KRISTINE
OPOLAIS
Teatro
Colon 30/10/2021 – Marcelo Ayub (piano)
La
soprano letona Kristine Opolais, es una de las cantantes más destacadas de la
actualidad, a la que bien le cabe la definición de “cantante - actriz”,
con el que se la presenta en su curriculum.
Muy
expresiva e intensa en su interpretación, logró convencer escénicamente en cada
aria que ofreció en su recital en el Teatro Colon.
Claro
que, como vemos frecuentemente en estos tiempos, esa misma intensidad dramática
que expresa con sus gestos y movimientos, no condicen con el instrumento vocal
requerido para interpretarlas.
La
voz de Opolais, no es una gran voz. Aunque
bella, no es una voz dramática ni con el
volumen suficiente para encarar el repertorio que propuso y es por eso, que hay
un marcado desbalance entre su actitud corporal y su canto. Lo que sobra en su
actitud, falta en su voz.
Hay
que reconocer, que fue novedosa la manera de presentarse en escena. Entra al
escenario cuando ya el pianista acompañante arranca con la introducción musical
del aria que va a interpretar. Entra en escena el personaje, no la intérprete,
no la soprano con nombre y apellido.
El
comienzo fue un poco titubeante, con un perceptible nerviosismo en su voz, que
fue desapareciendo a lo largo de la velada ante los aplausos del público,
y se fue afianzando con más entrega a lo
largo del concierto.
Por
lo dicho, no es de extrañar que sus mejores momentos estuvieran en las arias
más líricas, como la “canción a la luna” de Rusalka de Dvorak y “O mio babbino
caro” del Gianni Schicchi, de Puccini, que ofreciera en los bises.
Algo
le sucedió interpretando “vissi d’arte” de Tosca de Puccini, que cantó
inexplicablemente de espaldas a público y que terminó con un agudo corto y
tirante.
También
fue interesante su interpretación de la escena de Desdemona (Canción del sauce
y Ave Maria), del Otello verdiano. También incluyo “L’altra notte in fondo al mare”, del
Mefistofele, de Boito , en la que se pudo apreciar concretamente, las virtudes
y falencias de la cantante.
El
resto del repertorio interpretado comprende las dos arias de Adriana Lecouvreur
de Cilea; “Ebben?, ne andro lontana” de La Wally de Catalani; “Un bel di
vedremo” de Madama Butterfly de Puccini; y como bis final “Sola, perduta,
abbandonata”, de Manon Lescaut de Puccini, en la que expuso todos los reparos
que comentamos.
Mención
especial para el pianista acompañante, Marcelo Ayub, quien es también Maestro
preparador, en el Teatro Colon, e interpretó estupendamente, como solista, los
arreglos de Liszt para la “Muerte de amor” del Tristan e Isolda de Wagner y el
“Intermezzo” de la Manon Lescaut de Puccini.
Como
conclusión se puede decir que la “cantante - actriz” Kristine Opolais, podría cambiar esa
definición por la de “actriz - cantante”
ya que deslumbra más como actriz que como cantante.
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