del Argentino Platense, Como un fino Orfebre, los talla a medida y con un nivel encomiable.

Donato Decina

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