domingo, 16 de noviembre de 2025

 


Carla Filipcic Holm y Ligia Amadio durante la interpretación de los "Wesendonck Lieder" de Wagner junto a la Sinfónica Nacional en el Auditorio Nacional. Agradecemos a la Dirección Nacional de Elencos Estables el envío de la presente para graficar este comentario.


LIGIA AMADIO EN PLENITUD DE MEDIOS

 

Dirección Nacional de Elencos estables, temporada 2025. Concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, Directora: Ligia Amadio. Solista: Carla Filipcic Holm (Soprano). Programa. Obras de Beethoven, Wagner y Tchaikovsky. Auditorio Nacional del Palacio Libertad, 14 de Noviembre de 2025.

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

 Desde hace más de dos décadas, la Maestra Ligia Amadio ha ido insertándose paulatinamente en el ambiente musical argentino. Desde su titularidad en Mendoza, pasando por las invitaciones a conducir la Filarmónica de Buenos Aires (acompañando nada menos que a Bruno Gelber en los cinco conciertos para Piano y Orquesta de Beethoven), su relación con los intérpretes argentinos a lo largo de sus períodos de titularidad en Montevideo, hasta la actualidad en la que ha construido una relación de respeto y confianza mutuos con la Orquesta Sinfónica Nacional, con la que acaba de desarrollar cursos de perfeccionamiento en Dirección Orquestal y este concierto que debió haber tenido lugar en Julio pasado, el que por otros factores no pudo realizarse en esa fecha, pero que finalmente, aprovechando esta nueva venida, se reprogramó y se llevó a cabo.

 

  Con una precisa y elocuente explicación, la Directora Brasileña se refirió a que el programa elegido rondaba en temas de amor y muerte y que, lejos de todo convencionalismo, estaba compuesto  por obras cuyos finales eran todos en “pianissimo”, lejos de todo efectismo y brillantez. En efecto, el concierto se inició con una  muy buena interpretación de la Obertura “Coriolano” Op. 62 de Beethoven, la ue fue objeto de una versión precisa, enfatizando los pasajes de bravura, contrastándolos con instantes de gran introspección en los que el conjunto respondió con creces a las indicaciones de la Conductora.

 

  Con sostenidos y cerrados aplausos, el público recibió a una de las voces más impactantes de la actualidad como lo es Carla Filipcic Holm. Junto a Amadio y a los Sinfónicos, construyeron una magnífica versión de los “Wesendonck Lieder” de Richard Wagner. Sabido es que ambos (Escritora y Compositor), llevaban una relación que iba más allá del mecenazgo que el esposo de la primera le brindaba al gran genio de la música. Esos poemas que hablan del amor, la nostalgia y de lo que no todo podrá ser, fueron cumplimentados por música excelsa, la que abrió las puertas a que por un cierto tiempo la composición del ciclo “El Anillo del Nibelungo” quedase suspendida para dar paso al final de esta historia de amor prohibido: ”Tristán e Isolda” y justamente, la música de dos de los poemas que se trasladaron a ese gigantesco presente de amor “En el Invernadero” y “Sueños” marcaron el punto más alto de la interpretación, con una Carla Filipcic Holm  que con oficio, técnica y saber decir, sacó adelante un compromiso muy grande para páginas que requieren voces de gran centro y notas bajas. El acompañamiento fue impecable, con gran lucimiento de los vientos y una Maestra Amadio que logró una vez más dar en el punto justo de la interpretación, alcanzando instantes verdaderamente inspirados que culminaron por darle brillo al final de la primera parte del concierto.

 

  La segunda parte  nos deparó una estupenda versión de la Sinfonía Nº 6  en Fa menor, Op. 74 “Patética” de Tchaikovsky. No fue una versión más, gracias a que la intérprete brasileña, impuso su personal enfoque (¡Bravo!) en donde la justeza fue la norma a lo largo de toda la versión.  Pudimos apreciar todos los estados de ánimo que Tchaikovsky plasmó en la partitura: dolor, drama, romanticismo, fuerza y la desgarradora despedida. La Orquesta respondió en estupenda forma a los requerimientos de Amadio, sin desbordes ni excesos hasta llegar a un final en el que por muchos segundos un profuso silencio se impuso, hasta que la propia Maestra hizo un gesto tal que ahí sí, la gigantesca ovación surgió de manera genuina para saludar a este magnífico trabajo.

 

  No cabe dudas de que, afortunadamente, la Maestra Amadio  retornará al podio de la Sinfónica Nacional. Para las conductoras del este lado del continente es una referente indiscutida, y para nuestro ambiente musical, ha llegado la hora de que se la tenga en cuenta para realizaciones mayores.

 

Donato Decina

       


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