lunes, 22 de marzo de 2021

 

Gran recital de ópera en el Teatro IFT

 

LA VUELTA AL HOGAR

Martha CORA ELISEHT

 

            Parafraseando el poema de Olegario Víctor Andrade, el título de esta nota no hace más que reflejar un anhelo de los cantantes líricos: la vuelta a los escenarios luego de un año de inactividad como consecuencia de la pandemia de COVID 19. En este caso, el pasado sábado 20 del corriente se organizó en el teatro IFT un  recital denominado “ÓPERA MÍA” con la participación de la soprano Daniela Tabernig, la mezzosoprano Alejandra Malvino, el tenor Enrique Folger y el barítono Marcelo Iglesias Reynes, acompañados al piano por Eduviges Piccone.

            Independientemente de agradecer la presencia del público y a la directora de dicho teatro –Adriana Segal-por el apoyo brindado para la realización del espectáculo, Eduviges Piccone presentó a Daniela Tabernig, quien ofreció una espléndida versión de la celebérrima “Casta Diva” (NORMA) de Vincenzo Bellini. La soprano santafesina se encuentra en su plenitud vocal, lo que le permitió sortear las dificultades técnicas que presenta esta emblemática aria del bel canto sin mayores dificultades. Tras los aplausos, Daniela Tabernig presentó al barítono Iglesias Reynes, quien brindó una muy buena versión de “Il balen del suo sonriso” (IL TROVATORE) de Verdi. Éste, a su vez, presentó a Enrique Folger, quien sorprendió al público con un aria de SIMÓN BOCCANEGRA de Verdi: “Cielo, pietoso, rendita”. El tenor se destacó tanto en el recitativo como en el aria en sí y ofreció una interpretación de excelencia merced a la potencia y la musicalidad de su voz y a sus dotes histriónicas. Al terminar su participación, presentó a Alejandra Malvino, quien cantó un fragmento de LA FAVORITA de Donizetti: “Oh, mío Fernando” con su excelencia de siempre. Luego de los aplausos, la mezzosoprano agradeció una vez más el retorno de los artistas en su ámbito natural: los teatros. Y se encargó de presentar nuevamente a Daniela Tabernig, quien interpretó otra aria famosa y difícil: “Ebben… N’andró lontano” de LA WALLY, de Alfredo Catalani. Si se tiene en cuenta que figuraba en el repertorio de grandes artistas de la talla de Delia Rigal, Monserrat Caballé, Renée Flemming y Carol Neblett –quien la cantó en el Colón en 1981-, la soprano estuvo plenamente a la altura y se retiró sumamente aplaudida. Y para terminar con el repertorio italiano, Alejandra Malvino brindó una soberbia versión de “Re del abisso” (UN BALLO IN MASCHERA) de Verdi, donde hizo gala de sus graves en el aria de Ulrica.

            Seguidamente, el recital continuó con dos fragmentos de una ópera poco conocida y raramente representada: DIE TOTEN STADT, de Eric Korngold. Marcelo Iglesias Reynes abrió el juego con “Mein Sehenen, mein Wahnen” (Mi suspiro, mi anhelo), brindando una muy buena versión de este aria merced al caudal y la musicalidad de su voz, con muy buenos matices y color tonal. Enrique Folger y Daniela Tabernig continuaron con el dúo de amor “Ein traurig Lied” (Una canción triste) de la mencionada ópera, logrando una muy buena interpretación. A partir de allí, siguieron una serie de dúos y tríos de ópera. Enrique Folger y Marcelo Iglesias Reynes brindaron una excelente versión de “O, Mimí tu piú non torni” de LA BOHÈME, luciéndose como Rodolfo y Marcello en el celebérrimo dúo del 4° Acto de este clásico pucciniano. Y si hablamos de Puccini, no podía faltar otra de sus óperas más emblemáticas: MADAME BUTTEFLY, de la cual se interpretaron varios fragmentos: “Bimba dagli occhi, vieni….Vogliatemi bene”, exquisitamente interpretada por Daniela Tabernig y Enrique Folger. Ella llegó sin dificultades al sobreagudo final y él dio vida a un soberbio Pinkerton. Seguidamente, Daniela Tabernig y Alejandra Malvino cantaron el dúo del 2° Acto “Scuoto quella fronda di cilegio” y continuaron dando vida a Butterfly y Suzuki (“Riposate….Povera Butterfly”), donde la protagonista canta fuera de escena una canción de cuna para su hijo. Seguidamente, “Chi sia?” marca la entrada de Pinkerton y Sharpless, seguida por el trío “Io so che alle sue pene non ci sono conforti!”… “Non ve l’avevo detto?”, donde los intérpretes brindaron una versión exquisita, muy bien lograda hasta desembocar en el aria de Pinkerton (“Addío, fiorito asil di letizia e d’amor”), donde Enrique Folger se destacó por sus dotes histriónicas y vocales.

            Para finalizar el recital, los cantantes interpretaron fragmentos de CARMEN: la Canción del Toreador (“Votre tost, je peux le rendre”) donde Iglesias Reynes dio vida a Escamillo con una versión correcta. Su voz se apreció mucho más en el dúo “Si tu m’aime, Carmen” junto a Alejandra Malvino. El repertorio francés es la especialidad de la mezzosoprano y lo demostró con creces sobre el escenario no sólo en el mencionado dúo, sino también en el duetto final junto a Enrique Folger (“C’est toi?... Cést moi!”), quien se lució como un doliente y despreciado Don José ante la negativa de la gitana de comenzar una nueva vida junto a él bajo otros cielos. Tras asesinarla –magistral interpretación de Alejandra Malvino dejándose caer sutilmente sobre un sillón- , suplica desesperadamente que lo arresten tras ver morir a su adorada Carmen. Luego de los aplausos sostenidos del público, los cuatro cantantes y la pianista decidieron dar un bis: “Lippen Schweigen” de LA VIUDA ALEGRE de Léhar, donde cada uno cantó un fragmento del dúo entre Hanna Glawari y el Conde Danilo Danilowitz. El público no sólo los aplaudió, sino que además se animó a tararear tan consabida melodía a modo de coro. Eduviges Piccone supo acompañar maravillosamente bien merced a su vasta experiencia como maestra interna y de repertorio.

            Tras un año sin poder trabajar en su ámbito natural, los artistas volvieron a su hogar. El teatro es la casa de todo artista que se precie de tal y por lo tanto, hay que fomentar la vuelta a los escenarios con todas las medidas de precaución y disposiciones sanitarias vigentes para que puedan manifestar lo que mejor saben hacer. Las autoridades del IFT así lo han entendido y han decidido brindar un ciclo de recitales de ópera para que todos los cantantes tengan oportunidad de actuar. Ojalá que muchos imiten su ejemplo.    

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