UN INTERPRETE MUY
PERSONAL
Mozarteum Argentino,
Temporada 2019. Actuación de Jean-Guihen Queyras (Violonchelo). Programa. Obras
de Bach y Dutilleux. Teatro Colón, 02 de Setiembre de 2019.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
En otra de
las aristas positivas de la presente temporada, integrada mayoritariamente por
música de cámara, el Mozarteum presentó al violonchelista francés Jean-Guihen
Queyras, intérprete versátil capaz de abordar contemporáneos e incursionar en
el barroco, haciéndolo en ambos casos con alto refinamiento y suma elegancia. En su primera presentación el día Lunes de la
semana anterior, abordó las tres primeras Suites para su instrumento solo de
Johann Sebastian Bach, cerrando con una sonata de Zoltan Kodaly. Aquí presentó
las tres suites Bachianas restantes, pero en este caso acompañadas de una
interesante Obra de Henri Dutilleux: “Tres
estrofas sobre el nombre Sacher”.
Compuestas por Bach en su estancia en la
Corte de Kothen para cuyos príncipes fue
Maestro de Capilla de la misma, Bach desarrolló estos trabajos pensando muy
probablemente en el Violonchelista Carl Lienicke, el que integraba el grupo
instrumental al comando del genio de Leipzig. Son obras que dejan trascender
mucho de la técnica, el refinamiento y las ideas de avanzada que Bach expresó.
Las últimas tres escuchadas en este concierto tienen como característica ir
desde un academicísmo la Nº 4, pasar por una profunda introspección la Nº 5, hasta exaltar una gran luminosidad la Nº 6.
Si bien las tres composiciones tienen un mismo ordenamiento de números (Preludio-Allemande-Courante-Sarabande-Gavotte
I y II y Gigue) son sus desarrollos, algunos de ellos inmensamente ricos en
ideas como las Allemande y Sarabande, otros de verdadera distensión como las
Gavotte y otros plenos de vibración y energía como las Gigue los que distinguen
a cada Suite. En todos ellos Queyras
tuvo, tempi personal (Al no estar especificado por Bach, queda al criterio de
cada interprete), logró extraer infinitos matices sonoros a su Violonchelo
(desde las notas más bajas a las más altas y un increíble trabajo de las
sonoridades), buena dinámica e impecable técnica. Dado que Pau Casals a fines
de la década del 30 del pasado siglo fue quien a través de la grabación por
etapas de la totalidad de las mismas logró darlas a conocer a una audiencia
masiva, no faltó al alusión a este al público por parte del interprete antes de
abordar la Suite Nº 6 que cerró de manera formal el concierto. Esta presenta
otra característica, su original es para Violonchelo “Piccolo” aunque también
podríamos decir que hubo un instrumento de similares características como la viola
“a Spalla”, el que también perfectamente pudo abordar esta composición. Sea como
sea, Queyras hizo la transpolación al violonchelo de manera perfecta alcanzando
una estupenda interpretación, la que
señaló por completo la luminosidad que
esta página contiene.
La distribución deñ programa estuvo
conformada por las Suites Nºs. 4 y 5 en la primera parte y el cierre con la Nº
6 en la segunda. Para el inicio de ésta última, Queyras abordó “Trois Strophes
sur le nom de Sacher” de Henri Dutilleux, encargo del gran “Slava” Rostropovich
para homenajear a Paul Sacher, fundador de la Basel Chamber Orchestra (También
visitante de la Argentina merced al Mozarteum). Composición original de 1976, a
la que Dutilleux agregó en 1982 dos números más, sus tres partes constituyen
una alusión al nombre de Sacher. Aquí Queyras las abordó de modo exquisito en
un repertorio al que verdaderamente siente, ganándose por ello una merecida
ovación.
Un impensado, breve y divertido Bis de György
Kurtag cerró la noche aunque no hacía falta agregar nada más.
Donato Decina
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