DOS REVELACIONES QUE
ESPEREMOS PODER RETENER UN POCO MAS
Teatro
Colón, Temporada 2019, Danza: “El Corsario”, Ballet en Tres Actos inspirado en
el Poema de Lord Byron, con libreto de Vernoy de Saint Georges y Joseph Mazillier
con Música de Adolphe Adam, Cesare Pugni, Leo Delibes y Riccardo Drigo en versión
coreográfica de Anne-Marie Holmes. Intérpretes: Juan Pablo Ledo (Conrad),
Camila Bocca (Gulnara), Maximiliano Iglesias (Lankendem), Emilia Peredo Aguirre
(Gulnara), Jiva Velázquez (Alí), Edgardo Trabalon (Birbanto), Julian Galván
(Pasha), Rodrigo Cuadra (Asistente del Pasha), Integrantes del Ballet Estable del
Teatro Colón, Selección de Alumnos del Instituto Superior de Arte del Teatro
Colón. Escenografía: Christian Prego, Vestuario: Aníbal Lápiz, Iluminación:
Rubén Conde. Dirección del Ballet Estable: Paloma Herrera, Repositora Coreográfica: Lorena Fernández,
Orquesta Estable del Teatro Colón,
Director: Javier Logioia Orbe. Función Extraordinaria del 02 de Junio de 2019.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
La programación
diseñada por Paloma Herrera para la presente temporada del Ballet Estable
incluyó la reposición por cuatro funciones de “El Corsario”, espectáculo que
con gran suceso se presentó la pasada temporada, la que marcó, entre otras, las
celebradas presencias de Danil Simkin y Herman Cornejo en el escenario del Colón.
En esta oportunidad la coreografía de Anne-Marie Holmes, que contara la pasada
temporada con el montaje de Julio Bocca, fue repuesta por la Española Lorena
Fernández , quien trabajara junto a Julio en el Ballet del S.O.D.R.E. de
Montevideo, institución en la que continúa desempeñándose actualmente. Un
reparto que sufrió modificaciones al anunciado originalmente, ya que Federico Fernández
que debía asumir el rol protagónico de Conrad no pudo presentarse, por lo que
Juan Pablo Ledo, quien encabezó el segundo reparto, lo hizo en la función que
aquí comentamos.
El Poema de Lord Byron que da origen a este
ballet, al igual que a la opera homónima de Giuseppe Verdi, cuenta la historia
del Corsario Conrad, quien junto a sus hombres toma por asalto el Gran Bazaar
de Estambul, en donde conoce y se enamora de Medora, una esclava manejada por
Lankendem, quien a su vez la logra vender al Pasha. La trama se cumplimenta con
la pretensión que Birbanto, secuaz de Conrad tiene sobre Gulnara, otra
esclava también integrante del Harem del
Pasha. El escape de ese sometimiento, las peleas entre el grupo del Corsario y
la venganza que el mercader trama contra
el Este, dan origen a situaciones a veces de drama, a veces de humor, las que
culminarán en el definitivo rescate de las mujeres, la huida en el barco pirata
a través de una feroz tormenta, en la que los protagonistas se ven expulsados
de la nave por la violencia de la misma y logren alcanzar la playa y la cueva
del Corsario en donde finalmente los protagonistas verán cristalizado el amor.
Anne-Marie Holmes hace hincapié en las
escenas de conjunto, mucho lucimiento en los dos principales roles femeninos
(Medora/Gulnara), contrapuntos en los personajes masculinos (Conrad/Lankedem,
Conrad /Birbanto, Ali/Lankedem, Ali/Birbanto) y algunos cuadros adicionales a
cargo de personajes secundarios. De todo esto podemos mencionar que Juan Pablo
Ledo impuso su escuela y su oficio para moldear a su Conrad con su reconocida
técnica, pulcritud de desplazamientos y permanente enlace con el rol de Medora.
Emilia Peredo Aguirre fue una estupenda Gulnara, con derroche de Belleza,
magníficos desplazamientos y pleno entendimiento con sus compañeros. Edgardo
Trabalón fue un muy buen Birbanto, el inescrupuloso secuaz de Conrad, capaz de
entregar hasta a la propia compañera de su líder con tal de alcanzar sus
propias pretensiones. Mostró solvencia y seguridad. De la misma manera
Maximiliano Iglesias moldeó a Lankedem, un mercader que solo vive para sus
negocios y la amistad aquí no cuenta. Lo expresó en muy buena forma, tuvo muy
buena gestualidad y desplegó interesantes recursos. Desopilante el Pasha de
Julian Galván. la mímica, la expresividad y sus prolijos movimientos lo
llevaron a sostener una buena faena. Dentro de los roles secundarios,
mencionamos al Trío femenino que realizó las variaciones del primer acto:
Georgina Giovanonni, Ayelén Sánchez y Ludmila Galaverna. Magdalena Cortes como
la Sufrida mujer de Birbanto el
traicionero secuaz de Conrad y todos los integrantes de las parejas de piratas
que Bailan en la escena de la cueva de Conrad en el segundo acto. En cambio
sigue el cuerpo de baile sin poder lograr una escena plena de conjunto con total
sincronización de movimientos. Bella y funcional, la escenografía de Christian
Prego, imaginativa hasta el último detalle, no es novedad la belleza en la
realización de Vestuario de Anibal Lápiz, ambos realzados por una estupenda
iluminación de Rubén Conde. La Estable tuvo muy interesante participación,
guiada en buena forma por Javier Logioia Orbe con buen entendimiento con el escenario.
Lo mejor de la tarde fue la estupenda
composición de Medora por parte de Camila Bocca, con técnica y desplazamientos
exquisitos y magnífica expresividad.
Tuvo plenos enlaces con Ledo y total consustanciación con el Rol.
El otro destaque le correspondió a Jiva Velázquez,
la figura de la función. Técnica, agilidad, acrobacias plenas, exquisita
composición del rol de Alí con gestualidad y expresión absolutas. Fue un placer verlo actuar.
Fue una interesante reposición que deja en el
balance la confirmación de las condiciones de estos dos jóvenes valores a los
que espero podamos verlos mucho más, aunque sus condiciones harán imperioso que
deban tomar, tal vez y muy pronto, otros destinos.
Donato Decina
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