lunes, 25 de septiembre de 2017

¡MONSTRUOSO!


Mozarteum Argentino, temporada 2017: Actuación de Ray Chen (Violín) y Julio Elizalde (Piano). Programa: Obras de Ludwig van Beethoven, Camille Saint-Saëns, Eugene Ysaye, Manuel de Falla/Paul Kochanski y Vittorio Monti.

NUESTRA OPINION: EXCELENTE (+).

Quedará grabado en Ntra. Memoria y en Ntros. Oídos este formidable concierto en el que Ray Chen confirmó su enorme categoría como violinista y en el que Julio Elizalde se nos reveló no solo como un gran complemento con el primero sino que también El es un formidable interprete desde el teclado. La solidez con la que funcionan en tándem, el refinamiento de este gran interprete Taiwanés, la técnica de Elizalde y su apasionamiento en las obras de envergadura, hacen que al resultado final del concierto no le alcancen los calificativos y desde luego le agreguen al frondoso historial de los conciertos del Mozarteum un nuevo triunfo.

  El inicio fue de la mano de Beethoven y la Sonata para Violin y Piano en Re mayor, que marca el Nº 1 del op. 12. Expresividad, ajuste, pleno entendimiento entre ambos interpretes, todo ello para redondear una versión perfecta.

  La primera parte culminó de manera extraordinaria con una impresionante versión de la Sonata para Violín y Piano Nª 1 en Re menor, del Op. 75 de Saint-Saëns, la que a cuarenta y ocho horas posteriores a la versión del concierto Nº 2 para Piano y Orquesta del gran creador galo por Dimitry Maslaeev y la Filarmónica, terminó por conformar un imponente panorama de las composiciones del Francés. Vuelo, compenetración, técnica, color, ensamble perfecto para un formidable momento.

  La segunda parte la inició Chen solo con una magnífica versión de la Sonata para Violín Nº 4  en Mi menor del Op. 27 del Gran Eugene Ysaye, dedicada a  Fritz Kreisler, la que fue expuesta con una unidad de criterio estupenda y una técnica increíble. Solo recuerdo una versión de un fragmento de la misma a modo de “Bis” por parte de Alberto Lysy en el Auditorio del Belgrano hace treinta y cuatro años atrás  luego de una inolvidable versión del concierto de Dvorak junto a Juan Carlos Zorzi y la Sinfónica Nacional. Esta versión integral de Chen superó ampliamente todos los paradigmas de la interpretación, Estamos asistiendo a un momento histórico en el que los interpretes de origen Asiático se están asimilando de manera definitiva a la música de occidente, logrando además sentimiento en la interpretación y eso es lo que Chen volcó en eta versión que enloqueció a la concurrencia.

 La dupla abordó a posteriori un arreglo de Paul Kochanski en base a seis de las “Siete Canciones Populares Españolas” que Don Manuel de Falla compusiera para Mezzosoprano y Piano (luego también orquestadas). Solo faltó la cantante pues la versión fue inolvidable tanto por lo colorida como por lo expresiva. Hubo “gracejo” español y plenitud de canto.

  El cierre mostró una imponente versión de la “Csardas” de Vittorio Monti, para nada recurrente y populachera, sinó que tuvo virtuosismo, técnica y descomunal empaste.

  La efervescencia que a esta altura dominaba en la sala se vió muy generosamente recompensada. En primer lugar y con sentimiento de acompañamiento a Ntros, Hermanos Mexicanos en esta desgraciada circunstancia que atraviesan, una sentimental y maravillosa versión de “Estrellita” de Ponce. Luego un homenaje a la Argentina con una preparada, estudiada e increíble versión “A lo Osvaldo Pugliese”  (Que lo tenía en repertorio) de “A Evarísto Carriego” de Eduardo Rovira que llevó al público al delirio y cerrar con una “Habanera”  mas que apropiada luego de un tango como broche de oro de un concierto inolvidable.
 

Donato Decina

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