PLENA JERARQUIA
Mozarteum
Argentino, Temporada 2019. Actuación de la Irish Chamber Orchestra, Solista y
Director: Jörg Widmann (Clarinete). Programa: Obras de Mozart, Widmann y
Schumann. Teatro Colón, 10 de Junio de 2019.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Tal como venimos haciendo en cada
comentario en gran parte de lo que va de la presente temporada, es evidente que
la situación socioeconómica actual de la Argentina obliga a las entidades
privadas de conciertos a adoptar decisiones como las de programar pequeñas
agrupaciones u Orquestas de Cámara extranjeras por sobre agrupaciones
sinfónicas o solistas de alto renombre. Pues bien, la sesión anterior nos trajo
a la Orquesta de Cámara de Munich en reemplazo de la agrupación sinfónica de
China y se constituyó en un gran suceso, enriquecido por la presencia como
solista de la Pianista Francesa Lise de La Salle. Aquí,, si bien ya estuvo
programado desde el comienzo, volvió a reiterarse el formato con la presencia
de la Irish Chamber Orchestra, agrupación con sede en Limerick, liderada desde hace 7 años por el Compositor,
Director y Clarinetista Alemán Jörg Widmann, quien justamente se presentó ante
el público argentino en todas sus facetas, abordando un programa harto
comprometido.
Ya de movida nomás, Widmann acometió junto a
la agrupación como solista y Director el Concierto para Clarinete y Orquesta
Kv. 622 en La mayor de Mozart. Obra que a lo largo de sus tres movimientos
muestra amplio discurso, melodísmo a toda prueba y desafíos permanentes al
solista. Widmann se reveló como un muy buen clarinetista, capaz de llevar el
discurso musical mozartiano hasta los últimos detalles. Trabaja como pocos los “pianissimi”,
aún durante la interpretación se acerca hacia el sector de la agrupación pronto
a atacar para acompañar esas entradas con su cuerpo Sonido refinadísimo por parte
del conjunto al que le extrajo todos los detalles. Podría decir que fue una versión exquisita en todo
sentido, donde la transparencia mozartiana estuvo hasta en el menor pasaje.
“Con Brío”, es una obra compuesta en 2008
por Widmann debido a un encargo efectuado por Mariss Jansons y la Orquesta
Sinfónica de la Radio Bávara, para ser interpretada durante los conciertos en
los que la Orquesta y el Director Letón
interpretaron la integral de sinfonías de Beethoven. Al igual que lo
hiciera Ntro. Compatriota Oscar Strasnoy en “The End”, estrenada entre Ntros. El
pasado año con la Filarmónica de Dresde, Widmann toma citas de los movimientos “Con
Brío” delas Sinfonías Nºs. 7 y 8 del Gigante Alemán, para desarrollar una
escritura muy personal, la que incluye solo soplos por parte de los vientos de
la Orquesta. Daniel Barenboim y la Orquesta del Diván fueron aquí en la
Argentina, los encargados de revelarnos este trabajo de Widmann. Lógicamente el
hecho de estar el propio compositor al frente de la Orquesta en esta
oportunidad acrecentó mi inquietud y realmente no defraudó en absoluto. Al
hacerlo con un conjunto de cámara, además de sacrificar masa orquestal, asume
el riesgo de quedar mas descubierto. En este caso eso posibilito la percepción
de un mayor número de detalles quw con una gran orquesta no acontece. Las citas
a Beethoven más el estilo de otros compositores posteriores a El. El desdoble
del percusionista, el que se prodigó totalmente, la justeza de la cuerda y la
firmeza de vientos y metales, para que esta obra eminentemente atonal pudiera
ser disfrutada de punta a punta. Los
sostenidos aplausos del final rubricaron la labor de Widmann, quien
indiscutiblemente fue el centro de la escena en ese segmento.
La otra gran sorpresa de la noche fue la
inclusión en la segunda parte de la Sinfonía Nº 2 en Do mayor, Op. 61 de Robert
Schumann. Son pocas, lamentablemente, las agrupaciones que incluyen Schumann en
sus programas de concierto. Sea por su escritura, por la necesidad de encontrar
interpretes supremos y hasta orquestas virtuosas, la realidad indica que muchas
veces se prefieren las obras para mayor masa orquestal y dejar elegantemente a
un costado a las obras de este gran compositor. Widmann se inscribe sin ningún lugar
a dudas entre la corriente “Schumaniana”, la que influye hasta en sus
composiciones y demostró ser un “Schumaniano” de fuste. Logró del conjunto
bellísimas sonoridades, riqueza tímbrica, infinidad de matices y un “tempi”
absolutamente acertado para lograr una de las más imponentes versiones que este
cronista recuerde. Habrá que mirar muy atrás y recordar tal vez la ofrecida en
1985 por Bernad Haitink (Quien en Setiembre próximo a los 94 años deja el
podio) y la Royal Concertgebow Orchester para comparar algo semejante.
La justiciera ovación tributada marcó el
final de la noche. Nadie necesitó más.
Donato Decina
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