ARLENE SAUNDERS (1935-2020)
Martha CORA ELISEHT
En el día de ayer, la pandemia
mundial de coronavirus COVID-19 se cobró otra víctima: la soprano
estadounidense Arlene Saunders, quien falleció en su país de origen a los 84
años como consecuencia de complicaciones de la enfermedad.
Nacida el 5 de Octubre de 1935 en
Cleveland (Ohío), inició su carrera como soprano lírica spinta y debutó como cantante de opereta en la National Opera
Company en 1958, interpretando el rol de Rosalinde
en “El Murciélago” de Johann
Strauss. Posteriormente, continuó su carrera en la New York City Opera en 1961,
debutando como Georgetta en “Il
Tabarro” de Puccini bajo la dirección de Julius Rudel. Permaneció hasta 1964 en
dicha compañía, donde cantó los siguientes roles: Micaela (Carmen), Mimí (“La
Bohème”), Louise (“Louise” de
Charpentier), Donna Elvira (“Don
Giovanni”) y Hanna Glavari (“La Vuida
Alegre”).
A partir de 1964 comienza una
relación con la Ópera de Hamburgo, donde interpretó numerosos roles (La condesa en “Las Bodas de Fígaro”, que
fue llevada al cine en 1967; Agatha en
“Der Freischütz” de Von Weber y Eva en “Los Maestros Cantores de Nüremberg”, junto
a figurad de la talla de Giorgio Tozzi y el tenor australiano Richard Casilly)
y donde también estrenó “Help, Help the
Globolinks!” de Gian Carlo Menotti en 1968 (que también llevó al cine). Merced
a su prodigiosa voz y magistrales interpretaciones, dicha compañía le otorgó el
título de Kammersängerin en 1967.
A medida que fueron pasando los años,
se transformó en una soprano dramática, con un color de voz que le permitía dar
notas tanto agudas como graves. Unido esto a su gran caudal y potencia, fue
capaz de cantar roles tan diversos como Beatrix
Cenci de Ginastera (1971 y 1973, New York City Opera), Santuzza (“Cavalleria Rusticana”), Ariadna (“Ariadna en Naxos”) y Minnie
(“La Fanciulla del West”), rol con el cual debutó en el Teatro Colón en
1979, junto a Plácido Domingo.
Su debut en el Metropolitan de New
York fue en 1976 como Eva en “Los Maestros
Cantores de Nüremberg”. Ha cantado también en La Scala de Milán, Covent
Garden de Londres, la Ópera de Viena, París y Buenos Aires.
Quien escribe tuvo la dicha de
apreciarla en las tres veces que actuó en el Colón: la primera, en aquella
memorable versión de La Fanciulla del
West (1979), junto a Gian Piero Mastromei y Plácido Domingo; la segunda, al
año siguiente (1980), donde abrió la Temporada Oficial del Colón como Santuzza en Cavallería Rusticana y por último, cuando se retiró de los
escenarios mundiales en 1985, donde eligió el Colón para despedirse como la Mariscala en Der Rosenkavalier.
Su voz quedó registrada en numerosas
grabaciones: Il Re Pastore (Mozart),
junto a Lucía Popp, dirigida por Dennis Vaughan; Der Zahrewistch (Léhar), bajo la dirección de Franz Aliera; A Midsummer Nightdream (Mendelssohn),
bajo la batuta de Peter Maag y una compilación de Momentos de Gloria de la Ópera
del Estado de Hamburgo, donde interpreta obras de Menotti, Alban Berg y
Offenbach, dirigidas por Kurt Manscher y Marek Janowski.
La noticia de su deceso –ocurrido el
pasado sábado 18 del corriente- llegó una hora antes de la transmisión del programa. Por ende, el próximo sábado se le
rendirá al aire el homenaje que merece toda gran artista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario