EL CALOR NO IMPORTA
CUANDO DE BUENA MUSICA SE TRATA
Centro
Cultural Kirchner, Temporada 2021: Actuación del Ensamble conformado por:
Marcelo Balat (Piano), Gustavo Mule-María Javiera Alvarez Gonzalez (Violines),
Carla Regio (Viola) y María Eugenia Castro Tarchini (Violonchelo). Programa:
Obras de Mozart, Schumann y Piazzola. Auditorio Nacional, 24 de Enero de 2021.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Poco importó
la sofocante temperatura mayor a 35 grados, ni que el centro porteño se hallara
virtualmente “vacío” y con escasísima conectividad producto de un Domingo de
Enero que invitaba más a refrescarse en el agua al que pudiere o a quedarse a
la sombra a los más. El público está ávido de la presencialidad y lo demostró
con creces al ocupar casi en su totalidad el aforo habilitado por protocolo en
el Auditorio Nacional del Kirchner en donde integrantes de la Orquesta
Sinfónica Nacional (algunos de ellos de sobrados antecedentes artísticos) abordarían
un muy ambicioso programa de cámara del que salimos todos absolutamente
reconfortados.
Para comenzar la sesión, un Ensamble conformado
por Marcelo Balat en Piano, María Javiera Alvarez Gonzalez en Violín, Carla Regio
en Viola y María Eugenia Castro Tarchini en Violonchelo abordó el Cuarteto Con
Piano que lleva el Orden de Catálogo Kv 478 de Mozart. Composición que consta
de 3 movimientos: Allegro, Andante y Rondó, fue muy pulcramente expuesta por
los integrantes del conjunto, en donde debe resaltarse la labor de Marcelo
Balat como columna vertebral de este Ensamble. El “chispeante” final fue la
correcta síntesis de la labor de estos muy buenos instrumentistas.
El Punto más alto de la tarde lo constituyó
la interpretación del Quinteto con piano Op. 44 de Robert Schumann en donde se
sumó Gustavo Mulé como primer Violín, pasando Alvarez Gonzalez al rol de
segundo. Aquí la complementación entre Mulé y Balat en el Piano fue tal que
contagió a las otras tres instrumentistas en la interpretación, llevando a esta
a un nivel encomiable. Ya desde el difícil “Allegro Brillante” de apertura, los
dos instrumentistas varones con un simple intercambio de miradas asumieron el
discurso sonoro, intensificándose el mismo durante el segundo (“En modo de
Marcia”) en el que una sentida marcha fúnebre
da paso a una sección central en donde Violín y Violonchelo desarrollan un tema
el que es contrapuesto por otro a cargo del piano con acompañamiento de toda la
cuerda restante. Aquí se apreció el muy buen nivel de María Eugenia Castro
Tarchini a tono con el muy buen desempeño de Gustavo Mulé, mientras que en el
otro pasaje, el formidable despliegue de Marcelo Balat encontró la compañía
justa no solo de los dos primeros, sino en la efectiva intervención de Javiera Alvarez
Gonzalez y en el estupendo nivel de Carla Regio, la que una vez más se nos
revela como una Violista de fuste. Un chispeante “Scherzo” muy bien llevado por
todos fue la antesala del extraordinario “Allegro ma non troppo” final en el
que la totalidad de los instrumentistas descolló por igual, haciendo que el público
retribuya con una sostenida y merecida ovación a la versión ofrecida.
El final nos trajo un Piazzolla en el año de
su centenario. Una magnífica y homogénea interpretación de “Primavera Porteña” como
cierre de una tarde magnífica, con una muy buena climatización de sala y en
donde merced a la pandemia cobra realidad el hecho de que hay público para todo
el año, aun con calor sofocante. Más allá de esta terrible circunstancia, ¿no
servirá esto como llamador a que en Enero también habrá que programar cosas de
aquí en adelante en la Capital?.
Donato Decina
No hay comentarios:
Publicar un comentario