BUENA INTERPRETACION
EN UN AMBITO PROPICIO
Orquesta de
Cámara del Congreso de la Nación, Director: Sebastiano de Filippi. Programa:
Franz Joseph Haydn: “Música Incidental para las siete últimas palabras del
redentor en la Cruz” Hob.XX 1ª (versión
de cuarteto de cuerdas de 1787, adaptado a orquesta de cuerdas). Segundo
concierto del ciclo “Novena Musical 2024 (Distintas notas una sola Nación)”.
Iglesia de San Ignacio de Loyola, 14 de Abril de 2024.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Dentro del
interesante ciclo que la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación
desarrolla en templos religiosos, este segundo concierto incluye una obra que
luego de su versión original sufrió varias modificaciones hasta llegar a la última
(quizás la más conocida), que es en forma de oratorio y que paradójicamente
será interpretada esta misma semana por el Coro Polifónico Nacional. Me estoy
refiriendo a la música incidental para “Las siete últimas palabras del Redentor
en la Cruz” y que en el catálogo Hoboken
lleva el orden XX 1a.
Esta obra es producto de un encargo que el
compositor recibiera por parte de Don
José Saenz de Santa María, Canónigo de la Santa Cueva de la Catedral de Cádiz,
quien le hizo llegar a Haydn (el compositor más famoso de esa época) la
propuesta de este trabajo para acompañar los ejercicios espirituales de
cuaresma. El compositor, quien ya se hallaba liberado de sus compromisos con la
corte de Esterhazy, aceptó el ofrecimiento, puso manos a la obra y como
resultado emergió una obra dividida en
una introducción, siete sonatas que llevan por título algunas frases
pronunciadas por Jesús durante su agonía en la cruz y un final inspirado en la
pasión, basado en el relato que manifiesta que al instante en que cuando el
redentor fallece, la tierra tembló y aparecieron cuerpos alrededor del calvario. Cada Sonata estaba precedida de la predica
del sacerdote, con el tiempo y seguramente para que el trabajo sea ofrecido en
sala de conciertos, se apeló a la presencia de un narrador. La versión
escuchada en esta oportunidad pareció basarse en la efectuada en Gran Bretaña
en el pasado siglo en donde solo se escucharon los dichos de Jesús, los que en
esa oportunidad fueron leídos por el recordado tenor Peter Pears. Y en cuanto a
la orquestación, sin ninguna duda, la que se escuchó está basada en la segunda
versión para cuarteto de cuerdas del año posterior a la composición de la
primera, 1787.
La estructura entonces es: Introducción
(Maestoso ed Adagio), Siete sonatas que llevan por títulos: “Padre, perdónalos
porque no Saben lo que hacen” (largo); “De cierto te digo: hoy estarás conmigo
en el paraíso” (Grave e Cantábile); “¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!, Ahí tienes
a tu madre!” (Grave); “¡Dios Mío, Dios Mío!, ¿Por qué me has abandonado?” (Largo),
“Tengo Sed” (Adagio); “Todo está terminado” (Largo), “Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu” (Largo), para luego culminar en “El Terremoto” (Presto
e con tutta la forza).
En todos los casos hay un profuso desarrollo de
los temas. Las sonatas tienen su clásica estructura de tema inicial, sección
central o segundo tema y recapitulación
del tema del comienzo. Ahí es en donde radica la dificultad interpretativa, sobre
todo en esta versión netamente instrumental. Hay que sostener el discurso atravesando una delgada línea en la que de un lado hay
dinámica, pero que de caer en el otro
con un tempi excesivamente “pesante” puede llegarse a una situación
verdaderamente insostenible e indigerible para el público. Aquí es en donde
radicaron los méritos del Maestro De Filippi y de los músicos que integran el
conjunto. Manteniendo la tensión en cada página se sostuvo el discurso y se
logró cautivar al público.
Este ciclo le permite al conjunto abordar
temáticas diferentes a las que se ofrecen en los conciertos del salón de los
Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. Vale la pena prestar atención a los avisos
de estas presentaciones, pueden encontrarse obras que rara vez se frecuentan.
Donato Decina
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