Impecable y maravillosa reposición de “FALSTAFF” en
el Teatro Avenida
VERDI PARA DISFRUTAR Y COMPARTIR EN
FAMILIA
Martha CORA ELISEHT
Dentro de las entidades de ópera independientes que han
presentado sus correspondientes temporadas durante el transcurso del corriente
año, esta vez le tocó el turno a la Compañía Lírica “Giuseppe Verdi”, que
repuso la obra póstuma del gran compositor italiano: “FALSTAFF”, entre los días 2 al 9 de Mayo, bajo la dirección
musical de Ramiro Soto Monillor y la dirección artística de Adriana Segal, con
escenografía digital de Manu Tangir Farrés y vestuario de Sidney Page, quien
también tuvo a su cargo la caracterización.
El elenco estuvo formado por los siguientes cantantes:
Luis Gaeta y Juan Font (John Falstaff);
Sabrina Cirera (Alice), Sebastián
Sorrarain (Ford), Iván Mayer (Fenton), Fabiola Massino (Nanetta), Alicia Alduncín (Quickly), Laura Domínguez (Meg), Sergio Spina y Gabriel Sala (Cajus), Luis de Gyldenfelt (Pistola), Fernando Tassende (Bardolfo) y Agustín Arduriz Bravo (Tabernero).
Quien escribe tuvo el privilegio de asistir a la función
de estreno, ocurrida el pasado jueves 2 del corriente, que sorprendió no sólo
por la calidad de los cantantes que integraban el elenco y por la impecable
dirección artística de Adriana Segal, sino también por la calidad de los
músicos que integraron la orquesta, la excelente compaginación y preparación de
las voces –tanto de los cantantes principales como el Coro de la mencionada
entidad- , una muy buena puesta en escena mediante técnica de “digital mapping”
y un impecable vestuario –confeccionado con materiales reciclados y corbatas-
hizo el resto, transportando al espectador a las delicias y al clima de época
donde transcurre la única ópera cómica que escribió Verdi, basada en la obra
homónima de Shakespeare (“Las alegres
comadres de Windsor”), donde los enredos se suceden y abundan por doquier. Un espectáculo digno de ofrecer en una
gran sala que, lamentablemente, estuvo prácticamente vacía. Pero se trató de un
detalle al margen que no le restó mérito, sino exactamente todo lo contrario.
La excelente calidad y nivel artístico de la producción la hacen sumamente
recomendable para disfrutar en todo sentido.
Los principales intérpretes descollaron por su excelente
técnica vocal, profesionalismo y soltura sobre el escenario. Luis Gaeta
–intérprete ideal para este tipo de roles-
ofreció un espléndido John Falstaff,
dando vida al simpático protagonista, tan adorable como pícaro y sinvergüenza.
Sus destacadas intervenciones provocaron la risa del público presente, que se
acentuaron en las escenas del 2º y 3º Acto de la obra. Merecen un apartado
especial su uso del falsete para
hacer alusión a los personajes femeninos y sus grandes dotes histriónicas.
Tanto Sergio Spina como Iván Mayer sorprendieron con sus magníficas
interpretaciones del Dr. Cajus y Fenton, respectivamente, con voces
potentes, limpias y diáfanas, y con una técnica vocal impecable en los dúos con
la bella Nanetta, a cargo de Fabiola
Massino. Esta joven soprano ligera posee una bella coloratura y una técnica
perfecta, que le sirvió para ofrecer una versión impecable de la difícil Aria de la Luna y que se ganó los
aplausos del público. Luis de Gyldenfelt
y Fernando Tassende deleitaron al auditorio con sus magníficas interpretaciones
de Pistola y Bardolfo,
respectivamente. Estos dos jóvenes valores son grandes actores y muy buenos
cantantes líricos, que se lucieron en sus respectivos roles. Y Sebastián
Sorrarain brindó una magnífica interpretación de Ford, destacándose por sus dotes histriónicas y su gran caudal de
voz.
Independientemente de la labor destacada de Fabiola
Massino como Nanetta, el trío de las
alegres comadres formado por Sabrina Cirera, Laura Domínguez y Alicia Alduncín
–interpretando a Alice Ford, Meg y Mrs. Quickly, respectivamente- brindó
una perfecta complementación entre las tres voces femeninas (soprano,
mezzosoprano y contralto) y cada una de ellas se lució en sus respectivas arias.
Y, en el caso de la contralto, su “Reverenza”
fue magistral. Además, las tres son estupendas actrices y derrocharon gracia
sobre el escenario. Naturalmente, el gran caudal de voz de Sabrina Cirera se
destacó un poco más que el resto- acorde a su protagonismo-, pero no de forma
exagerada, sino que hubo un equilibrio perfecto entre las tres voces. Por
último, la dirección orquestal de Ramiro Soto Monillor fue magnífica, al igual
que el Coro, que estuvo muy bien preparado.
Hacía tiempo que una no escuchaba una versión de FALSTAFF de tanta calidad, ya que si
bien esta obra se repuso a fines de 2018, quien escribe no pudo asistir por
compromisos profesionales. Pero la Asociación Argentina de Críticos Musicales
le dio su visto bueno y su recomendación como uno de los espectáculos líricos
nominados a premio. Un espectáculo digno de ver y apreciar en todos los
sentidos e ideal para disfrutar en familia, además de brindar una excelente
oportunidad para introducir a los más pequeños en el fantástico mundo de la
ópera.
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