CON LA CASACA BIEN
PUESTA
Ciclo de Conciertos
de Verano de la Orquesta Sinfónica Municipal de General Pueyrredón (Mar del
Plata). Concierto de
Apertura, Director: Guillermo Becerra (Titular del Organismo). Programa: Obras
de Grieg y Mendelsohn. Teatro Municipal Colón (Mar del Plata), 11 de Enero de
2025.
NUESTRA OPINIÓN: MUY BUENO
Desde hace 63
temporadas, quien esto escribe concurre a pasar sus vacaciones a la ciudad de
Mar del Plata. Es decir, que he transitado el paso de un lugar de descanso para
la clase alta y media alta al turismo social y a la pujanza de la clase media. También
los vaivenes económicos del último medio siglo desde el Rodrigazo de 1975 hasta
el presente. De ver como las amistades perdurables de cada verano se iban hacia
otros destinos estivales con preeminencia de Brasil y Uruguay para luego decir
que Miami, el Caribe y Europa eran las presas más codiciadas. Hoy, cuando una
vez más la rueda se detiene en un punto tan igual a lo que acabo de narrar, observo con detenimiento que lejos de ofrecer
alternativas superadores a las memorables temporadas que tenían como invitados
a los Calderón, Perusso, Benzecry, Fontenla y titulares como Washington Castro,
Carlos Vieu, Guillermo Scarabino, Susana Frangi o Guillermo Becerra (hoy en su
segunda gestión), a la Secretaría de Cultura Municipal se la recategoriza y
degrada a una dependencia dentro del Ente Municipal de Turísmo (recordar el
paso por nuestro programa, traído pro Ntro. corresponsal allí, Eduardo
Balestena,de Nino Ramella, acaso el hombre que más sabe de gestión cultural en
Mar del Plata, donde tenazmente se opuso a este cambio). Desde mucho antes que
el actual Presidente de la Nación expresara su ya famoso “No hay plata”, comenzaron los éxodos de los organismos
musicales marplatenses ya sea por renuncias o jubilaciones y, salvo por
titularizar cargos vacantes en donde los integrantes actuales de los conjuntos
califican con prioridad, los demás no se cubren, no se materializan los concursos,
los refuerzos por concierto para hacer obras de mayor envergadura se contratan
cuando hay caja y ni hablar de invitar solistas o directores externos, los que
si vienen lo hacen de la mano de contribuciones desinteresadas. En cuanto al organismo
que hoy nos convoca para el análisis de su presentación, se estima en veinte
(20) los cargos a cubrir. Mientras tanto la preocupación reside en que la
juventud viaje hacia allá para disfrutar de la previa, los food trucks y del
ruido como si eso solamente salvara una temporada estival de lo más paupérrima que
este cronista recuerde, solo superada por de la salida de la pandemia. Urge
mayor responsabilidad, devolverle a la ciudad la secretaría de cultura como
corresponde, potenciar circuitos como sus museos con Villa Victoria al frente,
mostrar la capacidad de los artistas marplatenses, a los que muchas veces en
premios como el “Estrella de Mar” se los hace competir en rubros con total
desigualdad de condiciones y potenciar así la gran vidriera del verano ante el
público de todo el país. Dicho sea de paso y en cuanto a la música clásica se
refiere, Mar del Plata le debe al país su festival estival como en los grandes
países del mundo. Pareciera que ni siquiera la presencia reiterada de los
Cuerpos Estables del Teatro Colón de Buenos Aires (Quienes perfectamente pueden
darle cabida a los marplatenses en un evento de esas características), no ha
sido suficiente para darse cuenta de eso.
Como consecuencia de lo que acabo de exponer,
es que hubo que recurrir a un repertorio que garantizara calidad y buenos
resultados artísticos. En la primera parte la Sinfónica Marplatense bajo la dirección
de Guillermo Becerra ofreció un programa para cuerdas integrado por páginas de
Edward Grieg. Aparecieron entonces en los atriles las “Dos Melodías Elegíacas” integradas
por “El Corazón Herido” de neto corte dramático y “La Ultima Primavera”, esta
última de un transcurrir más calmo. Las cuerdas fueron de menor a mayor. Tras
unas pequeñas imperfecciones en el comienzo, la versión fue creciendo durante
la interpretación con un convincente remate en la segunda parte.
Ingresando en un territorio más conocido, se
tuvo oportunidad de escuchar una muy buena versión de la Suite “De Los Tiempos
de Holberg” en la que a lo largo de sus cinco movimientos tuvo, intensidad,
ajuste, dinamismo, entrega total de los instrumentistas y una dirección firma
del maestro Becerra, quien se revelo como un buen conocedor de este repertorio.
Tras un breve intervalo, la Orquesta, ya con
su orgánico actual en el escenario y con la estupenda conducción de Becerra,
ofreció una muy buena versión de la Sinfonía Nº 4, Op. 90 “Italiana” de Félix
Mendelsohn en donde hubo vibración. magnífico empaste, sonido homogéneo,
acertados “Tempi”· y un estupendo enfoque interpretativo por parte del Director
. La respuesta de todo el conjunto fue de una rotunda categoría, pero sería
injusto si no destacara la descollante labor del contrabajista Sebastián Sartal
(único interprete de ese instrumento en el conjunto [leyeron bien]). Su entrega
fue tal que logró que no se notase que faltan al menos cuatro contrabajistas más
para equilibrar ese sector.
La ovación que el público tributó a todos
obró como disparador para que el Maestro Becerra agradeciera al público que
llenó la sala por la presencia y el cariño. Recalcó las virtudes de cada uno de los
integrantes del conjunto, quienes ingresaron por concursos de antecedentes y
recordar que llegaron a cada atril por estudio, esfuerzo y dedicación, no por
arte de magia. Lo demostraron con creces en el escenario, transpirando la
casaca de la Orquesta como nunca y bridándole al público del país, no solo al
marplatense, una gran demostración de talento.
Donato Decina
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