Errático
regreso de Rizzi-Brignoli…
Por Jaime Torres Gómez
La Orquesta
Filarmónica de Santiago siempre tuvo un solvente nivel de
titulares hasta el año 2006, año de su quasi desmantelación (en dos tercios de
sus integrantes), siendo -a la sazón- de las mejores agrupaciones latinoamericanas…
Posterior
a ese hito, con un renovado orgánico, sus titularatos han
tenido, en algunos casos, insalvables desniveles respecto al promedio de
los previos al 2006, inevitablemente incidiendo en el errático desarrollo
de la orquesta. Empero, se aclara, la actual Filarmónica es
una buena orquesta, con solventes jefes de fila y en
general con buenos músicos. Sólo advertir, respecto sus muchas rotaciones, que
no han facilitado modelar una impronta sonora clara y
distinta, como la antigua Filarmónica por décadas, no obstante
hoy cumplir bien profesionalmente.
En este
contexto, evaluando el desempeño del segundo año presencial de Roberto
Rizzi-Brignoli como actual titular filarmónico (asumió
en plena pandemia), se destaca el aporte de
su primer año, con excelentes rendimientos en las óperas La
Bohéme y La Traviata, más sus dos únicos conciertos y
el ballet Giselle. Y a diferencia del año pasado, ahora se le
ve con mayor presencia, especialmente en conciertos, de los cuales,
entre mayo y junio, retornó para tres
programas.
A priori,
de los escasos ocho programas de abono, no es
ideal que el titular sólo haga el 37,5% de
los mismos, situación que amerita revertirse en pos del desarrollo de
la misma orquesta. Ahora -a mitad de año- Rizzi-Brignoli cumplió
su cometido anual en conciertos, concentrándolos en estos dos últimos
meses.
Del
rendimiento de estos programas, se evidenciaron fortalezas y puntos por
mejorar. Reconociendo su solidez
formativa, especialmente en ópera, en conciertos se le
está conociendo mejor, y más aún como responsable artístico de
la programación de la orquesta. Y a la luz de
los resultados, se percibe una sobreexigencia en
obras inadecuadamente programadas (en su distribución anual), a la vez enfoques
de inapelables logros y otros malogrados…
En el
caso del primer programa (con
gran afluencia de público), luego de muchas funciones del exigente
(y extenso) ballet Romeo y Julieta (Prokofiev),
consultó el Notturno N° 1 del postromántico italiano Giuseppe Martucci (1856-1909) -obra de amable carácter,
bien construida y al parecer estreno en Chile-, más el Concierto
para Piano N°5 “Emperador” de L.V. Beethoven y
la Sinfonía N° 2 de S. Rachmaninoff.
Al
tratarse de un extenso programa,
aunque dentro del repertorio de la orquesta (Beethoven y Rachmaninoff),
hubo desparejos resultados (segunda función). En Martucci se
dio un sonido no bien amalgamado y algunos desarmes en las maderas, mientras en El
Emperador, no obstante una buena comprensión musical de la batuta al enfoque del solista, hubo una deshilachada respuesta
de la orquesta (desarmada más
crudezas de sonido). Solvente desempeño
del debutante pianista italiano Filippo Gorini, quien debió
lidiar con un piano en desastrosas condiciones. Incomprensible
que el decano coliseo artístico no haya
dispuesto de otro instrumento ante el precario estado de su histórico piano de
conciertos…
Por mejor
carril discurrió la sinfonía de Rachmaninoff, con
un excelente enfoque (irreprochable idiomatismo, acertados
tempi, hermosos fraseos, más excelentes dinámicas y transparencias),
obteniéndose ajustada (y arrojada) respuesta de los filarmónicos.
A la
semana siguiente, una malograda entrega
de la exigente Sinfonía Fausto de F. Liszt,
obra prácticamente nueva para la Filarmónica (anteriormente,
en 1986). De escasa programación por su complejidad, se agradece haberla incluido
tras su larga ausencia local. Sin embargo, no fue oportuno disponerla
inmediatamente después del programa anterior, no dosificándose la carga de
trabajo inherente…
Con un
concepto musicalmente agresivo
(caprichoso manejo de las intensidades y transiciones, más debilidades en
dinámicas y matices), los resultados de la orquesta
denotaron poca asimilación de la obra, con debilidades de ensamble en las
maderas más asperezas en las cuerdas, redundando en un resultado orgánicamente no
maduro. Muy buena intervención del tenor
Pedro
Espinoza y la sección masculina
del Coro
Profesional del Municipal. Y antes,
en la Rapsodia para Contralto y Coro Masculino de J.
Brahms, Rizzi-Brignoli no brindó debida evolutividad
discursiva, con un enfoque monocorde y pesante, de permanentes obscuridades y no
obteniendo la luminosidad final requerida. Excelente desempeño de la solista
brasileña Ana Lucia Benedetti y del coro.
El tercer programa a cargo del
titular filarmónico contempló una interesante temática en torno a Italia. Titulado “Italia mía”, se trató de una mirada a dicha nación desde distintas sensibilidades (y de radicales giros), en sí
de provocativo debate estético…
Absolutamente
ad-hoc la
inclusión de las 4 Estaciones de A. Vivaldi, con un resultado
ejemplar del amplio orgánico de cuerdas
junto a Richard Biaggini (concertino
filarmónico). Con una mirada menos
briosa a lo acostumbrado -haciéndose eco de una certera interioridad-, hubo celebrado respeto al carácter interno. Logros en aterciopelado sonido,
precisión de ensamble y transparencias. Formidable trabajo en texturas, matices
y dinámicas. Sin duda, un triunfo cabal del autorizado solista, de la conocedora batuta
y de las cuerdas filarmónicas.
Finalizando, con radical contrapunto,
se ofreció el “Aus Italien” (desde
Italia), de Richard Strauss, no frecuente localmente. Obra de juventud, no
tiene el virtuosismo orquestal de sus trabajos posteriores, aunque se trata de
una pieza notablemente concebida en su discurso musical y ulterior concreción de
orquestación. La versión firmada por Rizzi-Brignoli,
en general acertada y con conocimiento de la obra, brindando debido carácter,
no obstante, a ratos, con destemples en los tutti y escasa diferenciación de
planos sonoros. La respuesta de los filarmónicos
(primera función), no homogénea, con rusticidades sonoras globales más problemas
de ensamble en las maderas (principalmente en el primer movimiento). Y buenos
logros en los dos últimos movimientos, con mayor afiatamiento general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario