sábado, 18 de marzo de 2017



UN NOTABLE ACIERTO

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires: Director: Leif Segerstam. Solista: Mariano Rey (Clarinete). Programa: Jean Sibelius: “Finlandia”, Op. 26. Johannes Brahms (transcripción de Luciano Berio), Sonata para Clarinete Nº1 en Fa Menor, Op. 120. Leif Segerstam: Sinfonía Nº 302 “Una Conciencia Fundamental y Universalmente Musical” (Estreno Mundial, dedicada al Teatro Colon). Jean Sibelius: Sinfonía Nº 3 en Do mayor, Op. 92. Teatro Colon, 16/03/17.

  Uno de los aciertos mas importantes para la incipiente temporada iniciada, lo constituye la presencia de Leif Segerstam, el famoso Compositor y Director Orquestal Fines, para mostrarse en ambas facetas al frente de la Filarmónica Porteña. Una transcripción para Clarinete y Orquesta que Luciano Berio efectuó en base a una Sonata para Piano y Orquesta de Brahms (con el atractivo de contar con Mariano Rey como solista), dos obras de Jean Sibelius de marcado contraste entre sí y un estreno mundial de la última sinfonía del Director, con dedicatoria a Ntro. Primer Coliseo, conformaron la programación ofrecida.

  Comienzo por comentar la obra central de la primera parte.  Luciano Berio ha sido um muy prolífico compositor del siglo pasado el que desde la segunda mitad de esa centuria hasta su fallecimiento hace unos años atrás  cimentó su fama en base a innovación compositiva, reelaboración de obras de colegas muy famosos (como en el caso del final de “Turandot” de Puccini) y transcripciones para Orquesta u Orquesta con Solista de composiciones originalmente pensadas para forma camarística, como lo es la Sonata para Clarinete y Piano (Con la Opción también para Viola y Piano) que conforma el Op.120 de Johannes Brahms. Mariano Rey tuvo a su cargo el rol solista y lo realizó de manera muy efectiva con magnifica musicalidad, total entrega y riqueza de sonido. Segerstam hizo un acompañamiento muy preciso, con una respuesta estupenda de todos los sectores de la orquesta, pero ocurre que el déficit notorio corre por cuenta de la transcripción de Berio que no alcanza a compensar la profundidad que Brahms obtuvo al componerla para un dúo. El resultado final es apenas una tibia aproximación que no puede compararse con otros trabajos mas logrados como el hecho en “La Retirada Nocturna de Madrid” de Boccherini, en donde ahí si el grupo orquestal reemplaza en mejor forma al original para Guitarra. Tal vez por eso, Rey tuvo mayor lucimiento al abordar como Bis una personalísima y sentida versión de “Oblivion” de Astor Piazzolla que fue recibida entusiastamente por el Público.

  Segerstam sigue creyendo aun en la Sinfonía como modo de expresión. Y eso hace que lleve compuestas 302 sinfonías. Entiendo que suman mas que las de todos los mas grandes compositores de la historia juntos. Sostiene que tomando como base la Séptima Sinfonia de Jean Sibelius, escrita para interpretarse sin interrupciones, se obtiene un trabajo sumamente desarrollado. De ahí arranca la premisa. La idea musical está dada a partir de acordes que parten desde el Piano (que aquí es  un instrumento mas de la Orquesta), el que fue ejecutado por el propio Segerstam  quien abandonó el podio para hacerlo,  y las entradas y ataques fueron manejados en tres oportunidades por el Concertino Lulja,  y por Marcho Mavrov (Cornísta) y Daniel Marcel Crespo (Trompeta) en la última. Es una obra de ideas homogéneas, con momentos de plena tonalidad que es contrapuesta por incisivas intervenciones de algunos sectores como la percusión. Fue muy grata la reacción del público que valoró y aplaudió calurosamente el trabajo, dejando abierta la esperanza para renovar mas el repertorio y ampliar el panorama auditivo al  espectador.

  El plato fuerte fue la inclusión como “puntas” del programa de dos obras de Jean Sibelius. La conocidísima “Finlandia”, objeto de una versión para nada trillada, con tramos de notable lucimiento de las diferentes familias de instrumentos y una profundidad de conceptos magistral y (¡bien!) la poco frecuentada Sinfonía Nº 3, que marcó la separación entre el período “nacionalista”  y las obras de cuño “personalista” del compositor. Segerstam desarrolló un trabajo de orfebre en el que logró transformar a la Filarmónica en un conjunto de sonido “Europeo” con un resultado de excelencia.

  Ojalá podamos contar con el concurso de profesionales de la talla de Segerstam con mas asiduidad. Se logrará incentivar asi al conjunto y llegar a alturas inimaginables.   



Donato Decina

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