lunes, 11 de diciembre de 2017

BUENA MUSICA, BUEN REEMPLAZO Y DIGNO CIERRE, (AUNQUE HABRÁN PRESENCIAS QUE PRONTO SE EXTRAÑARAN)

Teatro Colón: Decimoséptimo y último concierto del Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Enrique Arturo Diemecke. Solista: Freddy Kempf (Piano). Programa: Obras de Prokofieff y Dvorak. Jueves 06 de Diciembre de 2017.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Dentro de la maratón de cierres de los distintos ciclos musicales que se ofrecen en Buenos Aires, le llegó a la Filarmónica el día del último concierto de abono del corriente año.  El programa desarrollado giró en torno al segundo concierto para Piano y Orquesta de Serguei Prokofieff, obra que desde hace bastante tiempo faltaba en la programación de las orquestas de aquí y el cierre trajo una nueva versión del Titular de la Sinfonía Nº 9 “Del Nuevo Mundo” de Antonin Dvorak (casi con seguridad me atrevo en afirmar que son mas de tres las anteriores).

  Alrededor de quince días atrás se tuvo conocimiento de que el Pianista Boris Berezovsky (quién estaba programado originalmente como solista de esta obra) había notificado su renuncia a esta presentación por problemas personales. Su reemplazante fue el joven interprete Inglés Freddy Kempf, quien además de presentar un frondoso currículum en cuanto a presentaciones en centros de primer nivel, ha grabado la obra para el sello BIS Records junto a la Filarmónica de Bergen dirigida por Andrew Litton. Obra muy difícil, de momentos de una escritura endiablada con pasajes de  enormes dificultades técnicas y fuertes contrapuntos entre solista y orquesta. Durante el comienzo del primer movimiento se percibió que Kempf domina la obra a la perfección. Empero, tal vez por lo apremiante de la convocatoria, se notó algún pequeño desacople inicial  mas pasajes cercanos al “aporreo” del instrumento. Con el correr de la interpretación estos pequeños inconvenientes se fueron corrigiendo y encontramos entonces a un formidable solista de amplio sonido, excelente técnica y endiablada digitación, que encontró como aliados incondicionales a Diemecke y al conjunto.   La tensión fue creciendo en la sala a medida que avanzaba la obra y la concurrencia se vio literalmente “sacudida” en el abrupto y tensionante final de la página, estallando el público de manera previsible y, aunque no se lo vio a Kempf decidido a conceder un Bis (y la verdad es que no lo necesitaba después de semejante despliegue), a solicitud de Diemecke (y como para bajar la adrenalina), acometió con un Vals de Chopin en edición no original, pero en el que volvió a dar muestras de su calidad interpretativa.

  En cuanto a la “Nuevo Mundo”, llamó mucho la atención algunas imprecisiones en bronces y vientos en pasajes de “destaque”. Una vez mas los “tempi” fueron ágiles, aunque en el “adagio” central, se optó por un necesario (y mas adecuado) pasaje  lento.

  Con los aplausos finales, Diemecke sorprendió al auditorio para señalar que este cierre marcaba también la despedida para dos “históricas” y muy queridas integrantes de la Filarmónica: la Concertino Haydee Seibert (Visiblemente Emocionada) y la Solista de Viola Marcela Magin (ambas con mas de cuarenta años de trayectoria en la Filarmónica). Para Ellas y desde este espacio, un infinito GRACIAS por tantos años de aportes de excelencia.  No duden que se las extrañará.


Donato Decina

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