FELICES TRES DECADAS
Este año la Orquesta “Baires Sinfónica”
celebra sus primeros treinta años de vida. Es todo un logro mantenerse,
subsistir mayoritariamente sin ayudas oficiales y superar más de tres vaivenes
económicos que de una manera u otra afectaron la vida en la Argentina. Nacida
por iniciativa de Jorge Manfredini, quien siempre está al frente del conjunto,
como Orquesta de Cámara del Plata, pasó a llamarse luego Camerata Baires para
tomar su nombre definitivo de Baires Sinfónica. Así espectáculos musicales clásicos
y de corte lírico le han hecho también un lugar a obras de esencia popular pero
siempre respetando la raíz académica del conjunto.
Salas
como el Teatro Colón sumado a otras de la zona céntrica, instituciones
barriales, profesionales y de colectividades, registran el paso del conjunto
por sus instalaciones. También importantes músicos nutrieron sus filas, es así
que maestros que prestigiaron a las Orquestas del Teatro Colón pueden hallarse
en su composición actual y es interesante el aporte que muy buenos arregladores
le hacen a la Orquesta para poder abordar páginas famosas. Algunos forman parte
del conjunto y hasta asisten al Mtro. Manfredini en la preparación y en la Dirección en parte de los conciertos. Para
poder acceder a obras cantadas los arreglos están preparados para voces
líricas, las que aportan buen nivel al espectáculo.
Quiso la circunstancia que como parte de los
festejos se sumara que dos de las presentaciones se llevaron a cabo en la semana
del septuagésimo sexto aniversario de la proclamación del Estado de Israel, por
lo que los conciertos se llevaron a cabo en instalaciones de instituciones de
la colectividad judía. En mi caso
presencié el correspondiente al Sábado 11 en el Jardín y Escuela Marc Chagall
del porteñísimo barrio de Monte Castro, en presencia de autoridades educativas
de la Ciudad de Buenos Aires y dirigentes de organismos de la colectividad.
Tras un inicio en donde una reconocida voz de la institución entonó las
estrofas del Himno Nacional Israelí, la Orquesta con la participación de la
Mezzosopano Isabel Mínguez hizo lo propio con el Himno Nacional Argentino en el
exacto día de celebración del mismo con la unción y el respeto por parte de
todos los presentes.
A lo largo de la velada, el conjunto demostró
versatilidad en el repertorio y su flexibilidad interpretativa con el mismo.
Entre las páginas clásicas sorprendió el Mtro. Luís Cejas tanto en su faceta de
Director como de intérprete portador de
un buen registro de tenor. En el primer caso, descubrimos una muy buena versión
de “La Victoria del Conde Mazzuchelli” del Op.22 de Bela Keler muy bien llevada
por el conductor, al igual que la obra de cierre, el tradicional “La Danza del
Rabino” en arreglo de Nicolás Castillo, cuyo motivo central debió ser bisado
ante la algarabía del público. Como cantante ofreció muy sentidas versiones de “Casa Mía” y “Sole
e Amore” de Giacomo Puccini en arreglos del Mtro. Manfredini. “Le Dor Vador” de
Finkelstein arreglado por Facundo González Montes quien también arregló la
Habanera de Yradier y Salaberry “El Arreglito” de donde Georges Bizet habría
abrevado para componer “su” Habanera, lógicamente la de “Carmen”, en la que
Cejas en este caso junto a Isabel Mínguez derrocharon simpatía en la interpretación.
Yendo a la participación de Mínguez la encontramos en la faceta de muy buena
intérprete de Tangos con una lucida versión de “El Ultimo café” de Castillo y
Stamponi y descollar con una estupenda interpretación de “A Mi Manera” en la
que previamente el Maestro Manfredini acertó al narrar la verdadera historia de
cómo surgió esta canción a partir del original francés hasta llegar a la versión
definitiva de Paul Anka en Inglés que inmortalizara Frank Sinatra. Hubo tiempo
para conocer versiones de “Un Muchacho Natural” con arreglo y Dirección del
Mtro. César de Miguel (Violista del conjunto y asistente principal de
Dirección) en la que Daniel Rombolá participó como solista en trompeta.
En lo que hace a la plena participación del
Mtro. Manfredini se lo pudo apreciar en muy correctas versiones de “Shaster
Chusidl” (tema tradicional Klezmer) en arreglo propio al igual que en el mencionado
“El último Café” y en las canciones de Puccini. Mientras que en arreglos de
Marcelo Cambiasso además de “A mi Manera”
se pudo apreciar el Tema Central de “La
Lista de Schindler” de John Williams con una acertada participación del
violinista Lucas Bartolomé en el que fue el instante más tocante del concierto
sumado a una interesante versión de “Café 1930” de Astor Piazzolla en donde el
Violonchelista Pablo Sadlej llevó la parte solista, destacándose en la segunda
parte de la obra.
Como se puede apreciar, un programa variado
en el que nunca decayó el interés del público. Hallazgos como “La Victoria del
Conde Mazzuchelli” o la Habanera “El Arreglito”. Poder escuchar al Piazzolla de
“La Historia del Tango” como así también temas populares que nunca pierden
vigencia junto a obras de homenaje a la colectividad anfitriona. Todo esto dio por
resultado el rescate de una tradición que es la de las presentaciones en
instituciones de colectividades en los barrios, algo que al menos en la Ciudad
de Buenos Aires se ha perdido mucho y que en algo el Gobierno de la Ciudad
mitiga con las fiestas dominicales en Av. de Mayo (Buenos Aires Celebra).
Y ya en el cierre, para que la fiesta fuera
total, no podía faltar el celebérrimo “Hava Nagila” ante la desbordante alegría
de la concurrencia. Felicidades al Director y a todos los intérpretes. Que el esfuerzo
no decaiga y que asistamos a muchas celebraciones más.
Donato Decina
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