Cierre del ciclo
“ARGENTINA FLORECE” en el Museo Nacional de Arte Decorativo
A JARDÍN FLORIDO Y A PURA LÍRICA
Martha CORA ELISEHT
Gracias a la pandemia, los jardines del Museo Nacional de
Arte Decorativo se han transformado en un magnífico espacio cultural al aire
libre para la realización de conciertos y recitales de cámara. Durante el
transcurso del corriente año, se transformó en el espacio permanente del ciclo ARGENTINA
FLORECE, que cerró el pasado domingo 26 del corriente con un recital a
cargo del tenor Pablo Politzer y la soprano Laura Pisani, acompañados en el
piano por Julia Inés Manzitti.
El recital comenzó puntualmente dentro de un clima
sumamente agradable, donde no se sintió para nada el clima tórrido que
caracterizó a la jornada gracias al soplo de una fuerte brisa de aire fresco. Y
contó con un presentador de lujo: el tenor Gustavo López Manzitti, quien hizo
una breve reseña curricular de los artistas y de las obras para facilitar su
comprensión por parte del público.
Abrió
con fragmentos de LUCÍA DI LAMMERMOOR de Gaetano Donizetti (aria de
Lucía “Regnava nel silencio”; dúo “Sulla tomba che rinserra”…”Qui, di
sposa eterna… Ah! Verranno a te sull’aure” y aria de Edgardo “Tombe
degli avi miei”… “Fra poco a me ricovero”). Un repertorio característico
del bel canto, que fue muy bien encarado por Laura ^Pisani y Pablo
Politzer tanto de manera individual como en los dúos de amor entre Lucía y
Edgardo. La interpretación de Pisani fue exquisita, con buenos matices y
una coloratura impecable, mientras que el repertorio belcantista le
sentó de maravilla a Politzer. El tenor es un especialista en repertorio
barroco, pero últimamente ha incursionado en ópera y zarzuela y con un muy buen
resultado. Hizo gala de su coloratura en la célebre aria de Edgardo al
final del 3º Acto y se retiró sumamente aplaudido luego de ofrecer una versión
caracterizada por su dramatismo.
Tras
una muy buena interpretación al piano de Torre Bermeja, Op.92 de Isaac
Albéniz a cargo de Julia Manzitti, Laura Pisani cantó la celebérrima aria de la
Reina de la Noche de LA FLAUTA MÁGICA de Mozart (“Die hölle
Rache”), donde expuso una vez más su coloratura -típica de una de las arias
más difíciles para la soprano ligera- y su técnica al servicio de la melodía.
Tras los aplausos, el recital continuó con dos fragmentos de EL ELIXIR DE
AMOR de Donizetti: Pablo Politzer ofreció una muy buena versión de la
famosísima romanza “Una furtiva lacrima”, caracterizada por el profundo
sentimiento que siente Nemorino por Adina. En este caso, puede
decirse que la cantó con el alma, lo que le valió el sincero y cálido aplauso.
Y continuaron con el dúo del 1º Acto entre Adina y Nemorino (“Caro
elisir…sei mío!”…Esulti pur la barbara”) para cerrar el recital con una
pieza cómica, que permite a los
cantantes hacer gala de sus dotes histriónicas. El dúo fue perfectamente
interpretado tanto desde el aspecto vocal como el actoral, que les permitió
lucirse en una muy buena versión. Si a esto se le suma la maestría de Julia
Inés Manzitti como acompañante, no hace falta decir nada más. Tanto gustó, que
obligó a realizar un bis: el dúo de amor entre el Duque de Mantua y
Gilda de RIGOLETTO (“È il sol dell’anima”), donde Laura Pisani y
Pablo Politzer tuvieron otra destacadísima actuación.
Tras
los aplausos finales, el director del Museo -arquitecto Martin Marcos- se
acercó al escenario no sólo para felicitar a los artistas, sino también para
anunciar el cierre del presente ciclo, que será retomado a partir de Febrero
del año próximo en ese maravilloso marco que permite el florecer de las artes y
que brinda una inmensa oportunidad a nuestros artistas. Ojalá que la situación
sanitaria así lo permita.
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