DIGNO HOMENAJE A BEETHOVEN EN SU ANIVERSARIO
Concierto
final del Ciclo de Música Clásica del año 2025 en el Templo de Jesús
Sacramentado. Presentación de la Orquesta Sinfónica de José C. Paz,
Director Invitado: Gustavo Codina.
Solistas: María Daneri (Soprano), Sandra Pianigiani (Mezzosoprano), Lucas
Arrieta (Tenor), Luciano Straguzzi (Bajo). Coro Amigos de la Lírica (Directora:
María Daneri), Coro Música Sacra de Buenos Aires (Directora: Sandra
Pianigiani), Coral Ensamble (Preparador: Gustavo Codina). Programa: Ludwig Van
Beethoven, Sinfonía Nº 9 en Re menor, Op. 125. “Coral”. 16 de Diciembre de
2025.
NUESTRA OPINION: BUENO.
Como lo expresé en Ntro. programa de streaming
del pasado Sábado 13, la ciudad de Buenos Aires ha adquirido como tradición la realización de
conciertos en ámbitos religiosos, los que cobran importancia en los finales de
cada uno de esos ciclos, ya que aparecen las realizaciones de obras de gran envergadura
para los cierres de los mismos. Uno de los templos que con el correr de los
últimos años incrementó la actividad musical abierta a toda la comunidad, es el
de Jesús Sacramentado sito en Av, Corrientes y Pringles de la C.A.B.A., lugar
en el que entre otras cosas se ofreciera el homenaje póstumo que la recordada
Buenos Aires Lírica efectuó a la malograda
y muy recordada soprano Florencia Fabris con aquel Requiem de Mozart bajo la
dirección de Juan Casabellas. Afortunadamente aquí, las circunstancias son
diametralmente distintas, y es por ello que el público se dio cita en ese
magnífico templo para celebrar la vida, homenajeando a Ludwig Van Beethoven en
ocasión del 255º aniversario de su
natalicio con la interpretación de uno de sus legados más trascendentes: la
Novena Sinfonía en Re menor, Op. 125 “Coral”.
Presentado como “Concierto por la Paz y la
Hermandad” por la Municipalidad de José C. Paz, la que facilitó la intervención
de su Orquesta Sinfónica, con una primera presentación el Domingo 14 en dicha
ciudad con la dirección de Clara Parodi, Titular del conjunto, se llegó a esta
nueva fecha el Martes 16 en donde la Dirección le fue confiada al Maestro
Gustavo Codina, titular del “Ensamble Lírico Orquestal” y su “Coral Ensamble”, además de ser reconocido integrante del Coro
Polifónico Nacional, con lo que estamos diciendo que es un profesional de larga
vinculación con la obra, ya sea como Director de Orquesta o, en el caso vocal,
de haber sido dirigido por extraordinarios Directores de la talla de Zubin Mehta,
Gabriel Chmura, Pedro Ignacio Calderón y tantos otros más. El “Coral Ensamble”
fue justamente una de las agrupaciones que intervinieron, como también, el Coro
“Música Sacra” bajo la Dirección de la Mezzosoprano Sandra Pianigiani, quien también
intervino como solista al igual que la Soprano María Daneri. de larga
trayectoria en el medio, la que también dirigió, en este caso, al coro “Amigos
de la Lírica”. El tenor Lucas Arrieta y
el reconocido bajo Luciano Straguzzi, completaron el cuarteto vocal solista.
Tras unos muy buenos comentarios previos al
concierto a cargo del propio Maestro Codina y con la Sinfónica de José C.Paz
ubicada bajo el hemiciclo del templo, dio comienzo la interpretación en sí. La emisión
del sonido salió bien proyectada, aun cuando en algunos momentos el sector de
bronces sobresalía por sobre el resto. Se escuchó un conjunto sólido y de
sonido homogéneo, llevado con mucha pericia por Codina, quien logró imponer
además un acertadisimo “tempi” a este primer tiempo. La carga dramática que
impera en varios pasajes del movimiento, fue expuesta en forma impecable.
Como suele ocurrir en espacios en los que
parte del público es neófito, hubo aplausos al final del movimiento, lo que
llevó al Maestro Codina a solicitar que por lo menos entre los movimientos
segundo y tercero no hubiesen aplausos, lo que, afortunadamente, fue acatado
por el soberano.
En el segundo movimiento pudo apreciarse una
vez más la buena concepción por parte del director, pero ocurrió que en la
sección central hubo desentendimiento entre los vientos tanto en la exposición
inicial como en la recapitulación, lo que en ambos casos fue subsanado por
Codina haciendo gala de su pericia. Empero, en el balance global las tensiones
de este tiempo, como su balance sonoro y la concepción musical del Director,
pueden considerarse satisfactorios.
Un momento especial, íntimo y de suma
introspección lo constituye el “Adagio molto e cantábile” que Beethoven colocó
como tercero de los cuatro movimientos integrantes de la Obra. La cuerda se
llevó los laureles dada la expresividad alcanzada. Muy bien secundada por los
demás sectores, este fragmento alcanzó uno de los puntos más altos de la noche.
Tras el ingreso de todas las “fuerzas”
canoras. Codina acometió el cuarto movimiento, demostrando sentido del fraseo y
de la intensidad, extrayéndole al conjunto un brillo orquestal que creció desde
la misma introducción, las citas a los movimientos anteriores y finalmente la
entrada del tema de alegría. Luciano Straguzzi entregó por completo todos sus
recursos vocales desde el comienzo de la invocación, fraseando con corrección
el ya citado y conocido tema de alegría. Muy correcta la mezzosoprano Sandra
Pianigiani en sus participaciones. Las vocees más distinguidas de la versión
fueron la Soprano María Daneri, segura, de muy grato timbre y estupendo decir y
un muy sólido Lucas Arrieta en el pasaje solista de bravura, acompañado por las
secciones masculinas de los coros de manera brillante. Justamente los coros
lucieron en modo admirable, amalgamados a la perfección, emitiendo de manera
homogénea y entregando una faena para el mejor recuerdo. Codina logro un gran
trabajo de empaste al que la Orquesta, ya consustanciada con su concepción de
la obra, respondió de muy buena forma.
Hasta no hace mucho tiempo atrás era
impensado que Orquestas del Gran Buenos Aires se animaran a encarar obras de
semejante envergadura. Comenzó a ocurrir. Clara Parodi le planteó el desafío al
conjunto del que es titular y se animó a compartirlo, confiando en un muy buen
colega para la repetición. Logró el concurso de Coros sumamente afiatados y
cuatro solistas de amplia pericia. Es un buen punto de partida del que ojalá
sea comienzo de grandes realizaciones.
Vaya finalmente mis felicitaciones a los
encargados de los Conciertos de Jesús Sacramentado y a su párroco, el Padre
Adolfo Granillo Ocampo, quienes al pan espiritual de la palabra, le suman este
otro, el del arte.
Donato Decina
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