Excepcional desempeño del Coro Polifónico Nacional en el Palacio Sarmiento
EL ALMA Y EL NACIONALISMO MUSICAL CHECO DIJERON
PRESENTE
Martha CORA ELISEHT
Una de las mejores cualidades que posee el Coro Polifónico Nacional es su
enorme versatilidad para abarcar todo tipo de repertorio y en diferentes idiomas. Con
motivo de cumplirse el bicentenario del nacimiento de Bedřich Smetana (1824-1884),
el 120° aniversario del fallecimiento de Antonin Dvořak (1841-1904) y el
sesquicentenario del nacimiento de Leoś Janaček (1854-1928), la mencionada
agrupación decidió homenajear a estos grandes compositores con un concierto temático
denominado “LA MÚSICA DEL ALMA CHECA” que tuvo lugar el pasado viernes 15
del corriente en el Auditorio Nacional del Palacio Domingo Faustino Sarmiento bajo la
dirección de Ricardo González Dorrego y la participación de los siguientes artistas:
Maico Hsiao (tenor), Lucrecia Jancsa (arpa) y Claudio Santoro (piano y órgano). La
supervisión idiomática estuvo a cargo de Igor Herzog.
El programa estuvo compuesto por las siguientes obras:
- V Přirodé (En la Naturaleza) para coro a cappella, Op.63- Antonin DVOŘAK
1. Napadly pisnĕ v duśi mou (Cayeron canciones)
2. Večerni les rozvázal zvonsky (El bosque vespertino desató a las
campanillas)
3. Žitné pole (Campo de centeno)
4. Vybĕhla břiza bĕličká (Salió el abedul blanquecino)
5. Dnes do skoku a do pisničky (Hoy, a cantar y a bailar)
- Seis cantos moravos para coro y piano- Antonin DVOŘAK (arreglo de Leoś
JANÁČEK)
1. Dyby byla kosa nabrośena (Si mi guadaña estuviera afilada)
2. Slavikovský polečko malý (Pequeño campo de los Slavik)
3. Holub na javoře (La paloma sobre el arce)
4. V dobrým sme se seśli (En las buenas nos juntamos)
5. Śipek (Rosa mosqueta)
6. Zelenaj se, zelenaj (Reverdece, reverdece)
- Dos coros a capella- Leoś JANÁČEK
1. Kačena divoká (Una pata salvaje)
2. Naśe piseň (Nuestra canción)
- Otčenaś (Padre Nuestro) para tenor solista, coro arpa y órgano- Leoś
JANÁČEK
Era la primera vez que el Polifónico abarcó un programa cantado íntegramente en
este idioma y que esta cronista pudo apreciar la labor de Ricardo González Dorrego
como director. Una siempre lo apreció como tenor de cámara experto en el repertorio
religioso y sorprendió muy gratamente dirigiendo a sus compañeros de coro mediante
una marcación precisa de las entradas en todas las obras comprendidas en el programa.
El ciclo de canciones V Přirodé (En la Naturaleza), op.63 fue compuesto en 1882 para
coro a cappella y consta de 5 melodías folklóricas basadas en los recursos naturales
típicos de dicho país, cantada en canon a 4 voces. Tras los aplausos, mientras Claudio
Santoro se acomodaba tomando su lugar en el piano, González Dorrego se dirigió al
público para agradecer su presencia y brindar explicaciones sobre las obras con una
breve reseña sobre el nacionalismo popular checo, del cual Smetana, Dvořak y Janáček
fueron sus principales representantes. Se incluyó y se rescató la obra coral de estos dos
últimos compositores -muy poco difundida en el medio local- en su idioma original. La
supervisión idiomática a cargo de Igor Herzog fue muy buena, al igual que el
desempeño del coro en los Seis cantos moravos para coro y piano -arreglo de Janáček
sobre los Dúos moravos, Op.20 de Dvořak, compuestos en 1875-. Se trata de un ciclo de
6 melodías folclóricas de dicha región, que hoy forma parte de la República Checa y
que poseen un carácter alegre y jovial, haciendo alusión a la naturaleza (precisamente,
Janáček era oriundo de Moravia) mediante una bellísima línea melódica. El
acompañamiento de Santoro fue de gran calidad y valió un nuevo aplauso a todos los
intérpretes.
Seguidamente, se interpretaron los Dos Coros a cappella de Leoś Janáček, integrado
por dos melodías: Una pata salvaje (1885) y Nuestra canción (1890). Ambas son muy
bellas en cuanto a su lirismo y profundidad sonora, pero la última es de carácter
netamente patriótico. En aquella época, el territorio checo formaba parte del Imperio
Austro Húngaro y se imponían tanto la lengua como las costumbres centroeuropeas. Por
lo tanto, el estudio de la fonética del idioma checo y del folklore local influyeron en que
este compositor lograra un estilo propio y se convirtiera en representante del
nacionalismo musical. El coro estuvo muy bien preparado y recibió numerosos aplausos
tras su interpretación.
Por último, Lucrecia Jancsa, Maico Hsiao y Claudio Santoro tomaron sus puestos
sobre el escenario para cerrar el concierto con la cantata Otčenaś (Padre Nuestro),
compuesta originalmente en 1901 para piano, armonio, tenor solista y coro como
música incidental para un tableaux vivant (grupo de actores) en moravo. Pese a que es
una melodía ricamente elaborada y de una belleza singular, no fue bien recibida al
principio. Posteriormente, Janáček reemplazó al piano por órgano y al armonio por el
arpa en 1906 y es la versión que se representa en la actualidad. Posee 5 secciones:
Andante (Padre Nuestro) en La bemol mayor/ Moderato (Hágase tu voluntad) en Re
bemol menor/ Andante con moto (El pan nuestro de cada día) en Mi bemol mayor/
Adagio (Perdona nuestras ofensas- deudas) en La bemol mayor/ Enérgico moderato (Y
no nos dejes caer en la tentación), Mi bemol menor. Su duración aproximada es de 15
minutos. La apertura del Andante inicial a cargo del arpa y el órgano da paso a un canon
por parte de los barítonos, bajos y mezzosopranos, seguido por los tenores y las
sopranos hasta que el coro canta al unísono. En el moderato, el tenor se luce con una
bellísima aria luego del glissando del arpa -muy buena labor de Maico Hsiao, Lucrecia
Jancsa y Claudio Santoro-. El coro se lució en el andante con moto y en el Adagio,
mientras que el tenor interviene en el movimiento final hasta la entrada del coro a 4
voces en el Amén que cierra la obra. La versión fue magnífica y de gran calidad, motivo
por el cual y, tras los numerosos aplausos y vítores, Ricardo González Dorrego ofreció
otra pieza como bis: Coro Festivo, de Janáček, que también sonó magistralmente.
Es una pena que este repertorio no se ofrezca más a menudo, ya que posee obras
hermosas y sumamente interesantes. De hecho, hace prácticamente más de 40 años que
la Misa Glagolítica de Janáček no se representa en el Colón. Gracias a la supervisión
idiomática y a este primer paso, se pudo apreciar por primera vez en la historia del Coro
Polifónico Nacional un repertorio realizado íntegramente en su lengua original, donde
tanto el alma como el nacionalismo musical checo dijeron presente.
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