lunes, 8 de diciembre de 2025

 


Nadine Sierra, una exquisita interprete que se ganó por derecho propio el cariño del público porteño, descollando en el escenario del Colón bajo la atenta mirada de su habitual acompañante, el pianista Bryan Wargon, captados estupendamente por la lente de Juanjo Bruzza para Prensa del Teatro Colón


Inolvidable cierre del Ciclo Aura


Nadine Sierra ovacionada en el Colón

Miércoles 3 de diciembre de 2025 

Escribe: Graciela Morgenstern

Teatro Colón


 

Nadine Sierra, soprano

Bryan Wargon, piano


Programa:

Charles Gounod: "Je veux vivre", de "Romeo y Julieta"

Giacomo Puccini: “Chi il bel sogno di Doretta”, de “La rondine”

Gaetano Donizetti: “Quel guardo il cavaliere…So anch’io la virtù mágica”, de “Don

Pasquale”

Frédéric Chopin: Preludio en re bemol mayor, op. 28, n.° 15 (Piano solo)

Wolfgang Mozart: “Giunse alfin il momento…Deh, vieni, non tardar”, de “Le nozze di

Figaro”

Giuseppe Verdi: "È strano....sempre libera", de "La traviata"

Heitor Villa-Lobos: "MelodÍa Sentimental", de “Floresta do Amazonas”

Ernani Braga: "Engenho Novo", de “Cinco canções nordestinas do folclore brasileiro”

Giuseppe Verdi: “Caro nome che il mio cor”, de “Rigoletto”

Giacomo Puccini: Intermezzo de “Manon Lescaut” (Piano solo)

“O mio babbino caro”, de “Gianni Schicchi”

Gerónimo Giménez: "Me llaman la primorosa", de "El barbero de Sevilla"


Como broche de oro para el exitoso Ciclo Aura, organizado por Elisa Wagner y Mamá

Húngara, se presentó la soprano Nadine Sierra junto al pianista Bryan Wargon, en un

brillante concierto.


Tras su presentación en 2022 seguido de su actuación en “L’elisir d’amore”, el público

argentino ya conocía su timbre de cálida belleza que corre por la sala, con buen

caudal, su técnica depurada y canto refinado. Pero en estos años, su voz ha ganado

en suntuosidad sin perder la frescura en la zona aguda, lo que sumado a su carisma y

presencia escénica, la ha convertido en una de las sopranos más requeridas del

momento.


Desde el comienzo, con el vals de Julieta, "Je veux vivre", de "Romeo y Julieta", de

Gounod, demostró un perfecto dominio de la coloratura, arrancando cálidos aplausos.

En tanto, presentó una chispeante versión de “So anch’io la virtù mágica” de “Don

Pasquale”. Durante todo el recital, demostró un extraordinario manejo del fiato,

sosteniendo frases extensas en varias oportunidades. De la misma manera, impactó

su canto con matices, bellos"filati" y pianísimos, que desplegó en varios momentos de

la función. La primera parte, compuesta por arias de ópera, se completó con “È

strano....sempre libera", de "La traviata";, vertido con ataques seguros e impecable

legato en el primero y haciendo gala, nuevamente, de su coloratura en el segundo.

Junto a ella, el tenor Diego Bento realizó una corta pero sólida intervención y ambos

recibieron una enorme ovación de la concurrencia.


Ya en la segunda parte, las arias se intercalaron con canciones. La soprano se movió

con mucha comodidad y ofreció una muy buena interpretación de la obra de Heitor

Villa-Lobos, "MelodÍa Sentimental", y la de Ernani Braga, "Engenho Novo", cantadas

con buen gusto y calidez. No faltaron una excelente versión de “Caro nome” y “O mio

babbino caro”, vertida con picardía y buen gusto en el decir. Cerrando el recital, "Me

llaman la primorosa", de la zarzuela "El barbero de Sevilla" de Gerónimo Giménez,

con la gracia que el género requiere.

El pianista Bryan Wargon, completamente consubstanciado con Nadine Sierra, realizó

un excelente trabajo, tanto en su rol solista como de acompañante, colaborando a dar

realce a cada una de las obras. Ambos constituyeron un equipo sólido y

absolutamente integrado.

Los aplausos y bravos no tardaron en hacerse escuchar. En respuesta, los artistas,

emocionados ante la ovación, brindaron, fuera de programa: "Summertime”, de “Porgy

and Bess, de Gershwin, un arreglo muy atractivo para soprano y contrabajo de

“Bésame mucho”, de Consuelo Velázquez, junto al contrabajista Marc André, una

vibrante versión de “Vissi d’arte”, de “Tosca”, de Puccini, “I could have danced all

night”, de “My Fair Lady”, de Lerner & Lowe, “Sì, mi chiamano Mimi", de “La Boheme”,

de Puccini, “O sole mio”, de Capurro- Di Capua y finalmente, “Beautiful Dreamer”, de

Stephen Foster.

Párrafo aparte merece el Ciclo Aura que, organizado por Elisa Wagner y Mariano

Nante al frente de Mamá Húngara, programaron con inteligencia, dos artistas en

franco ascenso: Jonathan Tetelman y Aigul Akhmetshina y dos cantantes ampliamente

consagradas: Elina Garanča y Nadine Sierra, permitiendo de esta manera, que el

público argentino tuviera la oportunidad de acercarse a lo que sucede en escenarios

líricos de primer nivel. Seguramente fue un gran esfuerzo lograrlo pero las ovaciones

también fueron para ellos.


Volviendo al recital que nos ocupa, fue un momento inolvidable.

CALIFICACIÓN: EXCELENTE.

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