UN MUY BUEN DIRECTOR
Teatro
Colón, temporada 2021, Concierto a cargo de la Orquesta Filarmónica de Buenos
Aires, Director: Paolo Bortolameolli. Programa: Obras de Drangosch, Schreker y
Beethoven. 29 de Octubre de 2021.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.
Sorprendió
mucho el hecho de que el Maestro Bruno Gelber, quién era el solista de este
programa y que tendría a su cargo la obra de fondo del concierto, el Nº 3 de
Beethoven, cancelase su presentación por razones de salud, lo que tratándose de
un solista de su talla debió haber sido algo serio, por lo que hago votos desde
aquí para que sea pronta su recuperación. Lo cierto es que esta decisión hizo
que todo el peso de la velada recayera sobre el director invitado, el joven
maestro chileno Paolo Bortolameolli, poseedor ya de muy buenos antecedentes
profesionales con interesantes presentaciones en Europa a lo que se suma su
actual labor como asistente de dirección del Maestro Gustavo Dudamel en la Filarmónica
de Los Angeles. Ya desde el vamos se pudo percibir que estábamos ante la
presencia de un verdadero conductor de raza con su abordaje de una obra de
Ernesto Drangosch la Suite miniatura fantástica “Baltraüme” (Sueños de un Baile)
la que ha sido rescatada y revisada por el Mtro. Lucio Bruno-Videla en su
incansable labor en el Instituto de Investigación en Etnomusicología del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires. Es una obra que consta de cuatro partes cuya
música nos refiere a las acciones que transcurren durante un baile. Compuesta
en 1905 y estrenada en concierto en Enero de 1906 en el entonces Casino Bristol
de la Ciudad de Mar del Plata, se inscribe en las tradiciones del
Post-romanticismo Europeo que ya por entonces comenzaba a dar paso a las nuevas
tendencias de la música. Encontramos en esta partitura descripciones de
ensueños, momentos de apasionamiento, fragmentos descriptivos. Bortolameolli
guió con precisión a la Filarmónica extrayendo de estas páginas hasta el máximo
posible, haciendo que de inmediato el público reaccione favorablemente ante un
trabajo que gracias a la labor de Lucio Bruno-Videla pudo apreciarse quizás por
segunda vez y que a mi entender merecería programaciones futuras. Otro tanto le
cabe a la interpretación de la Sinfonía de Cámara en un Movimiento de Franz
Schreker, la que ignoro si no ha sido una primera audición Argentina.
Orquestada para un orgánico reducido de cuerdas, vientos y percusión,
desarrollada con elementos propios del romanticismo tiene un gran desarrollo
expansivo y es rica en materiales. Bortolameolli le imprimió a la orquesta una
profundidad interpretativa tal que obtuvo un sonido homogéneo y momentos de
extraordinario brillo. Verdaderamente se percibió un “capolavoro” que quedará
como uno de los grandes hechos musicales de la presente temporada.
La mencionada ausencia del Mtro. Gelber fue
cubierta con una estupenda versión de la Septima Sinfonía Op. 92 del propio Beethoven
en una labor para nada rutinaria, rica en detalles y minuciosa hasta la medula
a la que le dio el plus de ofrecerla en forma completa. Se vio a un conductor
absolutamente compenetrado hasta en el mínimo gesto y le extrajo al conjunto
todo lo que el buscó, por lo que debemos agradecerle este enfoque tan personal,
carente de la menor tentación de caer en una interpretación de compromiso.
Ignoro con cuanta antelación se pudo trabajar en la sinfonía, pero cualquiera
que haya sido la cantidad de ensayos se vio una mutua colaboración entre Director
y Orquesta y por ende el formidable resultado. Ojalá tengamos a Bortolameolli
mas seguido por aquí.
Donato Decina
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