BALSAMO PARA LOS
OIDOS
Ciclo “Música
en el Socorro”, temporada 2021. Presentación de la Orquesta y Cantoría de la
Basílica Nuestra Señora del Socorro, Director: Maestro Giovanni Panella. Solistas:
Marta Rossi (Soprano), Tamara Odón (Mezzosoprano), Mariano Spagnolo (Tenor),
Sebsatiano de Filippi (Bajo). Participación: María Inés Natalucci (Organo).
Programa: Wolfang Amadeus Mozart: “Misa de Coronación” Kv. 317. Viernes, 17 de
Setiembre de 2021.
NUESTRA OPINION. MUY BUENO
En un día marcado por el contraste
entre los anuncios de mayores flexibilizaciones respecto a las condiciones de
pandemia y el final de una durísima semana en lo social y político, la realización
de este concierto en la Basílica de Ntra. Señora del Socorro que marcó el
retorno del ciclo Música en el Socorro ausente desde hacía 2 años marcados
entre el final del ciclo 2019 y la apertura de este por las circunstancias por
todos conocidas, se constituyó en un gratísimo acontecimiento.
Hablar
de la Cantoría de la Basílica de Ntra. Sra. Del Socorro es sinónimo de
referirnos a Monseñor Jesús Gabriel Segade, quien con sus conocimientos y
sabiduría guió por décadas a este conjunto, llevándolo a la consideración mundial en 1964, con su participación en el registro
fonográfico de la primera obra concebida en lengua y música vernáculas tras las
reformas del Concilio Vaticano II: la “Misa Criolla” de Ariel Ramírez (de quien
en estos días se celebró el centenario de su natalicio) junto a su complemento “Navidad
Nuestra”, con las letras de Félix Luna. Desde entonces, las participaciones de esta agrupación que nunca bajo ni sus brazos
ni su calidad se hicieron incontables, a veces desde la Basílica misma y otras
desde otros ámbitos, en algunas ocasiones con apoyos oficiales (sobre todo en
tiempo de la antigua Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires con el
legendario “Centro de Divulgación Musical”, con Mario “Pacho” O’Donnell primero
y el mismo Félix Luna después como Secretarios de Cultura), o, como en esta
oportunidad, con apoyos privados. Particularmente me resulta grato recordar dos
actuaciones de este organismo en las que tuve la oportunidad de estar presente,
una en 1985 con una estupenda versión del Requiem de Mozart bajo la guía de
Monseñor Segade y otra a comienzos de 2001 con una interpretación de la “Misa
Criolla” dirigida por el propio Ariel Ramírez en el marco de la Estancia Santa
María de la Armonía en Cobo, vecino a Mar del Plata. Hoy a este conjunto de
primer nivel se le ha sumado el aporte de una Orquesta que acompaña sus presentaciones,
conformada con muy buen equilibrio por Maestros integrantes de organismos de
primera línea del país como por jóvenes que amalgaman al conjunto junto a los primeros.
La conducción de ambos organismos ha recaído en Giovanni Pannella, un joven
maestro Italiano afincado entre Ntros. desde hace algunos años, conocedor del
repertorio sacro, el que le ha hecho mantener a ambas agrupaciones el nivel que
he resaltado líneas arriba.
La circunstancia de que este concierto
tuviera lugar a minutos de la culminación de la misa vespertina, motivó que al
público que concurrió expresamente al concierto se le sumara gran parte de la
feligresía que asistió a la celebración previa. No cabe duda que la ansiedad de
la gente por reencontrarse con estas manifestaciones artísticas hizo que el
marco de público fuese imponente y que el comportamiento fuera ejemplar desde
el silencio que mantuvo de inicio al fin de la interpretación tanto como la
exteriorización posterior al final de la versión, que motivó a que los interpretes
“bisaran” el “Gloria”.
La “Misa Coronación” numerada como Kv. 317 en
el catálogo de Mozart es una obra que el
genio compuso para el Domingo Pascual de 1779. Utilizada para las ceremonias de
coronación de los Emperadores Austríacos Leopoldo II en 1791 y Francisco II en
1792, derivó a que popularmente se la conociera como “de Coronación”. Cuenta con
los números que corresponden al ordinario Católico: Kyrie, Gloria, Credo,
Sanctus, Benedictus y Agnus Dei. De alguna manera esta página tuvo mayor
trascendencia cuando hace unos 35 años atrás Herbert Von Karajan la interpretó
al frente de la Filarmónica de Viena durante una Misa Solemne presidida por el
hoy San Juan Pablo II, en lo que podríamos decir que fue uno de los últimos
conciertos cumbre de su dilatadísima carrera, ya que unos pocos años después fallecería.
No pudo ser más acertada su elección. La obra tiene logros musicales
importantes y el fragmento solista de la Soprano es de una belleza increíble a
la que la solista Marta Rossi honró con voz de un timbre verdaderamente exquisito.
Panella guió con suma pericia a los conjuntos, la cantoría suena de forma
homogénea y amalgamada y proyecta de tal forma el sonido en la basílica que uno
cree estar escuchando a un conjunto mucho más numeroso del que realmente es. En
cuanto a la Orquesta, más allá de alguna pequeña imperfección, es un organismo absolutamente
equilibrado en su composición y mostró solvencia en la interpretación. Fue muy
bueno el aporte desde el órgano de la Mtra. María Inés Natalucci.
Y en cuanto a los solistas, tanto Tamara Odón
como Sebsatiano de Filippi, desde los registros más bajos aportaron los acentos
justos que sus respectivas partes requieren con buenas voces ambos. Mariano
Spagnolo con buen timbre supo expresar en cada participación suya y lo ya
señalado de la muy buena intervención de Marta Rossi en la fundamental parte
solista del “Agnus Dei”.
Ha sido mérito de Giovanni Panella no bajar
los brazos y mantener la incuestionable calidad de ambos conjuntos. Volvieron con una versión
muy buena de una obra magnífica lo que para estos tiempos difíciles constituyó
un bálsamo tanto auditivo como, fundamentalmente, espiritual.
Donato Decina
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