UN MUY BUEN PROGRAMA
PARA UN ATARDECER DE VERANO
“Centro
Cultural Kirchner-Auditorio Nacional”: Concierto de Trompeta y órgano a cargo
de Fernando Ciancio y Enrique Rimoldi. Programa de obras de diversos
compositores. 14 de Febrero de 2020.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Se sabe que
la presente temporada ofrece más incertidumbre que sorpresas. No es fácil programar
cuando no se sabe a ciencia cierta con qué recursos se contará, máxime cuando
no hay aún presupuesto definitivo y con lo
que hoy por puede contarse es la prórroga del cálculo anterior de gastos y
recursos, el que no previó para nada la estampida inflacionaria que barrió con
todas las previsiones. Es por eso que en
la reapertura del Centro Cultural Kirchner tras el receso estival, se
desarrollan actividades para todo tipo de público y para el rubro que nos
interesa, la música clásica, se ofrecieron dos actividades en su sala
principal, el Auditorio Nacional, empleando su formidable órgano tubular Klais
Op. 1912, sumadas a un muy interesante ciclo de cámara con tres expresiones del
máximo nivel en la Sala Argentina.
La parte organística le fue encomendada a
Enrique Rimoldi, un reconocido interprete de muy extensa trayectoria en Ntro.
medio, quien fuera uno de los grandes animadores del inolvidable ciclo de
Conciertos de Organo en los Barrios que
con mano maestra desplegó por décadas Adelma Gómez. En su primera presentación
hizo dupla con Jaquelina Livieri en canto (de la que Graciela Morgenstern habló
profusamente en Ntro. programa de Streaming del pasado Sabado) y en esta con un
consagrado trompetista argentino como lo es Fernando Ciancio.
El programa musical ofrecido abarcó un muy
amplio panorama desde el Barroco hasta el Post-Romanticísmo y fue pensado para todo
tipo de público, desde el melómano consecuente hasta el neófito, con una interesante
duración de una hora sin intervalos y en donde pudimos apreciar para el dúo “Bis
du bei mir” de Bach, “Gavota” de William
Joyce, “Voluntary” en Si bemol mayor de John Stanley, una exquisita
transcripción del “Prelude” al “Te Deum” de Marc Antoine Charpentier y del
estupendo “Ave Maria” de Bach/Gounod,
otra estupenda transcripción que fue la de “Lascia ch’io Pianga” de “Rinaldo”
de Häendel, la “Melodía Solemne” de Walford Davies, la “Sonata en Re mayor” de Henry
Purcell (No exenta de aplausos entre movimientos pero que se pueden disculpar
dado el público neófito que había en la sala y la imposibilidad aun de contar
con programas de mano), “Jerusalem” de Parry y la siempre bienvenida “Trompeta
Voluntaria” de Jeremiah Clarke. A lo largo de este extenso programa de
composiciones, más allá de la duración breve de algunas de ellas, los
interpretes se mostraron muy efectivos, con impecable ajuste, la exquisita y
refinada técnica de Fernando Ciancio expuesta fundamentalmente en el “Ave María”,
“Lascia ch’io Pianga”, el “Prelude” y en “Trompeta Voluntaria” y el total
dominio de Rimoldi del instrumento para el que reservó tres momentos solistas
en donde desplegó su solvencia interpretativa, muy bien elegidos ellos por sus
diferentes estilos y las riquezas de matices que contienen. Fueron. “Marcha
Triunfal” de Scotson Clark (Evidentemente inspirada ésta en la del “Sueño de
una Noche de Verano” de Mendelsohn), el sorprendente “Bolero de Concierto”, Op.
166 de Louis Lefebure-Kely y el “Rigaudon”, Op. 56 de Andre Campra, gratas
sorpresas todas ellas para muchos oyentes.
Ante el sostenido aplauso de la concurrencia
que cubrió el 75 % del Auditorio Nacional, los interpretes retribuyeron con una
muy íntima y sentida transcripción de “Alfonsina y el Mar” de Ariel Ramírez y
Félix Luna que puso broche de oro a un programa pensado para todos, ideal para
esta época del año, el que permitió el lucimiento de ambos intérpretes y que con
inteligencia, utilizando un noble instrumento de alto impacto, le permitió al
público un exquisito momento de música clásica.
Donato Decina
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