jueves, 16 de enero de 2020




LA CALIDAD Y LAS GANAS SE DIERON CITA EN VILLA MITRE

“Archivo y Museo Histórico Municipal Roberto T. Barilli – Villa Mitre” (Ciudad de Mar del Plata): Concierto Lírico de Verano. Presentación de María Belén Rivarola (Soprano) y Miguel Silva Macías (Tenor) acompañados al piano por Jonas Ickert. Participación Especial: Rosario Vasquez (Violín-Guatemala) y Gonzalo Borgognoni (Clarinete-Mar del Plata/Argentina). 09 de Enero de 2020.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Es muy saludable que Ntra. principal plaza turística del verano recupere la tradición de las veladas clásicas, fundamentalmente las de cámara y también aquellas manifestaciones que tienen que ver con el arte lírico. Ya hace 100 años atrás en el lamentablemente desaparecido Bristol Hotel en la zona de la primitiva rambla los hermanos Castro (Juan José, José María y Washington) junto a otros compañeros realizaban conciertos bajo la forma de cuartetos de cuerdas de altísima calidad. Hasta hace veinte años atrás, formaciones camarísticas originadas en los instrumentistas de los organismos musicales estables de la ciudad (Orquesta y Banda Sinfónicas) realizaban presentaciones regulares durante el año, pero fundamentalmente poniendo el foco en la vidriera veraniega ante la posibilidad de mostrarse ante un publico proveniente de diversas latitudes argentinas y del extranjero. Formaciones como el “Quinteto Rego” (Oficialmente “Quinteto Municipal de Piano y Cuerdas”), “Quinteto de Bronces”, “Quinteto de Vientos” y el aporte de la Universidad Nacional Marplatense a través de su Cuarteto de Cuerdas, honraron ese repertorio. En cuanto a la lírica, asociaciones como “Amigos de la Opera” y sus ciclos en el salón de actos de la filial local del Automovil Club Argentino, la “Opera de Mar del Plata “, Don Arturo Vega Godoy y sus “Estampas de Zarzuela” o la “Gala del Mar” que hasta hace un tiempo atrás patrocinó por un largo período un reconocido grupo asegurador permitió el conocimiento de muy buenos valores del medio local que tuvieron la inmensa oportunidad de compartir escenario con importantes figuras de Ntro. país y del extranjero. Conocimos entonces a voces de la talla de Luciano Garay, Edith Villalba, Andrea Nazarre, Antonio Grieco, María José Dulin y Fernando Santiago entre tantos buenos intérpretes. Las sucesivas crisis argentinas hicieron estragos con incalculables consecuencias. La del 2001 se llevó puestos a los conjuntos de cámara municipales , lo que dicho sea de paso sumió al gran Maestro Manuel Rego en un fuerte golpe anímico el que, entre otros factores, aceleró su prematura partida. Los organismos estables que permanecieron vieron hasta el año anterior mermar la cantidad de integrantes sin que en muchos casos se hayan titularizado los concursos celebrados para cubrir las vacantes originadas por jubilaciones, retiros o renuncias. Y en el plano de la lírica, desde hace cinco años que lamentablemente el grupo asegurador dejó de producir la “Gala del Mar”. Sin embargo, hay artistas que buscaron formas de mostrarse y permanecer en plena actividad. A la labor que desde hace décadas desarrollan instrumentistas como el caso del pianista Guillermo Zaragoza, se suman grupos como “Lírica Libre” y sus propuestas en el Museo Castagnino que reseñamos profusamente en esta página. Los conciertos de cámara que en la Villa Mitre realizan el Mtro. Aaron Kemelmajer y la “Camerata Mar del Plata” y, como en este caso, las galas que con producción de María Paula González efectúa el tenor Miguel Silva Macías, ahora en el ámbito recién mencionado como también en otros espacios de la ciudad y en la que se presenta junto a valores locales y del resto de país, todos de reconocida trascendencia.   Para esta ocasión, la figura convocada fue la Soprano María Belén Rivarola y el acompañamiento principal desde el piano estuvo a cargo de Jonas Ickert, también marplatense, quien se reveló como un acompañante de fuste y estupendo pianista.

  El “Archivo y Museo Histórico Municipal Roberto T. Barilli” tiene su sede en la residencia que el Ing. Emilio Mitre poseyó en Mar del Plata. Está situada a una cuadra y media de la otra villa célebre, Victoria,  y es un diseño del Arq. Fernández Haitze. Es una de las tantas muestras de una Argentina opulenta, consecuencia directa de la “Generación del Ochenta”. Sus amplios jardines, la suntuosa residencia principal, las dependencias de los cuidadores y las cocheras tienen detalles de muy buen gusto. En 1979, María Delfina Astengo de Moores, sobrina política del Ing. Mitre y su heredera, legó la residencia a la Municipalidad local, la que la destinó para su actual fin. Lleva ahora el nombre de Roberto T. Barilli, principal historiador de la ciudad, quien a principios de los ochenta era invitado permanente de los programas que Gerardo Sofovich emitía desde Mar del Plata, en los que los Argentinos todos tuvimos la oportunidad de conocer los detalles más impensados y las historias más increíbles.

  A la sala principal de este ámbito entonces arribaron los artistas para abordar un repertorio muy comprometido. María Belén Rivarola inició su participación entonando con potente emisión y sin fisuras el “Lamento de Dido” de “Dido y Eneas” de Hnry Purcell, haciendo gala de expresividad. Se pudo apreciar su capacidad para matizar en “Porgi Amor” de “Las Bodas de Fígaro”, para luego descollar en el “Pace, Pace mio Dio” verdiano con un total entendimiento con el Mtro. Ickert alcanzando una labor formidable que quedó coronada con “Ebben andro lontana” de “La Wally” de Catalani. Por su parte Miguel Silva Macías comenzó su labor mostrando muy buenas condiciones en el repertorio de opereta con un muy buen “Tuyo es mi Corazón” de “El País de las Sonrisas”, abordar con muy buena capacidad  “Ah la Paterna mano” de Macbeth y dar en el punto justo de expresión en su parte para “Dimmi che voi seguirmi” de “La Rondine” de Puccini, en donde fue el joven ansioso que planea el futuro con su amor ignorando que el castillo de naipes se derrumba.  Hubo duetos muy bien logrados en donde Rivarola y Silva Macías alcanzaron un magnifico entendimiento, sumado a la inteligencia de Ickert para acompañar como por ejemplo “Parigi o Cara” de “La Traviata” y “O Soave Fanciulla” de “La Boheme”, ambos muy bien actuados y en el segundo caso con el magnífico final fuera de escena entonado desde una sala contigua. Pero la gran sorpresa de la velada la constituyó la presencia como invitados de la violinista guatemalteca Rosario Vasquez (integrante de la Sinfónica Nacional de su país) y del clarinetista local Gonzalo Borgognoni (solista de su instrumento en la Banda Sinfónica Marplatense), ambos estupendos valores, los que junto a Ickert acompañaron a las voces en el gran dúo de amor de “Romeo y Julieta” de Gounod con el que culminó la primera parte y la escena del vals de Hanna y Danilo de “La Viuda Alegre” de Franz Lehar que cerró el espectáculo .

  Así pues, el balance nos deja un estupendo ámbito para la música, el que realzado por sus vigas de madera proyecta el sonido de estupenda forma. Dos muy buenos instrumentistas invitados. La gran revelación,  el pianista Jonas Ickert, al que debe conocérselo a nivel nacional. El generoso aporte del anfitrión, Miguel Silva Macías, que hace lo suyo con total entrega sin guardarse nada y el gran momento de María Belén Rivarola de la que es inadmisible que el Teatro Colón no repare en ella para cosas importantes. Párrafo aparte para Ud. Lector. Si va por allí de vacaciones, no dude al seguir Ntras. recomendaciones. Hay sorpresas de lugares y espectáculos que pueden dejarlo gratamente subyugado. Este es uno de ellos.

Donato Decina

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