Beatrice Venezi captada por Juanjo Bruzza para Prensa del Teatro Colón durante el Concierto de homenáje al centenario de la Orquesta y el Coro Estables de la Casa.
Una vez mas Mario Perusso ofreciendo su sapiencia al frente de la Orquesta Estable del Teatro Colón, Fotografía de Juanjo Bruzza para Prensa del Teatro Colón.
DISRUPCION Y
TRADICIONALISMO
Teatro
Colón, temporada 2025. Concierto enmarcado en el centenario de la Orquesta y Coro Estables del Teatro.
Directores Orquestales: Beatrice Venezi/Mario Perusso. Director del Coro: Miguel
Martínez. Solista: Guadalupe Barrientos (Mezzosoprano). Programa: Obras de Prokofieff,
Verdi, Mascagni. Gounod y Puccini. 07 de Diciembre de 2025.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO
Finalizando los festejos por el centenario de los cuerpos
estables del Teatro Colón, tuvo lugar este concierto que unió a la Orquesta y
el Coro Estables de la casa sumado al concurso de una voz que desde su infancia
llegó al escenario de la calle Libertad para desde ahí proyectarse hacia el
mundo: la Mezzosoprano Guadalupe Barrientos.
La gala reunió a dos
batutas que suman novedad y tradición: Beatrice Venezi, recientemente nombrada
Directora Musical del Teatro La Fenice de Venecia (A pesar de fuertes cuestionamientos
de fuerzas de dicho teatro ante su designación) y el Director Emérito de la
Orquesta Estable, el querido maestro Mario Perusso.
La primera parte del
programa, bajo la Dirección de la conductora italiana, estuvo consagrada a un
título poco frecuentado tanto por la Orquesta como por el Coro, la cantata “Alexander
Nevsky” de Serguei Prokofieff. Puede decirse que para estos Organismos en un
festejo de estas características suena disruptivo ya que el común del público
hubiera esperado más fragmentos como los que se ofrecieron en la segunda parte.
Armada como cantata
en 1939, sobre la base de la música que Prokofieff compusiera para el fílm de
Serguei Einsestein, cuenta con siete números basados en escenas de la guerra
entre la Rusia Zarista y los Caballeros de la Orden Livona durante la primera mitad
del siglo 13 con el Príncipe Alexander Nevsky como principal estratega ruso.
Puede decirse que sus textos de insuflado patriotismo, de autoría del escritor
Vladimir Lugovskoi, actuaron como incentivo ante el inminente estallido de la
segunda guerra mundial. Instantes de fuerte carga dramática, con otros de carácter
descriptivo como en la irrupción de la solista (El Campo de los Caídos)
redondean una espectacular visión
musical de Prokofieff. El Coro Estable
tuvo una irreprochable labor bajo las ordenes de Miguel Martínez. Emisión homogénea
y muy bien amalgamada. Guadalupe Barrientos con una muy buena intervención en
el mencionado pasaje del “Campo de los Caídos” y una firme conducción de
Beatrice Venezi, quien se mostró absolutamente consustanciada con la partitura
para redondear una muy buena labor por parte de todos.
El comienzo de la segunda
parte aportó el instante más emotivo del atardecer cuando al aparecer en el
escenario, una gran ovación recibió a Mario Perusso, Director Emérito de la Orquesta
Estable. Para quienes pensaban que el Maestro acometería con los fragmentos
Veristas y/o Puccinianos, Perusso
ofreció una muy buena versión en “tempi” y matices de la Sinfonía
(Obertura) de “La Forza del Destino”, muy bién recibida por el público, seguida
de una muy buena interpretación tanto para el Coro como la Orquesta del “Coro
Festivo” de “Nabucco”, desplegando el querido Maestro toda su sapiencia en la
interpretación Verdiana.
Ya con la Maestra
Venezi nuevamente en el podio se apreció
una muy dinámica versión del “Intermezzo” de Cavalleria Rusticana de Mascagni,
seguida por el “Innegiamo” de la primera parte de la obra con el concurso
nuevamente de Guadalupe Barrientos, quien con voz robusta acometió su
fragmento. Un interesante Coro de la “Kermesse” de Fausto de Gounod con
magnífica participación de la masa coral. Pasando a Puccini se apreció una correcta
versión del “Intermezzo” de Manón Lescaut (¿casualidad?, al momento de escribir
este comentario recibo vía E-Mail la programación 2026 del Colón y “Cavalleria”
y “Manon Lescaut” forman parte de la misma). La parte final encontró a ambas
fuerzas musicales unidas para el comienzo del segundo cuadro del segundo acto de “Aida” de Verdi en
correcta exposición desde “Gloria all Egitto” hasta el final de la “Marcha
Triunfal”, música del Ballet incluida. Aquí Venezi se mostró plenamente cómoda,
con justeza en los tiempos, una orquesta absolutamente amalgamada y un Coro Estable
en su salsa.
No extrañó la euforia
del público y por eso se ofreció un infaltable “caballito de batalla” a la hora
del bis: “Va Pensiero”. Quedaron unidas la Disrupción y la tradición.
Donato Decina