SOBRESALIO EL
ESTRENO DE ESTEBAN BENZECRY
Teatro
Colón: Decimotercer concierto de abono a cargo de la Orquesta Filarmónica de
Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solísta: Noa Wildschut
(Violín). Programa: Obras de Bruch y Benzecry. Teatro Colón, 16 de Setiembre de
2022.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
No cabe duda
alguna de que la atracción del Concierto que la Filarmónica de Buenos Aires ha llevado adelante en la sala
del Colón, ha sido el estreno mundial del “Concierto para Orquesta” de Esteban
Benzecry, Obra comisionada por el Teatro al gran compositor argentino, está
dedicada a la Filarmónica y a Enrique Arturo Diemecke. Debió estrenarse en el
año 2020 y por las circunstancias adversas finalmente pudo efectivizarse en
esta velada.
Si debemos enmarcar el periodo creativo de
Esteban Benzecry para esta composición, se da en un momento en el que el
fermento artístico estaba influido no solo por esta obra sino por la concreción
de un gran aporte al genero lírico cual es la mono ópera “Garasha” en la que el compositor explora un lenguaje
musical expresivo de corte universal y también en la concreción de un CD monográfico
de altísima calidad que se integró con su Concierto para Violín y Orquesta con
Xavier Inchausti como solista, el Concierto para Clarinete y Orquesta que tuvo
en Mariano Rey a su más fiel traductor y el Ciclo de Canciones para Soprano y
Orquesta, las que fueran abordadas hace tan solo 15 días atrás en el Auditorio
Nacional del Centro Cultural Kirchner con la voz de Ayako Tanaka (la misma
solista en la grabación y también dedicataria de “Garasha”), la Orquesta
Sinfónica Juvenil Nacional Libertador General San Martín y la Dirección de Pablo
Boggiano, también guía orquestal de las grabación de obras de Benzecry , en
este caso al frente de la Orquesta Sinfónica de Lviv (Ucrania). En el caso que nos atañe, este concierto tiene
una fuerte influencia dada por la geografía Argentina, su población originaria sus rituales de ésta, a los que la música en
nada es ajeno y un cierre fuertemente marcado por Buenos Aires y su Tango. Es
por ello que ya desde “Ñitholpeyüm” (“El comienzo” en lengua Mapuche), la
orquesta va emergiendo desde las sonoridades más bajas y los cornos interpretan
una breve melodía que será el hilo conductor de la obra. Con el correr de la
misma, Benzecry demuestra sobradamente su capacidad en el manejo de la orquestación
y en el empleo de la mayoría de las familias de instrumentos de la orquesta a
los que les asigna partes solistas en diferentes momentos de la obra. Hay instantes
de poderosos climax, en donde parecen resurgir los rituales indígenas. Otros
como en el caso del segundo de los cuatro movimientos que lo integran (“Espacios
Reverberantes”) en los que la calma da paso a temas de corte más íntimo donde
instrumentos como el Contrabajo desarrollan su solo, mientras que en “Wara Wara”
(“Estrellas” en lengua aymará) la música
no está exenta de un halo misterioso, ideal para describir la inmensidad del
firmamento y finalmente desembocar en un movimiento de cierre que une simbólicamente
a Buenos Aires con el país todo con un tango de raigambre actual que enlazará con el tema central de la obra con el que la
llevará a un muy vibrante final. La versión escuchada trajo al escenario una
muy sólida labor de la Filarmónica en
donde llamativamente no participaron la mayoría de solistas titulares, pero
quienes ocuparon esas posiciones lo hicieron de modo irreprochable. Sería muy
injusto destacar solo a algunos cuando todos lucieron en muy buena forma en sus
participaciones. Diemecke guió con pericia a la orquesta, pudiéndoselo percibir
muy cómodo con la obra. Lo escuchado permite percibir que será una obra que
tendrá mucho recorrido y no se quedará en una sola noche, es sumamente valiosa
y ha sido, sín dudas, uno de los estrenos de mayor trascendencia en este año.
En el comienzo la Filarmónica con el concurso
de la joven solista holandesa Noa Wildschut abordó una correcta versión del
Concierto para Violín y Orquesta Nº en Sol menor, op. 26 de Max Bruch, con el
Maestro enfatizando los pasajes de mayor bravura para la orquesta, una solista
que necesita tomar un envión para extraer la energía para afrontar dichos pasajes
y en donde se le escuchó un sonido chico en los instantes de mayor
introspección. Tras la interpretación y por invitación del Maestro, ofreció una
correcta versión de una Partita de Johann Sebastian Bach, bien recibida por el
público.
Donato Decina
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