AL SERVICIO DE LA
MUSICA DE ROBERT SCHUMANN
Teatro
Colón, temporada 2021: Concierto a Cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos
Aires, Director: David del Pino Klinge. Solista: Homero Francesch (Piano).
Programa: Obras de Robert Schumann.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Este concierto
de la Filarmónica porteña convocó a un probado solista quien ya se presentó
anteriormente junto al conjunto, el pianista uruguayo Homero Francesch y marcó
la presentación en la sala del maestro peruano David del Pino Klinge, Director
y Docente de larga y reconocida trayectoria quien desde el año 2015 ejerce la
titularidad de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, destacándose la
amplitud de repertorio que allí desarrolla y una muy comentada y elogiada
participación junto al orgánico rosarino en el ciclo que se llevó a cabo en el
Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner en donde participaron las Orquestas
del Interior de Ntro. País. Programa consagrado a Robert Schumann con dos de
sus obras fundamentales de catálogo, el Concierto para Piano y Orquesta en La menor
Op 54 y la Sinfonía Nº 4 en Re mayor Op. 120. Sin duda música reconocida y
programa de altísimo compromiso.
Estas dos obras de Schumann nos muestran a
este gran creador en toda su
personalidad. Páginas en las que hay momentos de un clima de absoluta intimidad,
otros de alto brillo y también instantes de absoluta enjundia. Conforman un
verdadero desafío interpretativo que en el caso del concierto para piano se vio
una vez más reflejado en una muy buena participación solista de Homero
Francesch, quien supo recrear con delicadas filigranas, muy buena técnica
y sostenidos ataques todo lo que
Schumann plasmó en el pentagrama, muy bien secundado por Del Pino Klinge quien
guió a la Filarmónica con gestos
precisos y, lógicamente, con un alto diálogo con el solista fundamentalmente en
el segundo movimiento en el que hay un ida y vuelta permanente entre ellos.
Aquí cabe destacar el desempeño de la sección de violonchelos quienes brindaron
en sus pasajes un refinadísimo sonido. Francesch recibió sostenidos aplausos
del público, lo que motivó a que brindara como bis una exquisita “Reverie”, en
la que alcanzó un clima de maravillosa intimidad el que se tradujo en un exquisito
silencio por parte de los espectadores, ávidos estos de escuchar a tan buen
interprete.
En cuanto a la Sinfonía Nº 4, Del Pino Klinge
desarrolló un bienvenido enfoque personal, traducido en el abordaje de algunos
pasajes a un tempi un tanto más lento de lo habitual para remarcar distintos
detalles y luego ir progresivamente “in crescendo” para retomar el discurso de la obra. Si bien
todos conocemos que esta página se interpreta sin solución de continuidad, el
Director realizo una pequeña pausa entre los movimientos 1º y 2º y entre el 2º
y el 3º ( no es el único en hacerlo). Y justamente entre el 3º y el 4º, que es
en donde aquí la partitura marca claramente esa interpretación sin solución de continuidad,
es en donde la interpretación de del Pino Klinge tuvo los mayores logros con
momentos de sostenido discurso en el tercero, en donde los oyentes pudieron
percibir con nitidez la superposición de temas que Schumann incluye y en donde todos los sectores de la Filarmónica
respondieron de modo admirable, un extraordinario pasaje del 3º al 4º y un
cierre pleno de brillo y enjundia en donde el Conductor Peruano sostuvo en todo
momento su enfoque. Párrafo aparte lo merece la brillante intervención de Pablo
Saraví en los solos del segundo movimiento que fueron instantes de absoluta
exquisitez.
Esta ha sido una noche muy pareja, con dos
muy buenos intérpretes y un conjunto que va cada vez más reinsertándose y
retomando el ritmo después de tanto silencio.
Donato Decina
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