Monumental concierto a cuatro pianos dentro del
Ciclo Piazzolla en el CCK
CONEXIÓN TOTAL AL RITMO
DEL DOS POR CUATRO
Martha CORA ELISEHT
Sin lugar a dudas, Astor Pantaleón
Piazzolla (1921-1992) fue el compositor argentino más emblemático y
controvertido del siglo XX y también, el más representativo de Argentina en
todo el mundo. No sólo compuso música académica en ritmo de tango, sino que además
le puso el sello sinfónico al mismo y lo elevó a la categoría de música
académica. Asimismo, su música adquirió niveles inusitados de popularidad universal. Tal es así, que cuando numerosas
orquestas sinfónicas de todo el mundo visitan la Argentina, suelen tocar sus
obras como bises. El, Centro Cultural
Kirchner (CCK) ha decidido sumarse a los festejos conmemorativos del centenario
del nacimiento del compositor organizando muestras, exhibiciones sobre su vida
y obra y un Ciclo de conciertos que comenzó el pasado jueves 12 del corriente
–coincidiendo con su fecha de nacimiento- y continuó el domingo 14 como parte del ciclo Fin de Semana a Puertas Abiertas con Piazzolla a Cuatro Pianos, donde
participaron los pianistas Iván Rutkauskas, Lilia Salzano, Marcelo Ayub y
Daniela Salinas.
El programa consistió en arreglos
para dos pianos –realizados por Tomás Benítez y Julián Caeiro- sobre las
siguientes obras: Michelangelo 70, La Muerte
del Ángel, Le grand Tango, Fuga y
Misterio, Adiós Nonino y Libertango para
culminar con un arreglo para cuatro pianos de Las Cuatro Estaciones Porteñas, por Julián Caeiro.
Tras una impecable ejecución de la
primera pieza a cargo de Iván Rutkauskas y Daniela Salinas, el compositor y
arreglador Julián Caeiro se presentó y agradeció tanto los aplausos del público
como a su colega Tomás Benítez y a las autoridades del CCK por haber permitido
participar de este concierto. Fue anunciando cada una de las piezas munido de
un micrófono, anunciando a los intérpretes y haciendo una breve reseña sobre
las mismas. Seguidamente, la dupla Lilia Salzano/ Daniela Salinas brindaron una
exquisita versión de La Muerte del Ángel haciendo
gala de su técnica y pulsación. A continuación, el dúo formado por Marcelo Ayub
e Iván Rutkauskas ofrecieron una magistral versión de Le grand Tango. Piazzolla compuso esta pieza en la década del ’70 en
homenaje al mítico cellista ruso Mstislav Rostropovich y la conjunción de los
dos pianos fue perfecta. Naturalmente, la pulsación del hombre es diferente de
la de la mujer y se notó una marcación muy evidente del compás, exacerbando el
2/4. Asimismo, ambos pianistas se lucieron en una espectacular transcripción de
la celebérrima Fuga y Misterio –que
forma parte de la operita María de Buenos
Aires y que fue también cortina
musical del programa de televisión Tiempo
Nuevo-. Tampoco podía faltar la obra más popular y conocida de Piazzolla: Adiós, Nonino –interpretada
magistralmente y con gran emoción por la dupla
Salzano/ Salinas-, al igual que la archiconocida Libertango por el binomio Ayub/Rutkauskas. Ambos pianistas tuvieron
una magnífica conjunción y conexión durante la ejecución de todas las obras.
La segunda parte fue el plato fuerte
de la jornada: una monumental transcripción y arreglo para cuatro pianos de Las Cuatro Estaciones Porteñas. Mientras
uno de los pianos marcaba el ritmo, el otro ejecutaba la melodía de tal manera
que permitió el lucimiento de cada uno de los cuatro solistas por separado.
Hacer un arreglo de semejante envergadura no es tarea fácil y menos aún,
permitir que cada pianista toque un solo en cada uno de los cuatro movimientos
que llevan el nombre de las estaciones del año. El cuarteto comenzó con Otoño Porteño, donde Marcelo Ayub e Iván
Rutkauskas tuvieron a su cargo la parte de los graves –equivalente de cellos y
contrabajo en un conjunto de tango- y Lilia Salzano y Daniela Salinas, la
melodía en agudos. Le siguió esa bellísima pieza que es Invierno Porteño, donde el cuarteto de pianistas hizo gala de su
técnica (trinos, arpegios, cadencias) y al mismo tiempo, su lucimiento
individual. Lo mismo sucedió con la fuga inicial de Primavera Porteña, donde la dupla Salzani/ Salinas tuvo una
destacadísima actuación para desembocar en la más popular y conocida de las
estaciones piazzolianas: Verano Porteño, que
sonó de manera magistral. Y si bien no se debe aplaudir entre movimientos, la
excelsa interpretación y los magníficos arreglos de Julián Caeiro hicieron que
valiera la pena violar esta reglamentación característica de las salas de
conciertos. El público aplaudió de pie fervientemente a los intérpretes y al
arreglador al final del concierto, lo
que obligó a hacer Primavera Porteña como
bis. No sólo sonó sublime, sino que
aún mejor.
Los lectores del blog pueden apreciar una parte de este concierto
en el Facebook del programa, donde se ha subido un video –gentileza de POR SIEMPRE COLONEROS- que permite
apreciar aún mejor la opinión volcada en estas líneas. A diferencia del Colón,
el Ciclo Piazzolla en el CCK durará todo el año y con las actividades
mencionadas anteriormente, que tendrán lugar no sólo en el Auditorio Nacional
(Sala Sinfónica), sino también en la Sala Argentina –Discos esenciales, que narra la reunión cumbre entre Piazzolla y el
músico de jazz Gerry Mulligan- y en las
salas del 2° piso, que muestran la transformación del músico en un hito del
siglo XX. Para gozar, descubrir y
disfrutar la vida y obra de este grande de la música nacional, con entrada
libre y gratuita e intérpretes de excelencia en la mejor sala de conciertos de
la Ciudad de Buenos Aires.
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