Estupenda actuación de la Orquesta Sinfónica Nacional en el CCK
HOY ESTAMOS DE ESTRENO
Martha CORA ELISEHT
Dentro de los objetivos que forman parte del Estatuto de la Orquesta Sinfónica
Nacional, uno de ellos es la difusión de la música de compositores argentinos, al igual
que el estreno de obras de compositores vernáculos. Sin embargo, es un hecho poco
frecuente programar un concierto formado exclusivamente por estrenos de compositores
nacionales. La Sinfónica Nacional lo hizo posible el pasado miércoles 4 del corriente en
la Sala Sinfónica -Auditorio Nacional- del Centro Cultural Kirchner (CCK) bajo la
dirección de Gabriel Senanes, con participación de los siguientes solistas: Fernando
Otero (piano), Patricio Melgarejo (violoncello eléctrico) y Matías Romero (violín
eléctrico) para interpretar las siguientes obras en calidad de estrenos:
- “ANSOMNIA” (suite orquestal para piano, violín, violoncello eléctrico y
orquesta)- Fernando OTERO (estreno mundial)
- “Acné ucraniano”
- “Un abrazo de mi oficial”
- “Preludio al tachito sanitario patagónico”
- “Jorge sabe lo difícil que puede ser la vida del músico, pero ¿quién no?”-
Lionel ZIBLAT (estrenos)
- “Duende suelto, la película” – Gabriel SENANES (estreno mundial)
Nacido en Buenos Aires y radicado desde 1992 en New York, Fernando Otero es un
importante panista, compositor y arreglador reconocido mundialmente. Ganó el Premio
Grammy en dos oportunidades y la mencionada suite sinfónica se basa en la ciudad de
New York. Compuesta en Septiembre de 2023, consta de 3 movimientos, divididos en el
siguiente orden:
1) Diagonal
a) Diagonal
b) Impromptu
c) Piringundín
2) Manifestación
a) Casa de los 7 sietes
b) Manifestación
c) De ahora en más
3) Globalización
a) Adagio ansomnia para violín solista
b) La vista gorda
c) Tercer Mundo
d) Globalización
El primer movimiento (Diagonal) abre con un solo de percusión, fagot y trémolo
en cuerda antes de la entrada de los trombones y posee una línea melódica tonal,
audible, con un sonido muy equilibrado que crea un clima de suspenso sostenido por la
percusión y el vibrafón hasta la incorporación de la orquesta. Los arabescos y glissandi
a cargo de las maderas poseen reminiscencias de la Sinfonía n°4 de Hugo Alfvén (“De
los islotes lejanos”) y, a diferencia de otras obras donde existe un diálogo entre la
orquesta y el piano, aquí hay una prolongada introducción orquestal hasta la entrada del
instrumento solista, que continúa la línea melódica trazada previamente por la orquesta.
Las cadencias poseen ribetes de tango y síncopa, con una muy buena labor por parte de
Fernando Otero en la ejecución de arpegios y glissandi. A continuación, el piano abre la
parte central (impromptu), seguido por el violín eléctrico antes de la entrada de la
orquesta y el violoncello eléctrico en ritmo de camdombe. Puede que el sonido de los
instrumentos electrónicos sea algo más chirriante, pero no desagradable; menos aún,
cuando se combinan con el piano. El segundo movimiento (Manifestación) comienza
con la entrada de los instrumentos de viento y la percusión antes de la entrada de las
cuerdas y el violín eléctrico en una melodía con ribetes de tango. Posteriormente, el
violín y el piano ejecutan un adagio en ritmo de tango, donde los solistas se destacaron
por su maestría y cualidades interpretativas. Lo mismo sucedió con Patricio Melgarejo
en violoncello eléctrico -cuyo volumen se ajusta mediante un pedal-, donde hizo gala de
su fraseo y del dominio del instrumento. El solo de violoncello también es una cadencia
con ribetes de tango hasta la entrada del piano, cuya cadencia posee reminiscencias de
Adiós, Nonino y las Gymnopédies de Erik Satie. Tras la misma, la orquesta y el trío
retoman el tema principal mediante una serie de variaciones sobre el mismo tema, en
ritmo de tango y milonga mediante una fuga al estilo piazzoliano. El último movimiento
(Globalización) abre con una partita de violín eléctrico, donde Matías Romero se
destacó por su fraseo y calidad en la interpretación. A continuación, la parte central
(Lento) prosigue con un solo de oboe apoyado por la flauta hasta la introducción de los
metales y la entrada de las cuerdas, brindando un clima de paz. Excelente el contrapunto
entre flautas y sintetizador MIDI a cargo del compositor. El resto de los instrumentos
solistas se incorpora a posteriori para ejecutar un tema romántico y apacible hasta el
Allegro vivace final, donde se ejecuta la melodía al unísono. La obra fue muy bien
recibida y, a su término, el compositor agradeció la oportunidad de haberla estrenado en
su ciudad natal antes de pasar a un bis con Patricio Melgarejo, donde interpretaron una
improvisación para cello y piano de uno de sus temas, que sonó muy bien y precisa.
Al igual que Fernando Otero, Lionel Ziblat es otro talentoso músico argentino
radicado en los Países Bajos, donde desarrolla una importante carrera como compositor
de música para películas y arreglador de artistas de la talla de Otto Tausk, Omar Mollo y
Eva María Westbroeck. En este caso, presentó 4 obras de breve duración en calidad de
estreno, donde la Sinfónica Nacional contó con un orgánico prácticamente completo.
Acné ucraniano se inicia con cuerdas al unísono hasta la entrada de las maderas, con
una buena línea melódica de carácter tonal. El solo central de timbal y redoblante en
ritmo de marcha fue muy bien ejecutado y le sigue un tutti orquestal in crescendo hasta
la introducción de un tema con reminiscencias españolas a cargo de las cuerdas y la
trompeta. Un abrazo de mi oficial se inicia con una introducción a cargo de los cellos y
contrabajos hasta que el oboe interpreta un tema romántico, de carácter apacible,
seguido por la flauta y los metales. Los principales solistas de filas de instrumentos
tuvieron la oportunidad de lucirse en sus respectivos solos. Preludio al tachito sanitario
patagónico abre con platillos y un solo a cargo del trombón bajo y la tuba, seguido por
las trompetas en escalas descendentes y ascendentes, que remedan el paso del camión de
basura. Una descripción sonora muy bien lograda, con predominio de los graves hasta la
entrada de las cuerdas en staccato. Le sigue un tema más alegre, en ritmo de banda y
milonga sureña -acorde al título de la obra-, que culmina con un tutti en suspenso. Por
último, Jorge sabe lo difícil que puede ser la vida del músico… es un tema con ribetes
folklóricos en ritmo de gato y chacarera, donde la trompeta lleva la melodía. Le sigue
un tema de carácter circense, que se fusiona con el primero hasta llegar a la
recapitulación final en ritmo de malambo. La dirección de Gabriel Senanes fue
magistral y, tras los aplausos, se invitó al compositor -quien estaba presente en sala- a
subir al escenario.
El concierto culminó con otro estreno mundial: Duende suelto, la película del
propio Senanes, iniciada en 2023 y completada durante el trascurso del corriente año.
Su título no se refiere a la banda sonora compuesta para una película, sino para que cada
oyente lo utilice e interprete para la película que lleva en su imaginación. Es la más
atonal de las tres y se inicia con una melodía grave a cargo del bombo, los timbales y las
cuerdas in crescendo hasta la entrada del corno inglés, donde se acoplan las cuerdas en
agudo. Esto genera un clima de carácter fantasmagórico mediante capitulación y tutti
orquestal, que se va repitiendo periódicamente mediante solo de diferentes instrumentos
-Gustavo Mulé en violín, Amalia Pérez en flauta y Marcos Serrano en timbal-. El
segundo tema se alterna con el primero y es un cantábile en maderas y cuerdas, que
permite el lucimiento de toda la orquesta y los principales solistas de instrumentos.
Posteriormente y, a través de sucesivas repeticiones y recapitulaciones, la orquesta se
acopla en acorde fortissimo (fff) hasta el final a cargo del doble juego de timbales. Si
bien ha sido bien recibida y se pudo apreciar la maestría de Gabriel Senanes como
director y compositor, resultó un tanto iterativa a oídos de quien escribe.
No es casual ni habitual que se arme un programa íntegramente formado por
obras de compositores argentinos en calidad de estreno, de modo que puede decirse que
una ha sido testigo de un hecho privilegiado. La Sinfónica Nacional lo hizo posible y ha
cumplido fehacientemente con su propósito y objetivo.
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