¡MONSTRUOSO!
Mozarteum
Argentino, temporada 2017: Actuación de Ray Chen (Violín) y Julio Elizalde
(Piano). Programa: Obras de Ludwig van Beethoven, Camille Saint-Saëns, Eugene
Ysaye, Manuel de Falla/Paul Kochanski y Vittorio Monti.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE (+).
Quedará grabado en Ntra. Memoria y en Ntros. Oídos
este formidable concierto en el que Ray Chen confirmó su enorme categoría como
violinista y en el que Julio Elizalde se nos reveló no solo como un gran
complemento con el primero sino que también El es un formidable interprete
desde el teclado. La solidez con la que funcionan en tándem, el refinamiento de
este gran interprete Taiwanés, la técnica de Elizalde y su apasionamiento en
las obras de envergadura, hacen que al resultado final del concierto no le
alcancen los calificativos y desde luego le agreguen al frondoso historial de
los conciertos del Mozarteum un nuevo triunfo.
El inicio fue
de la mano de Beethoven y la Sonata para Violin y Piano en Re mayor, que marca
el Nº 1 del op. 12. Expresividad, ajuste, pleno entendimiento entre ambos
interpretes, todo ello para redondear una versión perfecta.
La primera
parte culminó de manera extraordinaria con una impresionante versión de la
Sonata para Violín y Piano Nª 1 en Re menor, del Op. 75 de Saint-Saëns, la que
a cuarenta y ocho horas posteriores a la versión del concierto Nº 2 para Piano
y Orquesta del gran creador galo por Dimitry Maslaeev y la Filarmónica, terminó
por conformar un imponente panorama de las composiciones del Francés. Vuelo,
compenetración, técnica, color, ensamble perfecto para un formidable momento.
La segunda
parte la inició Chen solo con una magnífica versión de la Sonata para Violín Nº
4 en Mi menor del Op. 27 del Gran Eugene
Ysaye, dedicada a Fritz Kreisler, la que
fue expuesta con una unidad de criterio estupenda y una técnica increíble. Solo
recuerdo una versión de un fragmento de la misma a modo de “Bis” por parte de
Alberto Lysy en el Auditorio del Belgrano hace treinta y cuatro años atrás luego de una inolvidable versión del concierto
de Dvorak junto a Juan Carlos Zorzi y la Sinfónica Nacional. Esta versión
integral de Chen superó ampliamente todos los paradigmas de la interpretación,
Estamos asistiendo a un momento histórico en el que los interpretes de origen
Asiático se están asimilando de manera definitiva a la música de occidente,
logrando además sentimiento en la interpretación y eso es lo que Chen volcó en
eta versión que enloqueció a la concurrencia.
La dupla abordó
a posteriori un arreglo de Paul Kochanski en base a seis de las “Siete
Canciones Populares Españolas” que Don Manuel de Falla compusiera para
Mezzosoprano y Piano (luego también orquestadas). Solo faltó la cantante pues
la versión fue inolvidable tanto por lo colorida como por lo expresiva. Hubo
“gracejo” español y plenitud de canto.
El cierre
mostró una imponente versión de la “Csardas” de Vittorio Monti, para nada
recurrente y populachera, sinó que tuvo virtuosismo, técnica y descomunal
empaste.
La
efervescencia que a esta altura dominaba en la sala se vió muy generosamente
recompensada. En primer lugar y con sentimiento de acompañamiento a Ntros,
Hermanos Mexicanos en esta desgraciada circunstancia que atraviesan, una
sentimental y maravillosa versión de “Estrellita” de Ponce. Luego un homenaje a
la Argentina con una preparada, estudiada e increíble versión “A lo Osvaldo
Pugliese” (Que lo tenía en repertorio)
de “A Evarísto Carriego” de Eduardo Rovira que llevó al público al delirio y
cerrar con una “Habanera” mas que
apropiada luego de un tango como broche de oro de un concierto inolvidable.
Donato Decina
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