UN
DON PASQUALE QUE JUEGA EN PRIMERA
Ccomentarios Eduardo Casullo
Miembro de ACMA
Función de Don Pasquale en el Teatro
Empire, Caba, domingo 24/10
Don Pasquale es una ópera en tres actos
de las tantas que ha escrito Donizetti. Parecía, con todo respeto, que en vez
de la máquina de hacer chorizos, tenía una máquina de hacer operas. De sus 66
óperas, la que nos ocupa es la número 64 y además, paradójicamente, se estrena
el 3 de enero de 1843 en París, en el Teatro de los italianos.
Se la considera una ópera bufa, una
costumbre que se había puesto de moda en la época, y que se trata básicamente
de engaños y pretendiendo mostrar una moraleja, que en lo personal lo dudo
bastante, pero así se la conoce.
La obra está escrita para cuatro
personajes principales, coro y un quinto, que no por parecer un rol menor, deja
de tener una importancia fundamental: me refiero al notario.
La obra está estrechamente vinculada a
la comedia del arte donde Don Pasquale se compara a Pantaleón, Ernesto al enamorado
Pierrot, Malatesta al listo Scapino, en tanto que Norina representa a
Colombina. El falso Notario tiene eco de una larga línea de falsos.
Está ambientada en Roma en su versión
original y basada en un libreto de Angelo Anelli, que fue utilizado en la opera
de Pavesi Ser Marco Antonio.
Se dice que Donizetti tardó sólo 7 días
en escribirla, aunque muchos estudiosos sugieren que lo que se escribió en ese
tiempo fueron sólo las líneas melódicas y a posteriori se complementó con la orquestación,
cuyo orgánico es bastante complejo, a saber:
2 flautas (también flautín), 2 oboes, 2
clarinetes, 2 fagots, 4 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, timbal, bombo y
platillos, cuerdas, interinamente: Pandereta, 2 guitarras.
Obviamente, es costosa, y en estos
tiempos de pandemia, necesita además un foso lo suficientemente grande para
esta orquesta.
Aunque no es lo estándar, esta obra
tiene la particularidad de que puede realizarse en versión simplificada
eliminando los coros, y aunque tienen paginas muy bellas, son típicos de
comentarios que solo describen situaciones del carácter de los personajes, los
cuales si se omiten, no desmejora en mucho el resultado final.
No quisiera dejar de mencionar que
varias de las bellas melodías fueron tomadas parcialmente de otras obras
anteriores como el elixir de amor, Lucia, etc.
LOS PERSONAJES SEGÚN DONIZETTI
Don Pasquale, viejo solterón y rico
(bajo buffo).
Doctor Malatesta, amigo de Don Pasquale
y de Ernesto (barítono).
Norina, joven viuda, enamorada de Ernesto
(soprano ligera).
Ernesto, sobrino de Don Pasquale (tenor
lírico o ligero).
Un notario (bajo o barítono).
Criados.
En esta versión del Teatro Empire, los
roles estuvieron a cargo de: Claudio Rotella, Santiago Vinelli, Karen Brandan,
Patricio Oliveira y Agustín Bravo.
La dirección Musical a cargo de Juan
Casasbellas.
El acompañamiento musical, con dos
pianos, a cargo de Matías Fernández De La Puente y Matías Galíndez.
Y la regie fue realizada por Roberto
Antier.
Se agregaron tres sirvientes que fueron
Luciana Rondán, Alejandro Pujalte y Pablo Montaner.
Pero entremos en esta versión:
Fue notable tanto en el desarrollo vocal
como el escénico de Claudio Rotella, quien manejó el rol con ductilidad,
excelente dominio de los pianos y los fortes, y grandes detalles en la
interpretación dramática. Un nivel pocas veces visto en un Don Pasquale.
La Norina de Karen Brandan tuvo momentos
de verdadero lucimiento, sobre todo en las bellísimas arias que Donizetti le escribió,
donde también supo manejar los pianos y fortes con solvencia.
Patricio Oliveira tiene una voz notable
y si bien tira más al lirico spinto y no al lirico liviano, también controló en
todo momento las potencias vocales, lo cual le valió grandes aplausos por parte
del público.
El Dr. Malatesta a cargo de Santiago
Vinelli, cumplió con su rol, muy difícil por momentos.
Pero hay otra cosa que fue importante:
los tríos, cuartetos y demás concertados tuvieron un buen equilibrio musical,
pudiendo escucharse cada una de las voces sin que ninguna tape a la otra.
La puesta en escena de Roberto Antier
estuvo complementada con un gran número de detalles que potenciaron muchísimo
el actuar de los cantantes y le otorgaron vida y convencimiento sobre los
textos. Aun en los apartes, donde queda librado generalmente al placer del
cantante, se notaron muy bien marcados. A mí humilde modo de ver, hubiera
preferido encontrar en el momento más dramático, la bofetada, donde hasta la
música cambia totalmente, un cambio de luces. En este sentido, la iluminación
no jugó un rol demasiado significativo, salvo en los momentos en que los personajes
hacían su entrada por puertas laterales.
La dirección musical de Juan Casasbellas
fue excelente, llevando los tiempos justos que la obra requiere y también en
los momentos que los cantantes no miran la mano.
Participaron con creatividad los tres
sirvientes acompañando las escenas.
La caracterización y selección del vestuario
realizada por Luciana Rondán fue sumamente atinada para cada uno de los roles,
destacándose sobre todo el cambio de Sofronia a Norina en la escena del falso
casamiento.
En definitiva, una excelente versión que
merece tener muchas más representaciones, porque refleja el espíritu de
Donizetti y es un placer escuchar tantas y tan bellas partes excelentemente
interpretadas.
La próxima y última función será el día
viernes 29 de octubre a las 19:30hs, nuevamente en el Teatro Empire.
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