martes, 17 de julio de 2018


REVISIONADA IMPECABLEMENTE, MUSICALMENTE INMORTAL

Nuova Harmonia 2018: Balletto di Roma: “Giulietta e Romeo”: Basado en “Romeo y Julieta” de William Shakespeare y en la Música para el Ballet Homónimo de Serguei Prokofieff. Interpretes: Azzurra Schena (Giulietta), Luca Pannacci (Romeo), Raffaele Scicchitano (Mercuccio), Simone Zannini (Teobaldo), Paolo Barbonaglia (París), Andrea Ginevra (Benvolio), Giuseppe Paolicelli (Padre de Giulietta), Roberta de Simone (Madre de Giulietta), Monika Lepisto (Madre de Romeo), Eleonora Peperoni (Nodriza), Cecilia  Borghese/Eleonora Pifferi (Hermanas). Dirección Escénica: Fabrizio Monteverde. Iluminación: Emanuele De Maria. Dirección Artística: Francesca Magnini. Director General: Luciano Carratoni.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

  Dentro de las propuestas que Nuova Harmonia presenta durante la corriente temporada, causó expectativa esta que presentó al Balletto di Roma, compañía surgida en 1960 por la fusión de la Escuela de Ballet de la Opera de Roma y el Ballet de la Toscana, con la reformulación que el Coreógrafo Italiano Fabrizio Monteverde realizó tomando la música inmortal de Serguei Prokofieff y reprocesando la temática de la Obra de Shakespeare, dándole un carácter mas fuerte a la figura de Julieta, mas libre, personal y decidida y a Romeo una imagen entre la espada y la pared, en donde deberá optar por su familia o jugarse por el amor de Julieta. La acción trasladada de Verona al Sur de Italia en un pueblo no especificado. Las familias muy bien caracterizadas hasta en los detalles de vestuario. Los Montecchi, con  vestimentas de tinte Rojo, los Capuletti con vestimentas de tinte Negro. Dos madres de fuerte carácter, la de Romeo “Jefa” de Clan montada sobre una silla de ruedas para incorporarse de ella como verdadera “Camorrera” ante cada gresca entre clanes y la de Julieta con un sorprendente rol de jefa aún ante la presencia de su esposo, aquí en actitud condescendiente con su mujer (raro por esas latitudes italianas), como en el momento de imponerle a la joven el casamiento con París, mas allá del rechazo que esta le tiene. Es Julieta la que cita a Romeo a escondidas luego de su fiesta de quince (a la que Romeo, Mercuccio y Benvolio concurren en barra como para “Arruinarla”, propósito frustrado ante el deslumbramiento que el primero adquiere de Julieta). Es Julieta la que ve a Fray Lorenzo (aquí caracterizado en las sombras por un actor al que no se le ve el rostro) y espera a Romeo para casarse. Lógicamente es Julieta la que luego de las muertes de Mercuccio y Teobaldo, del destierro de Romeo y la noticia del Matrimonio arreglado con París la que le pide al Fray el narcótico que inducirá al error y la tragedia, en una escena en la que encuentra a este autoflagelandose , acaso por no haber previsto esas dos muertes. Y es ella la que decide de que forma morirá junto a su amado. Desde allí partirá una coreografía moderna, plástica, técnica, llevada a cabo por un imponente cuerpo de baile, muy disciplinado muy bien ensamblado que dieron vida a este espectáculo formidablemente iluminado, con convincentes desplazamientos escénicos en donde sobresalieron las labores de Simone Zannini como Teobaldo (Acaso el bailarin mas dotado técnicamente de la agrupación) , Raffaele Scicchitano como Mercuccio, dueño de muy buen porte, dotes para la comedia y plasticidad absoluta y la pareja protagónica, de química absoluta, conformada por Luca Pannacci como un estupendo Romeo, luciendo atribulado, pero igualmente decidido a llevar adelante su historia de amor  y la Sobresaliente Azzurra Schena como Julieta, con escena maravillosa, formidables recursos técnicos y actorales, dueña de una plasticidad absoluta.

  Ha sido un nuevo acierto del equipo comandado por Elisabetta Riva, el que seguramente se profundizará en el futuro.

Donato Decina

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