ASUMIR EL COMPROMISO RENOVANDO EL REPERTORIO
Centro Cultural
Kirchner, Temporada 2021: Concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica Municipal
de Avellaneda, Director Invitado; Gustavo Fontana. Solista: Gonzalo Morales Sánchez
(Clarinete). Programa: Obras de Astor Piazzolla, Richard Strauss y Ludwig Van Beethoven.
Auditorio Nacional, 05 de Setiembre de 2021.
NUESTRA OPINION: BUENO
Por diversas circunstancias personales, he
seguido a la Orquesta Sinfónica Municipal de Avellaneda a lo largo de 30 años,
las más de las veces en su sala de conciertos oficial, el Teatro Municipal Roma
de esa ciudad. Presencié momentos de alta calidad y otros de un nivel más
desparejo, pero muchas veces me he sorprendido en sus participaciones de
actividades oficiales y de coproducciones
entre los organismos de cultura del municipio y grupos independientes mediante
las cuales se han exhumado y hasta estrenado composiciones de autores de fama
mundial, las que increíblemente a más de un siglo de estrenadas algunas de
ellas, nunca fueron ofrecidas en la Argentina como por ejemplo Una Obertura de
Anton Bruckner en un concierto dirigido por Ricardo Barrera, las óperas “Il
Corsaro” y “Alzira” de Giuseppe Verdi o “La Arlesiana” de Francesco Cilea (La
primera de ellas llevó la puesta en escena de Ntro. compañero Eduardo Casullo)
o la exhumación de “Edgar” de Giacomo Puccini en la versión definitiva
estrenada en Buenos Aires durante la visita de su autor a Ntra. Capital. Desde
la última etapa de la titularidad del Maestro José Rodriguez Faure a la
actualidad han pasado nombres muy importantes en su podio: Carlos Calleja,
Carlos Vieu, Mario Perusso, Mario de Rose, Roberto Luvini, Fernando Alvarez,
Sebastiano de Filippi, Jorge Lhez, Cesar Tello, Andrés Juncos, hasta docentes e
instrumentistas de organismos dependientes de esa Municipalidad como el ya
Mencionado Barrera, Armando Garrido, Jorge G. Fontenla, Oscar Gálvez Vidal y
Hugo Mazzeo. Pues bien, ante la invitación del Centro Cultural Kirchner para
presentarse en el Auditorio Nacional, se convocó para la Dirección del mismo al
Maestro Gustavo Fontana, probadisimo conductor quien llevo adelante un interesante
programa, en donde una vez más se interpretaron obras que hablan de una
saludable apertura de repertorio y eso es lo que ha traído aparejada la
pandemia que nos afecta. El hecho que deben hacerse bajo estricto protocolo los
conciertos, posibilita que haya programaciones que no caen en lugares comunes y
se presenten obras muy poco difundidas.
Ante todo y dado que no escuchaba a la
Orquesta desde hacía un tiempo bastante prolongado (antes del comienzo de la
pandemia), llamó mi atención la importante cantidad de nuevos integrantes del
conjunto en sus atriles, lo cual habla de una renovación. Súmese el hecho de que
hace relativamente muy poco tiempo que han vuelto a la actividad presencial, lo
que no hizo más que acentuar mi interés en la audición.
El
programa dio comienzo con una obra de Astor Piazzolla para quinteto en arreglo
para orquesta de cuerdas de Luciano Falcón: El “Concierto para Quinteto” del año
1971. Es una obra en donde talla fuerte la personalidad del compositor con
pasajes que exige al máximo la capacidad de los instrumentistas. También
conlleva una responsabilidad adicional para el violín concertino con un
prolongado pasaje a él otorgado que en esta ocasión fue interpretado por la violinista
que ocupó la posición (sepan disculpar la omisión del nombre, pero en este caso
la gacetilla de prensa con la información del concierto no lo consignó), la que
salió airosa del compromiso. Del mismo modo se percibieron algunas
imperfecciones las que de todas maneras en
modo alguno afectaron el resultado final de la versión.
Con la participación del clarinetista Gonzalo
Morales Sánchez, Solista titular de la Orquesta, se interpretaron dos de las “Cuatro
Estaciones Porteñas” del mismo Piazzolla, “Invierno” y “Verano”. Morales
Sánchez mostró muy interesante técnica, extrajo muy buen sonido a su
instrumento y mantuvo una total conexión con Fontana y sus compañeros, los que
brindaron un adecuado acompañamiento.
Ya en la segunda parte hicieron su ingreso
las secciones de maderas, cornos y una contrabajista de la orquesta para
ofrecer la Serenata en Mi bemol mayor para 7 instrumentos de Richard Strauss
del año 1881, aunque en esta oportunidad, fueron más de 7 los Maestros
presentes. Trabajo de juventud del gran compositor alemán, ya preanuncia muchas
características que descollarán en obras posteriores. Las maderas respondieron
de manera muy efectiva y los cornos, más allá de alguna imperfección, respondieron
de modo muy digno.
Y el cierre vino de la mano de un Beethoven
muy poco frecuentado: Su Octeto para Vientos del año 1792, el que muestra al
genio de Bonn ya muy próximo a dar su gran salto de calidad. Aquí si el
rendimiento del pequeño conjunto fue solido de punta a punta a lo largo de sus
4 movimientos. Hubo plena conexión con Fontana y entre todos obtuvieron una
versión muy enjundiosa e interesante que terminó por atrapar al público. El
resultado final de esta presentación fue el de un conjunto muy comprometido,
con un interesante repertorio encomendado a un Director que logró extraerles a
los músicos el máximo posible de calidad. Una oportunidad muy bien aprovechada.
Donato Decina
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