martes, 26 de octubre de 2021

 

UN  DON PASQUALE QUE JUEGA EN PRIMERA

Ccomentarios Eduardo Casullo

Miembro de ACMA

 

Función de Don Pasquale en el Teatro Empire, Caba, domingo 24/10

 

Don Pasquale es una ópera en tres actos de las tantas que ha escrito Donizetti. Parecía, con todo respeto, que en vez de la máquina de hacer chorizos, tenía una máquina de hacer operas. De sus 66 óperas, la que nos ocupa es la número 64 y además, paradójicamente, se estrena el 3 de enero de 1843 en París, en el Teatro de los italianos.

Se la considera una ópera bufa, una costumbre que se había puesto de moda en la época, y que se trata básicamente de engaños y pretendiendo mostrar una moraleja, que en lo personal lo dudo bastante, pero así se la conoce.

La obra está escrita para cuatro personajes principales, coro y un quinto, que no por parecer un rol menor, deja de tener una importancia fundamental: me refiero al notario.

La obra está estrechamente vinculada a la comedia del arte donde Don Pasquale  se compara a Pantaleón, Ernesto al enamorado Pierrot, Malatesta al listo Scapino, en tanto que Norina representa a Colombina. El falso Notario tiene eco de una larga línea de falsos.

Está ambientada en Roma en su versión original y basada en un libreto de Angelo Anelli, que fue utilizado en la opera de Pavesi Ser Marco Antonio.

Se dice que Donizetti tardó sólo 7 días en escribirla, aunque muchos estudiosos sugieren que lo que se escribió en ese tiempo fueron sólo las líneas melódicas y a posteriori se complementó con la orquestación, cuyo orgánico es bastante complejo, a saber:

2 flautas (también flautín), 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagots, 4 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, timbal, bombo y platillos, cuerdas, interinamente: Pandereta, 2 guitarras.

Obviamente, es costosa, y en estos tiempos de pandemia, necesita además un foso lo suficientemente grande para esta orquesta.

Aunque no es lo estándar, esta obra tiene la particularidad de que puede realizarse en versión simplificada eliminando los coros, y aunque tienen paginas muy bellas, son típicos de comentarios que solo describen situaciones del carácter de los personajes, los cuales si se omiten, no desmejora en mucho el resultado final.

No quisiera dejar de mencionar que varias de las bellas melodías fueron tomadas parcialmente de otras obras anteriores como el elixir de amor, Lucia, etc.

 

​LOS PERSONAJES SEGÚN DONIZETTI

Don Pasquale, viejo solterón y rico (bajo buffo).

Doctor Malatesta, amigo de Don Pasquale y de Ernesto (barítono).

Norina, joven viuda, enamorada de Ernesto (soprano ligera).

Ernesto, sobrino de Don Pasquale (tenor lírico o ligero).

Un notario (bajo o barítono).

Criados.

 

En esta versión del Teatro Empire, los roles estuvieron a cargo de: Claudio Rotella, Santiago Vinelli, Karen Brandan, Patricio Oliveira y Agustín Bravo.

La dirección Musical a cargo de Juan Casasbellas.

El acompañamiento musical, con dos pianos, a cargo de Matías Fernández De La Puente y Matías Galíndez.

Y la regie fue realizada por Roberto Antier.

Se agregaron tres sirvientes que fueron Luciana Rondán, Alejandro Pujalte y Pablo Montaner.

Pero entremos en esta versión:

Fue notable tanto en el desarrollo vocal como el escénico de Claudio Rotella, quien manejó el rol con ductilidad, excelente dominio de los pianos y los fortes, y grandes detalles en la interpretación dramática. Un nivel pocas veces visto en un Don Pasquale.

La Norina de Karen Brandan tuvo momentos de verdadero lucimiento, sobre todo en las  bellísimas arias que Donizetti le escribió, donde también supo manejar los pianos y fortes con solvencia.

Patricio Oliveira tiene una voz notable y si bien tira más al lirico spinto y no al lirico liviano, también controló en todo momento las potencias vocales, lo cual le valió grandes aplausos por parte del público.

El Dr. Malatesta a cargo de Santiago Vinelli, cumplió con su rol, muy difícil por momentos.

Pero hay otra cosa que fue importante: los tríos, cuartetos y demás concertados tuvieron un buen equilibrio musical, pudiendo escucharse cada una de las voces sin que ninguna tape a la otra.

La puesta en escena de Roberto Antier estuvo complementada con un gran número de detalles que potenciaron muchísimo el actuar de los cantantes y le otorgaron vida y convencimiento sobre los textos. Aun en los apartes, donde queda librado generalmente al placer del cantante, se notaron muy bien marcados. A mí humilde modo de ver, hubiera preferido encontrar en el momento más dramático, la bofetada, donde hasta la música cambia totalmente, un cambio de luces. En este sentido, la iluminación no jugó un rol demasiado significativo, salvo en los momentos en que los personajes hacían su entrada por puertas laterales.

La dirección musical de Juan Casasbellas fue excelente, llevando los tiempos justos que la obra requiere y también en los momentos que los cantantes no miran la mano.

Participaron con creatividad los tres sirvientes acompañando las escenas.

La caracterización y selección del vestuario realizada por Luciana Rondán fue sumamente atinada para cada uno de los roles, destacándose sobre todo el cambio de Sofronia a Norina en la escena del falso casamiento.

En definitiva, una excelente versión que merece tener muchas más representaciones, porque refleja el espíritu de Donizetti y es un placer escuchar tantas y tan bellas partes excelentemente interpretadas.

La próxima y última función será el día viernes 29 de octubre a las 19:30hs, nuevamente en el Teatro Empire.

 

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