sábado, 12 de abril de 2025

 




La magnífica voz de María Belén Rivarola-Ritchey sumada al impecable acompañamiento de Rozita Zouzulia engalanando al Salón de Honor del Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento. Créditos a la autora del comentario.





Muy buen recital a cargo de María Belén Rivarola en el Palacio Domingo F. Sarmiento


ELEGANCIA Y DISTINCIÓN EN MATERIA VOCAL

Martha CORA ELISEHT


María Belén Rivarola es una de las mejores sopranos argentinas de la actualidad.

Egresada del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón en 2017, se perfeccionó en

Estados Unidos mediante una beca otorgada por el Mozarteum Argentino y se presenta

con regularidad en los escenarios más importantes del país. El año pasado tuvo a su

cargo los roles protagónicos de AÍDA y LA BOHÈME (Teatro Argentino de La Plata),

SUOR ANGELICA (Teatro SODRE de Montevideo) y UN BALLO IN MASCHERA

(Teatro Colón). Asimismo, durante el transcurso del corriente año abrió la Temporada

lírica en el Teatro Colón como Aída y retornará en Mayo sobre dicho escenario como

SUOR ANGELICA en IL TRITTICO de Puccini. Se perfecciona actualmente con la

maestra Rosita Zozoulia, con quien se presentó en un recital de cámara denominado

ENTRE SUEÑOS Y RECUERDOS: SUSURROS DEL CORAZÓN, que tuvo lugar en el

Salón de Honor del Palacio Domingo F. Sarmiento el pasado sábado 5 del corriente

dentro del Ciclo CLÁSICA Y CERCANA organizado por dicha entidad.

El programa comprendió las siguientes obras:

- “Ouvre ton cœur”

- “Chant d’amour”- Georges BIZET (1838-1875)

- “L’enamourée”

- “L’heure exquise”- Reynaldo HAHN (1874-1947)

- “Les chemins de l’amour”- Francis POULENC (1899-1963)

- “Les filles de Cadiz”- Leo DELIBES (1836-1891)

- “La rosa y el sauce”

- “Anhelo”

- “Riqueza”

- “En los surcos del amor”

- “Ya me voy a retirar”- Carlos GUASTAVINO (1912-2000)

- “Al pensar en el dueño de mis amores”, de “LAS HIJAS DEL ZEBEDEO”-

Ruperto CHAPÍ (1851-1909)

- “Un bel di vedremo” de “MADAMA BUTTERFLY”- Giacomo PUCCINI (1858-

1924)

- “Mésićku na nebi hlubokém” (Canto de la luna) de “RUSALKA”- Antonin

DVOŘAK (1841-1904)

Independientemente de sus composiciones para orquesta y sus óperas, Bizet fue

un prolífico compositor de música de cámara y de canciones sobre textos de diferentes

poetas franceses. En este caso, los de ambas canciones pertenecen a Alphonse de

Lamartine (1790-1869), cuyos poemas sirvieron como fuente de inspiración a Bizet y

otros compositores como Franz Liszt, Édouard Lalo y Charles Gounod. El repertorio

francés le sienta de perlas a la soprano rosarina y fue abordado de manera elegante y


exquisita. Lo mismo sucedió con las canciones de Reynaldo Hahn, que pertenecen a dos

ciclos distintos del compositor franco- alemán nacido en Venezuela: L’heure exquise

forma parte de las Canciones grises (Chansons grises) compuestas entre 1887 y 1890,

mientras que L’énamourée data de 1892 e integra el ciclo 20 Melodías. Un repertorio

poco frecuente en los recitales líricos, que fue interpretado con dulzura y precisión

merced a su excelente línea de canto, esmalte vocal, matices y legato. En el caso de Les

chemins de l’amour de Poulenc, es un vals cantado (valse chantée) compuesto en 1940

para voz y piano sobre texto de Jean Anouilh, donde Rosita Zozoulia dio rienda suelta a

sus dotes interpretativas. Y, a diferencia de las anteriores, Les filles de Cadiz es mucho

más conocida y forma parte del repertorio de grandes sopranos lírico- ligeras de fama

internacional tales como Fatma Said y Aída Garifullina -de hecho, la cantó en el Colón

durante su recital en 2018 junto a Carlos Vieu-. Además de la calidad interpretativa de

María Belén Rivarola en cuanto a lo estrictamente vocal, no faltaron la gracia y el

salero españoles de esta consabida pieza. El público aplaudió calurosamente tras su

interpretación para poner punto final al repertorio galo.

Las canciones de cámara de Guastavino sonaron magistralmente de la mano del

binomio Rivarola- Zozoulia brindando las características que figuran en el título de esta

crónica, que fueron constantes durante todo el recital. Los textos de Francisco Silva (La

rosa y el sauce), Domingo Zerpa (Anhelo), Gabriela Mistral (Riqueza) y León Benarós

(Ya me voy a retirar) sonaron de manera exquisita en la voz de Rivarola, al igual que En

los surcos del amor. A diferencia de las anteriores, esta última es de autor anónimo y

pertenece al ciclo Cuatro Canciones Argentinas (1941), dictadas en Jujuy por la Sra.

Yolanda Pérez de Careno.

En todo recital lirico que se precie como tal, no podían faltar las arias de ópera y de

zarzuela. Este último género fue el elegido para abrir esta parte con la célebre romanza

Carceleras de “LAS HIJAS DEL ZEBEDEO” del valenciano Ruperto Chapí -más

conocida como “Al pensar en el dueño de mis amores”. Además de sus impecables

legato, vibrato y coloratura para encarar esta famosa aria, María Belén Rivarola aportó

gracia, calidez y salero a su interpretación, motivo por lo cual fue sumamente

aplaudida. El acompañamiento al piano de Rosita Zozoulia fue perfecto y permitió que

la soprano se luciera como Cio- Cio- San en la celebérrima Un bel di vedremo de

Puccini, donde Rivarola hizo gala de sus dotes como cantante y actriz para culminar con

un versión brillante -y vibrante- del bellísimo Canto de la Luna de RUSALKA, donde la

protagonista despliega todos sus recursos actorales y vocales rogándole a la Luna que le

permita transformarse en mujer para reunirse con su amado príncipe. Esta última parte

fue aumentando de intensidad a medida que la función iba avanzando y las intérpretes

fueron ovacionadas al final. Tras un sostenido aplauso, Belén Rivarola ofreció un bis:

“Meine Lippen, sie kússen zu heiβt” de GIUDITTA, de Franz Léhar. Una vez más, se

lució como intérprete de opereta y lo hizo de manera admirable mientras su maestra lo

hizo en calidad de acompañante para dar cierre a un recital tan elegante y distinguido

como el ámbito en el cual se desarrolló.

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