lunes, 18 de noviembre de 2024

 Excepcional desempeño del Coro Polifónico Nacional en el Palacio Sarmiento


EL ALMA Y EL NACIONALISMO MUSICAL CHECO DIJERON


PRESENTE


Martha CORA ELISEHT


Una de las mejores cualidades que posee el Coro Polifónico Nacional es su

enorme versatilidad para abarcar todo tipo de repertorio y en diferentes idiomas. Con

motivo de cumplirse el bicentenario del nacimiento de Bedřich Smetana (1824-1884),

el 120° aniversario del fallecimiento de Antonin Dvořak (1841-1904) y el

sesquicentenario del nacimiento de Leoś Janaček (1854-1928), la mencionada

agrupación decidió homenajear a estos grandes compositores con un concierto temático

denominado “LA MÚSICA DEL ALMA CHECA” que tuvo lugar el pasado viernes 15

del corriente en el Auditorio Nacional del Palacio Domingo Faustino Sarmiento bajo la

dirección de Ricardo González Dorrego y la participación de los siguientes artistas:

Maico Hsiao (tenor), Lucrecia Jancsa (arpa) y Claudio Santoro (piano y órgano). La

supervisión idiomática estuvo a cargo de Igor Herzog.

El programa estuvo compuesto por las siguientes obras:

- V Přirodé (En la Naturaleza) para coro a cappella, Op.63- Antonin DVOŘAK

1. Napadly pisnĕ v duśi mou (Cayeron canciones)

2. Večerni les rozvázal zvonsky (El bosque vespertino desató a las

campanillas)

3. Žitné pole (Campo de centeno)

4. Vybĕhla břiza bĕličká (Salió el abedul blanquecino)

5. Dnes do skoku a do pisničky (Hoy, a cantar y a bailar)

- Seis cantos moravos para coro y piano- Antonin DVOŘAK (arreglo de Leoś

JANÁČEK)

1. Dyby byla kosa nabrośena (Si mi guadaña estuviera afilada)

2. Slavikovský polečko malý (Pequeño campo de los Slavik)

3. Holub na javoře (La paloma sobre el arce)

4. V dobrým sme se seśli (En las buenas nos juntamos)

5. Śipek (Rosa mosqueta)

6. Zelenaj se, zelenaj (Reverdece, reverdece)

- Dos coros a capella- Leoś JANÁČEK

1. Kačena divoká (Una pata salvaje)

2. Naśe piseň (Nuestra canción)

- Otčenaś (Padre Nuestro) para tenor solista, coro arpa y órgano- Leoś

JANÁČEK


Era la primera vez que el Polifónico abarcó un programa cantado íntegramente en

este idioma y que esta cronista pudo apreciar la labor de Ricardo González Dorrego

como director. Una siempre lo apreció como tenor de cámara experto en el repertorio

religioso y sorprendió muy gratamente dirigiendo a sus compañeros de coro mediante

una marcación precisa de las entradas en todas las obras comprendidas en el programa.

El ciclo de canciones V Přirodé (En la Naturaleza), op.63 fue compuesto en 1882 para

coro a cappella y consta de 5 melodías folklóricas basadas en los recursos naturales

típicos de dicho país, cantada en canon a 4 voces. Tras los aplausos, mientras Claudio

Santoro se acomodaba tomando su lugar en el piano, González Dorrego se dirigió al

público para agradecer su presencia y brindar explicaciones sobre las obras con una

breve reseña sobre el nacionalismo popular checo, del cual Smetana, Dvořak y Janáček

fueron sus principales representantes. Se incluyó y se rescató la obra coral de estos dos

últimos compositores -muy poco difundida en el medio local- en su idioma original. La

supervisión idiomática a cargo de Igor Herzog fue muy buena, al igual que el

desempeño del coro en los Seis cantos moravos para coro y piano -arreglo de Janáček

sobre los Dúos moravos, Op.20 de Dvořak, compuestos en 1875-. Se trata de un ciclo de

6 melodías folclóricas de dicha región, que hoy forma parte de la República Checa y

que poseen un carácter alegre y jovial, haciendo alusión a la naturaleza (precisamente,

Janáček era oriundo de Moravia) mediante una bellísima línea melódica. El

acompañamiento de Santoro fue de gran calidad y valió un nuevo aplauso a todos los

intérpretes.

Seguidamente, se interpretaron los Dos Coros a cappella de Leoś Janáček, integrado

por dos melodías: Una pata salvaje (1885) y Nuestra canción (1890). Ambas son muy

bellas en cuanto a su lirismo y profundidad sonora, pero la última es de carácter

netamente patriótico. En aquella época, el territorio checo formaba parte del Imperio

Austro Húngaro y se imponían tanto la lengua como las costumbres centroeuropeas. Por

lo tanto, el estudio de la fonética del idioma checo y del folklore local influyeron en que

este compositor lograra un estilo propio y se convirtiera en representante del

nacionalismo musical. El coro estuvo muy bien preparado y recibió numerosos aplausos

tras su interpretación.

Por último, Lucrecia Jancsa, Maico Hsiao y Claudio Santoro tomaron sus puestos

sobre el escenario para cerrar el concierto con la cantata Otčenaś (Padre Nuestro),

compuesta originalmente en 1901 para piano, armonio, tenor solista y coro como

música incidental para un tableaux vivant (grupo de actores) en moravo. Pese a que es

una melodía ricamente elaborada y de una belleza singular, no fue bien recibida al

principio. Posteriormente, Janáček reemplazó al piano por órgano y al armonio por el

arpa en 1906 y es la versión que se representa en la actualidad. Posee 5 secciones:

Andante (Padre Nuestro) en La bemol mayor/ Moderato (Hágase tu voluntad) en Re

bemol menor/ Andante con moto (El pan nuestro de cada día) en Mi bemol mayor/

Adagio (Perdona nuestras ofensas- deudas) en La bemol mayor/ Enérgico moderato (Y

no nos dejes caer en la tentación), Mi bemol menor. Su duración aproximada es de 15

minutos. La apertura del Andante inicial a cargo del arpa y el órgano da paso a un canon

por parte de los barítonos, bajos y mezzosopranos, seguido por los tenores y las

sopranos hasta que el coro canta al unísono. En el moderato, el tenor se luce con una

bellísima aria luego del glissando del arpa -muy buena labor de Maico Hsiao, Lucrecia

Jancsa y Claudio Santoro-. El coro se lució en el andante con moto y en el Adagio,


mientras que el tenor interviene en el movimiento final hasta la entrada del coro a 4

voces en el Amén que cierra la obra. La versión fue magnífica y de gran calidad, motivo

por el cual y, tras los numerosos aplausos y vítores, Ricardo González Dorrego ofreció

otra pieza como bis: Coro Festivo, de Janáček, que también sonó magistralmente.

Es una pena que este repertorio no se ofrezca más a menudo, ya que posee obras

hermosas y sumamente interesantes. De hecho, hace prácticamente más de 40 años que

la Misa Glagolítica de Janáček no se representa en el Colón. Gracias a la supervisión

idiomática y a este primer paso, se pudo apreciar por primera vez en la historia del Coro

Polifónico Nacional un repertorio realizado íntegramente en su lengua original, donde

tanto el alma como el nacionalismo musical checo dijeron presente.

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