EN EL FINAL, EL PUBLICO
ELIGIO
Teatro
Colón, temporada 2023: Concierto realizado junto a la Dirección de Música del
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en adhesión al 70º aniversario de la
inauguración del primer Anfiteatro del Parque del Centenario, hoy “Anfiteatro
Eva Perón”. Presentación de la Orquesta Estable del Teatro Colón, Director:
Silvio Viegas. Programa: Obras de Verdi, Tchaickovsky, Gomes y Liszt. 23 de
Febrero de 2023.
NUESTRA OPINION: BUENO.
La suspensión de éste
concierto por razones meteorológicas en su fecha original del pasado Viernes 17,
obró, sin dudas, como disparador para el imponente lleno que presentó el
Anfiteatro “Eva Perón” en esta nueva fecha con una fila de público que tomó la
forma de un perfecto abrazo al perímetro de este espacio y que tras el ingreso cubrió
todos los sectores disponibles, incluida la grada superior que pocas veces se
habilita y hasta las escalinatas en donde el público de muy buena gana aceptó
sentarse. Esta es la prueba cabal de la avidez de este tipo de manifestaciones
en época estival, lo que debe llamar a la reflexión, hablando del 40º
aniversario del retorno de la democracia del que tanto hincapié se hace con
motivo del próximo espectáculo que el Colón ofrecerá en unos días más en el Predio
Ferial de Palermo, en el sentido de que debe pensarse seriamente en retornar a los espectáculos que el Colón ofrecía por
aquellos años de conciertos que efectuaban durante Febrero tanto la Orquesta
Estable como la Filarmónica de Buenos Aires, primero en la sala del Teatro con
entradas pagas a precios accesibles, los que luego se repetían en Parque Lezama
o en la Glorieta de Barrancas de Belgrano, por supuesto con entrada gratuita. Y
hablando de historia, el primitivo anfiteatro del que se cumplen 70 años de su
inauguración, albergó producciones “Coloneras” tanto de ballet como ópera,
conciertos y recitales como el que ofreciera el tenor Tito Schipa en su última
visita a la Argentina. Un incendio del que mucho se habló, acaecido a comienzos
de la década del 60 del pasado siglo, privó al público por casi veinticinco
años de este ámbito formidable. Alrededor de 1985, durante la gestión del
entonces Intendente Municipal Facundo Suarez Lastra con la dupla Mario “Pacho”
O`Donnell/Félix Luna al frente de la Cultura de la Ciudad le devolvió el
escenario, emplazado cerca de la actual y definitiva ubicación, a la que se
arribó alrededor de mediados de la década del 2000, pensado en principio para
el Colón, pero luego traspasado a la órbita de la Dirección General de Música
para albergar a toda clase de manifestaciones culturales. Desde ese entonces,
el Colón presentó producciones tanto operísticas (“El Barbero de Sevilla” por
ejemplo)de Zarzuela (Una inolvidable “Verbena de la Paloma” en dupla con “La
Revoltosa” con Director y voces provenientes del Teatro “La Zarzuela” de
Madrid), como de Ballet (Con Julio Bocca y Raquel Rossetti entre otros), La
Camerata Bariloche o la Filarmónica de Buenos Aires en noches inolvidables y
más aquí en el tiempo los conciertos que prepararon el regreso a la sala luego
de las refacciones del “Master Plan”. Como puede apreciarse el nombre del
Anfiteatro “Eva Perón” va indisolublemente asociado a la presencia allí de
Ntro. Primer Coliseo.
Y es en este concierto en donde la Estable se
presentó de manera muy digna con el Maestro Brasileño Silvio Viegas (Titular de
la Sinfónica Provincial de Santa Fe) a su frente, a pesar de una muy deficiente
amplificación que motivó que los técnicos del “Eva Perón” debieran hacer
reemplazo de algunos micrófonos en las pausas entre obra y obra hasta alcanzar
un aceptable equilibrio sonoro. El Maestro Viegas ofició de muy buen y
agradable comentarista de las obras, ya
que los programas eran ofrecidos únicamente por código QR (habrá que reveer
eso, hay público mayor que no entiende esos vericuetos tecnológicos y hay gente
que por seguridad no lleva encima sus celulares). El programa dio comienzo con una vibrante y
sentida versión de la Obertura (o Sinfonía) de “I Vespri Siciliani” de Giuseppe
Verdi en donde Viegas puso nervio, logrando además contener desbordes. Aquí se
notó mucho la falencia del sonido ya que por ejemplo la fila de violonchelos se
vio perjudicada por una emisión que no logro captar la plenitud de su discurso.
Mejor suerte corrió la “Suite” integrada por
los cinco números fundamentales del
Ballet “La Bella Durmiente del Bosque” de Tchaickovsky. Aquí sí la Estable
respondió con creces a los requerimientos del Maestro Viegas quién logro
exponer la belleza de estos números en todo su esplendor, culminando con una
magnífica versión del célebre Vals.
El primer músico de trascendencia
internacional que Brasil dio al Mundo es Carlos Gomes y de El no podía faltar
la Obertura de su ópera más famosa. “O Guarani” (O “Il Guarany”, tal como se la conoció en su estreno mundial
en Italia). Fama que llega hasta Ntros. dias, contando además con una grabación íntegra
protagonizada por Placido Domingo. La versión de Viegas expuso todo el color y
la belleza sonora de esta bonita página.
El cierre “formal” vino de la mano de una muy
buena versión del poema sinfónico “Los Preludios” de Franz Liszt, guiado por Viegas
hasta en los más imperceptibles detalles y con estupendas respuestas de todos
los sectores de la Orquesta Estable, lo que desató la ovación del público en premio
a la muy buena labor. Ahora bien, en los comentarios previos el Maestro Viegas
anunció al público que si la respuesta de éste al concierto era positiva en
cuanto al nivel de aplausos, habría un “bis” Argentino. Al final preguntó al
público si lo hacían y ante la respuesta afirmativa dijo que lo harían para que
el público acompañe cantando “en la casa de los campeones del mundo” y acometió
con la canción popular “Muchachos” (No olvidar nunca que la letra original de
hace veinte años plagiaba una frase de Enrique Santos Discépolo del tango “Esta
noche me emborracho”) en un al menos polémico arreglo del compositor brasileño
Fred Natalino el que incluyó citas al comienzo del Himno Nacional (el público
se puso de pié pensando que el bis era Ntra. canción patria y quedó
desconcertado hacia donde iba el arreglo) e inclusive a la polémica Marcha del
Mundial 1978, dada en el contexto de la dramática dicotomía que el País vivía
por entonces (recordar que la versión oficial fue grabada utilizando a la hoy
Banda Sinfónica de la Ciudad y a la sección Masculina del Coro Estable del Teatro
Colón), por lo que si bien fue muy aplaudida la versión, ubicarla luego de un
programa de tanta envergadura e inmediatamente después de Liszt resultó de un
verdadero mal gusto.
El público pedía otro “bis”. Tras
intercambiar unas palabras con el Concertino, el Mtro. Viegas anunció que
sometía a votación del público si preferían la repetición de “Muchachos” o del
Vals de “La Bella Durmiente” de Tchaickovsky, y el soberano eligió lo que había
ido a escuchar: abrumadoramente triunfó Tchaickovsky, poniendo las cosas en su lugar:
Quien quiera oír, que oiga.
Donato Decina
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