NOCHE DE
REVELACIONES
Teatro
Colón, temporada 2021. 12vo. Concierto a cargo de la Orquesta Filarmónica de
Buenos Aires, Directora: Natalia Larangeira. Solista: Marcela Roggeri (Piano).
Programa: Obras de Dianda, Gubaidulina y Brahms. 19 de Noviembre de 2021.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Este concierto
será recordado por las revelaciones aparecidas durante el transcurso de la
programación a saber:
1º) El
rescate de un trabajo de la Argentina Hilda Dianda de su época inicial de
compositora. “Música para Arcos” data de 1951, está compuesta en tres
movimientos, es atonal, pero siempre en cada tema hay un sonido, un hilo
conductor que marca una premisa a partir de la cual se desarrolla el discurso
de las cuerdas. Ya hay ahí elementos que caracterizan a la creatividad de esta
compositora a la que se la había relegado muy injustamente y de la que
deberíamos escuchar creaciones suyas más cercanas en el tiempo. Incluso hoy si
se decidiera volver a incluir su “Requiem”, seguramente se lo apreciaría de
mejor manera que hace más de 30 años atrás cuando la misma orquesta con el
inolvidable Simón Blech a su frente lo estrenó en esta misma sala.
2º) La
inclusión en estreno argentino de “Introitus”
(Concierto para Piano y Orquesta de Cámara) de Sofía Gubaidulina, acaso una de
las creadoras mas relevantes de los últimos tiempos. Obra en un solo
movimiento, parte de un acorde inicial, el que en diferentes variaciones es interpretado
de modo individual por los solistas de instrumentos de la orquesta y la propia
solista de piano, lleva la sonoridad a
un punto de convergencia en el que luego transcurre una interacción entre la
solista y el conjunto instrumental. El discurso se va tornando potente y muy
enérgico y va apaciguándose hacia el final en que la música queda suspendida en
el aire. La labor de Marcela Roggeri fue superlativa en todo momento. Portadora
de una técnica formidable, sorprende al espectador. Sus manos parecen flotar sobre
el teclado. La energía brota sin necesidad de acentuar los pasajes en demasía.
Supo expresar la idea de Gubaidulina y culminó logrando un trabajo formidable
en donde Natalia Larangeira, la Directora de esta velada logró articular la
extraordinaria labor de Roggeri con la formidable respuesta de los primeros
atriles de la Filarmónica a partir del Concertino Pablo Saraví y la estupenda
amalgama final en los pasajes conjuntos de la obra en donde el pulso era uno
solo. Roggeri culminó su labor ofreciendo una exquisita versión de una
Gnossienne de Eric Satie en donde nuevamente ratificó ante el público sus
magníficas dotes.
3ª) La
inclusión de la poco difundida Serenata Nº 2, Op. 16 de Johannes Brahms para la
infrecuente combinación del sector de cuerdas graves de orquesta (Violas,
Violonchelos y Contrbajos) con los vientos y metales en donde a lo largo de sus
cinco movimientos se transita desde las zonas más oscuras hasta alcanzar la
mayor luminosidad. Aquí la Filarmónica
se explayó como pocas veces a lo largo del ciclo de este año, con destaque de
todos sus sectores, alcanzando momentos de gran vuelo interpretativo.
4º) La revelación
como conductora de la brasileña Natalia Larangeira, elegida por concurso como Asistente
de Dirección del Maestro Diemecke en la Filarmónica. Poseedora de buenos
antecedentes previos a su elección, se paró de modo firme en el podio Guió con
absoluta precisión dominando ampliamente el repertorio contemporáneo. Alcanzó un
pleno ida y vuelta con Marcela Roggeri en la obra de Gubaidulina y le extrajo
todo el jugo a la serenata de Brahms redondeando una muy buena actuación y no
desaprovechando en absoluto su oportunidad de presentarse en la sala mayor del
Colón en un concierto de la temporada regular de la Orquesta.
Por todo esto
es que fue una noche reveladora en todo sentido y con una programación
creativa que es lo que siempre pedimos.
Donato Decina
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