Nadine Sierra, una exquisita interprete que se ganó por derecho propio el cariño del público porteño, descollando en el escenario del Colón bajo la atenta mirada de su habitual acompañante, el pianista Bryan Wargon, captados estupendamente por la lente de Juanjo Bruzza para Prensa del Teatro Colón
Inolvidable cierre del Ciclo Aura
Nadine Sierra ovacionada en el Colón
Miércoles 3 de diciembre de 2025
Escribe: Graciela Morgenstern
Teatro Colón
Nadine Sierra, soprano
Bryan Wargon, piano
Programa:
Charles Gounod: "Je veux vivre", de "Romeo y Julieta"
Giacomo Puccini: “Chi il bel sogno di Doretta”, de “La rondine”
Gaetano Donizetti: “Quel guardo il cavaliere…So anch’io la virtù mágica”, de “Don
Pasquale”
Frédéric Chopin: Preludio en re bemol mayor, op. 28, n.° 15 (Piano solo)
Wolfgang Mozart: “Giunse alfin il momento…Deh, vieni, non tardar”, de “Le nozze di
Figaro”
Giuseppe Verdi: "È strano....sempre libera", de "La traviata"
Heitor Villa-Lobos: "MelodÍa Sentimental", de “Floresta do Amazonas”
Ernani Braga: "Engenho Novo", de “Cinco canções nordestinas do folclore brasileiro”
Giuseppe Verdi: “Caro nome che il mio cor”, de “Rigoletto”
Giacomo Puccini: Intermezzo de “Manon Lescaut” (Piano solo)
“O mio babbino caro”, de “Gianni Schicchi”
Gerónimo Giménez: "Me llaman la primorosa", de "El barbero de Sevilla"
Como broche de oro para el exitoso Ciclo Aura, organizado por Elisa Wagner y Mamá
Húngara, se presentó la soprano Nadine Sierra junto al pianista Bryan Wargon, en un
brillante concierto.
Tras su presentación en 2022 seguido de su actuación en “L’elisir d’amore”, el público
argentino ya conocía su timbre de cálida belleza que corre por la sala, con buen
caudal, su técnica depurada y canto refinado. Pero en estos años, su voz ha ganado
en suntuosidad sin perder la frescura en la zona aguda, lo que sumado a su carisma y
presencia escénica, la ha convertido en una de las sopranos más requeridas del
momento.
Desde el comienzo, con el vals de Julieta, "Je veux vivre", de "Romeo y Julieta", de
Gounod, demostró un perfecto dominio de la coloratura, arrancando cálidos aplausos.
En tanto, presentó una chispeante versión de “So anch’io la virtù mágica” de “Don
Pasquale”. Durante todo el recital, demostró un extraordinario manejo del fiato,
sosteniendo frases extensas en varias oportunidades. De la misma manera, impactó
su canto con matices, bellos"filati" y pianísimos, que desplegó en varios momentos de
la función. La primera parte, compuesta por arias de ópera, se completó con “È
strano....sempre libera", de "La traviata";, vertido con ataques seguros e impecable
legato en el primero y haciendo gala, nuevamente, de su coloratura en el segundo.
Junto a ella, el tenor Diego Bento realizó una corta pero sólida intervención y ambos
recibieron una enorme ovación de la concurrencia.
Ya en la segunda parte, las arias se intercalaron con canciones. La soprano se movió
con mucha comodidad y ofreció una muy buena interpretación de la obra de Heitor
Villa-Lobos, "MelodÍa Sentimental", y la de Ernani Braga, "Engenho Novo", cantadas
con buen gusto y calidez. No faltaron una excelente versión de “Caro nome” y “O mio
babbino caro”, vertida con picardía y buen gusto en el decir. Cerrando el recital, "Me
llaman la primorosa", de la zarzuela "El barbero de Sevilla" de Gerónimo Giménez,
con la gracia que el género requiere.
El pianista Bryan Wargon, completamente consubstanciado con Nadine Sierra, realizó
un excelente trabajo, tanto en su rol solista como de acompañante, colaborando a dar
realce a cada una de las obras. Ambos constituyeron un equipo sólido y
absolutamente integrado.
Los aplausos y bravos no tardaron en hacerse escuchar. En respuesta, los artistas,
emocionados ante la ovación, brindaron, fuera de programa: "Summertime”, de “Porgy
and Bess, de Gershwin, un arreglo muy atractivo para soprano y contrabajo de
“Bésame mucho”, de Consuelo Velázquez, junto al contrabajista Marc André, una
vibrante versión de “Vissi d’arte”, de “Tosca”, de Puccini, “I could have danced all
night”, de “My Fair Lady”, de Lerner & Lowe, “Sì, mi chiamano Mimi", de “La Boheme”,
de Puccini, “O sole mio”, de Capurro- Di Capua y finalmente, “Beautiful Dreamer”, de
Stephen Foster.
Párrafo aparte merece el Ciclo Aura que, organizado por Elisa Wagner y Mariano
Nante al frente de Mamá Húngara, programaron con inteligencia, dos artistas en
franco ascenso: Jonathan Tetelman y Aigul Akhmetshina y dos cantantes ampliamente
consagradas: Elina Garanča y Nadine Sierra, permitiendo de esta manera, que el
público argentino tuviera la oportunidad de acercarse a lo que sucede en escenarios
líricos de primer nivel. Seguramente fue un gran esfuerzo lograrlo pero las ovaciones
también fueron para ellos.
Volviendo al recital que nos ocupa, fue un momento inolvidable.
CALIFICACIÓN: EXCELENTE.
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