jueves, 18 de abril de 2024

 






Momento de la Función de Ariadna en Naxos en el Teatro Colón. Créditos: Prensa Teatro Colón, Fotografía del Mtro. Arnaldo Colombaroli.




“Ariadna en Naxos” de Richard Strauss, en el Teatro Colón


 


Teatro Colón

Martes 16 de abril de 2024 

Escribe: Graciela Morgenstern 


 

"Ariadna en Naxos”, de Richard Strauss

Libreto: Hugo von Hofmannsthal

Elenco: Carla Filipcic Holm, Sergio Escobar, Laura Grecka, Ekaterina Lekhina, Alejandro

Spies, Pablo Urban, Felipe Carelli, Santiago Martínez, Iván García, Oriana Favaro,

Florencia Bugardt, Florencia Machado y otros.

Orquesta Estable del Teatro Colón.

Régie: Marcelo Lombardero

Escenografía: Diego Siliano

Vestuario: Luciana Gutman

Coreografía: Ignacio González Cano

Diseño de video Matías Otarola

Iluminación: José Luis Fiorruccio

Director musical: Gûnter Neuhold 


Como inicio de la Temporada Lírica 2024, el Teatro Colón ofreció la reposición de la

versión 2019 de Ariadna en Naxos. Con un prólogo y un acto, la estructura es muy

interesante. El prólogo presenta el conflicto entre una compañía de ópera y otra de

comediantes que se ven obligados por el capricho de un rico vienés, a actuar

simultáneamente en la representación de la ópera seria Ariadna en Naxos, lo que

provoca la indignación de quien compuso la obra, que finalmente, acepta el desafío. El

acto en sí mismo consiste en una ópera dentro de una ópera, en la que la frívola idea del

amor de la comediante Zerbinetta se opone al sentimiento pesimista de la desconsolada

Ariadna y su patética soledad en la isla de Naxos, donde ha sido abandonada hasta que

finalmente, el milagro del amor la une a Baco.

En esta oportunidad, hubo interpretaciones de diferentes niveles artísticos. El rol

protagónico contó con la excelente actuación de Carla Filipcic Holm. Con voz potente y

aterciopelada, de color atractivo e impecable línea de canto, expresó la variada gama de

sentimientos y estados de ánimo de Ariadna: esperanza, depresión y regocijo.


Su contraparte, Zerbinetta, estuvo, una vez más, a cargo de la soprano rusa Ekaterina

Lekhina quien cautivó al público con su esbelta figura y desenfado actoral. Desde el punto

de vista vocal, su actuación fue correcta, aunque se notó un desgaste vocal respecto de

su actuación en 2019.

En tanto, Laura Grecka, reemplazando a Tamara Gura, articuló el papel de la

compositora con intensidad. Aunque sus recursos vocales no siempre fueron suficientes,

especialmente en su registro grave, cantó con entrega.

Sergio Escobar posee buen material vocal, voz bien timbrada y adecuado caudal. Sin

embargo, no descolló como Baco y Tenor.

Oriana Favaro, Florencia Bugardt, Florencia Machado cantaron en forma armónica, con

tono parejo y equilibrio vocal.

El resto del elenco cumplió su labor con eficacia, destacándose Alejandro Spies como el

Maestro de Música, . mientras Carlos Kaspar fue un mayordomo correcto.

Gûnter Neuhold  al frente de la Orquesta Estable, realizó una lectura rutinaria de la

partitura, sin exhibir toda la riqueza instrumental y colorido que la misma contiene.

Desde el punto de vista visual, idéntico a la producción de 2019, mientras el vestuario de

Luciana Gutman , la escenografía de Diego Siliano y la iluminación de José Luis

Fiorruccio, estuvieron acordes a la puesta que se presentó, la producción escénica de

Marcelo Lombardero transportó la obra a tiempos modernos, con un Prólogo bien logrado,

que se adaptó perfectamente a la obra. En la segunda parte, el acto de Ariadna, introdujo

una serie de bufonadas irreverentes, que desvirtuaron el espíritu de la ópera y causaron

las risas del público y no les permitió disfrutar del verdadero romanticismo contenido en el

dúo y los momentos finales. Una verdadera pena, un concepto equivocado de una obra

sublime.


CALIFICACION: BUENA

No hay comentarios:

Publicar un comentario