Conciertos
providenciales…
Por Jaime Torres Gómez
La
actividad estival de conciertos en varias comunas de Santiago no ha decaído, considerando el
contexto pandemial y con crecientes contagios...
Si
se observa lo ofrecido en otras comunas del país, sin duda la oferta santiaguina en su conjunto está en una
inmejorable posición. Dentro de este contexto, muy interesante ha sido lo
aterrizado en la emblemática comuna de
Providencia,
como la temporada al aire libre del “Festival
de Verano” en el amplio espacio del Parque Inés de Suárez, con
un alto estándar de amplificación y proyecciones en pantallas led en las presentaciones
del Ballet
y Filarmónica del Teatro Municipal de Santiago, más el tradicional Festival
de Jazz de la comuna. Asimismo, también albergó el retorno de las
presentaciones con público del Coro Sinfónico de la Universidad de Chile.
Es
menester señalar que Providencia
tradicionalmente ha estado ligada a las artes y a la música en particular, donde tuvo por años una excelente orquesta sinfónica “estable”, además de contar con una magnífica sala como el Teatro Oriente, a cargo de la Corporación Cultural de la comuna, esperándose
retome la actividad histórica, incluyendo con mayor periodicidad a diversos
organismos de excelencia en los ámbitos de la música, ballet y teatro.
De
lo ofrecido, pudo asistirse a las presentaciones de la Filarmónica y del Coro,
evidenciando una importante convocatoria, favorecido por la gratuidad de acceso.
En
el caso de la Filarmónica, se replicó el mismo programa ofrecido en el Teatro Municipal de Santiago, esta vez
con una asistencia estimada de 2.000 personas, y con un monográfico de obras para el cine
de John
Williams. A su vez, debe precisarse que esta agrupación, dirigida por
su Director Residente, Pedro-Pablo
Prudencio, llegó bajo el rótulo de “Filarmónica Pops”, como
una forma de diversificación hacia repertorios masivos -en este caso con música
de películas-, respondiendo inteligentemente a la necesidad de conquistar nuevas
audiencias. Excelentes enfoques globales del maestro Prudencio y magnífica respuesta de los “popsistas filarmónicos…”, dando cuenta de un real compromiso de
apertura a públicos no necesariamente cultores de la denominada “música clásica”…
En
el intertanto, la anhelada presentación del Coro Sinfónico de la Universidad
de Chile -el vicedecano coral del país-, se realizó en la emblemática
iglesia de La Anunciación, emplazada en la patrimonial Plaza Pedro de Valdivia. Sin anuncio formal
de la entidad universitaria administradora del coro…, “providencialmente” se supo de este significativo hito por otras vías.
Esta situación amerita advertirla, especialmente ante el retorno de las
presentaciones luego de casi 2 años sin actividad presencial, y como una forma
de justipreciar su labor artística.
Como
única obra, acertada fue la inclusión del Réquiem
de Gabriel Fauré, sin duda una de
las más hermosas composiciones religiosas de todos los tiempos, que, en vez de
cantar a la angustia de la muerte, lo hace en su más genuino sentido de
serenidad. Prueba de ello es la omisión del Dies
Irae, aviniéndose a un espíritu de anhelada paz interior para los convulsos
tiempos que corren…
Magnífico
trabajo de ensamble, diafanidad y calidad tímbrica en todas las secciones, amén
de un idiomático enfoque brindado por el Director de la agrupación, Juan Pablo Villarroel. Asimismo, una
destacada participación solística de Nora Miranda (notable en el
entrañable Pie Jesu) y Esteban
Sepúlveda (excelente proyección y aplomo en el potente Hostias
et preces tibi, del Ofertorio). Y justo es destacar las bondades acústicas de La Anunciación, esperándose contar
nuevamente con más presentaciones musicales en dicha iglesia.
En
suma, dos “providenciales” conciertos
en Providencia… con nuevas conquistas
de público, como de un sereno cultivo espiritual.
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