domingo, 20 de diciembre de 2020

 

LA HISTORIA SECRETA DE LA 9ª SINFONÍA DE BEETHOVEN

Martha CORA ELISEHT

 

            Sin lugar a dudas, la 9° Sinfonía en Re menor, Op. 125 (“Coral”) de Ludwig van Beethoven es una de las obras más bellas jamás compuestas, cuya popularidad radica en que es universal. Subraya los valores trascendentales del hombre –libertad, igualdad, fraternidad- dentro del marco de un elemento trascendental: la alegría. Sin ella, la libertad no tendría sentido. Tal es así, que el poeta alemán Friedrich von Schiller (1759-1805) tuvo que cambiar el título de su poema original Ode an der Freiheit (Oda a la Libertad) por el de Ode an der Feeude (Oda a la Alegría), escrita en 1785, publicada en 1786 y cuyo texto sirvió de inspiración a Beethoven para la composición de su última sinfonía.

            ¿Por qué se eligió este texto y no otro?.... Hay que recordar que en las décadas finales del siglo XVIII, el movimiento alemán Sturm und Drag (Tormenta e Impulso) rechaza el racionalismo riguroso y provoca una ruptura con las formas cortesanas, acentuando valores tales como la libertad y los sentimientos, dando origen al romanticismo, del cual Beethoven llegó a ser su máximo exponente: no sólo por la ruptura del esquema cerrado de las formas musicales, sino también porque deja de lado instituciones como el mecenazgo para  vivir como compositor –cosa que Mozart ya había comenzado a hacer en Viena-.En 1793, Beethoven tenía 22 años y cuando leyó el texto de Schiller, quedó tan fascinado con el mismo que decidió musicalizarlo. Sin embargo, no le resultó nada sencillo. No era habitual agregar un coro dentro de una sinfonía en ese entonces y el poema original de Schiller posee nada más ni nada menos que 16 estrofas –cuyo texto se aprecia en hoja aparte con traducción simultánea al castellano-. Por lo tanto, había que adaptarlo musicalmente, además de diferenciarlo del original de Schiller. Beethoven decidió llamarlo  Himno a la Alegría (Ode/ Hymn to Joy, acorde a su texto en inglés) por pedido de la Sociedad Filarmónica de Londres, quien le encargó la composición de la Sinfonía en 1817. La composición comenzó en 1818 y lo más difícil fue la adaptación del texto de Schiller, además de lograr una introducción acorde a la música. Según palabras del biógrafo y amigo del compositor Anton Schindler:

“Cuando comenzó a componer el 4° movimiento, la lucha comenzó como nunca antes. El objetivo era encontrar un modo correcto de introducir la oda de Schiller. Finalmente, un día Beethoven entró en un  cuarto y gritó: “¡Lo tengo! ¡Lo tengo!” Entonces, me mostró un cuadernillo con las palabras: “Déjenos cantar la Oda del inmortal Schiller””. Sin embargo, Beethoven siguió trabajando sobre el poema hasta lograr el “O Freunde! Nicht diese Tönne!” con la cual, el bajo solista introduce al coro.

            La instrumentación consta de cuerdas, maderas (2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes –en La, Si bemol y Do-, 2 fagotes, 1 piccolo (sólo en el 4° movimiento) y 1 contrafagot (sólo en el 4° movimiento)), metales (los dos primeros cornos, en Re y Si bemol y los dos segundos, en Si bemol bsjo, Si bemol y Mi bemol); 2 trompetas (en Re y Si bemol), 3 trombones (alto, tenor y bajo en el 2° y 4° movimientos), percusión (timbales en toda la sinfonía y  platillos, bombo y triángulo en el 4° movimiento) y el consabido cuarteto vocal (soprano, contralto, bajo y tenor) junto al coro en el 4° movimiento. Sobre este último, podría decirse que “es una sinfonía en miniatura dentro de otra sinfonía”, ya que logra una perfecta síntesis vocal e instrumental

            Beethoven estaba ansioso por estrenar su obra tan pronto como fuera posible luego de haberla terminado en Berlín, ya que si bien residía en Viena, el gusto musical de dicha ciudad se inclinaba más por los compositores italianos y particularmente, por Rossini. Ni bien sus amigos supieron de sus intenciones, dieron su apoyo a Beethoven para que pudiera estrenarla en Viena. Su estreno se produjo el 7 de Mayo de 1824 en el Kärntnertortheater de dicha ciudad, junto con partes de la Misa solemnis y la Obertura Die Weihe des Hauses, justo 10 años después del estreno de su Sinfonía. Hacía 10 años que Beethoven no aparecía en público y la sala estaba llena. Compartió escenario con Michael Umlauf y,si bien no podía escuchar, siguió el estreno de su Sinfonía con partitura. Al finalizar la misma, él seguí enfrascado en la partitura sin poder escuchar los aplausos, hasta que uno de los músicos lo tomó del brazo y lo hizo girar para que pudiera apreciar el éxito de su obra. Ahí se reclinó para saludar al público que no sólo aplaudió intensamente, sino que también agitaba pañuelos al aire.

            Desde 1972, la adaptación de Herbert von Karajan sobre la 9° Sinfonía se transformó en el Himno Oficial de la Unión Europea y en 2001, la partitura original de la misma se inscribió en el Registro de la Memoria Mundial de la UNESCO y forma parte de la herencia espiritual de la humanidad junto a otros monumentos y obras de arte sobresalientes.

            A continuación se muestra el extracto que realizó Beethoven sobre el poema original de Schiller. La adaptación figura en bastardilla.

                                Original

                   Traducción ​

O Freunde, nicht diese Töne!

Sondern laßt uns angenehmere anstimmen

und freudenvollere!

Freude! Freude!

¡Oh amigos, dejemos esos tonos!

¡Entonemos cantos más agradables y llenos de alegría!

¡Alegría! Alegría!

Freude, schöner Götterfunken

Tochter aus Elysium,

Wir betreten feuertrunken,

Himmlische, dein Heiligtum.

Deine Zauber binden wieder,

Was die Mode streng geteilt;

Alle Menschen werden Brüder,

Wo dein sanfter Flügel weilt.

¡Alegría, hermoso destello de los dioses,

hija del Elíseo!

Ebrios de entusiasmo entramos,

diosa celestial, en tu santuario.

Tu hechizo une de nuevo

lo que la acerba costumbre había separado;

todos los hombres vuelven a ser hermanos

allí donde tu suave ala se posa.

Wem der große Wurf gelungen,

Eines Freundes Freund zu sein;

Wer ein holdes Weib errungen,

Mische seinen Jubel ein!

Ja, wer auch nur eine Seele

Sein nennt auf dem Erdenrund!

Und wer's nie gekonnt, der stehle

Weinend sich aus diesem Bund!

Aquel a que la suerte ha concedido

una amistad verdadera,

quien haya conquistado a una hermosa mujer,

¡una su júbilo al nuestro!

Aún aquel que pueda llamar suya

siquiera a un alma sobre la tierra.

Más quien ni siquiera esto haya logrado,

¡que se aleje llorando de esta hermandad!

Freude trinken alle Wesen

An den Brüsten der Natur;

Alle Guten, alle Bösen

Folgen ihrer Rosenspur.

Küße gab sie uns und Reben,

Einen Freund, geprüft im Tod;

Wollust ward dem Wurm gegeben,

Und der Cherub steht vor Gott.

Vor Gott!

Todos beben de alegría

en el seno de la Naturaleza.

Los buenos, los malos,

siguen su camino de rosas.

Nos dio besos y vino,

y un amigo fiel hasta la muerte;

lujuria por la vida le fue concedida al gusano

y al querubín la contemplación de Dios.

¡Ante Dios!

Froh, wie seine Sonnen fliegen

Durch des Himmels prächt'gen Plan,

Laufet, Brüder, eure Bahn,

Freudig, wie ein Held zum Siegen.

Gozosos como vuelan sus soles

a través del formidable espacio celeste,

corred así, hermanos, por vuestro camino alegres

como el héroe hacia la victoria.

Seid umschlungen, Millionen!

Diesen Kuß der ganzen Welt!

Brüder, über'm Sternenzelt

Muss ein lieber Vater wohnen.

Ihr stürzt nieder, Millionen?

Ahnest du den Schöpfer, Welt?

Such' ihn über'm Sternenzelt!

Über Sternen muss er wohnen.

¡Abrazaos millones de criaturas!

¡Que un beso una al mundo entero!

Hermanos, sobre la bóveda estrellada

debe habitar un Padre amoroso.

¿Os postráis, millones de criaturas?

¿No presientes, oh mundo, a tu Creador?

Búscalo más arriba de la bóveda celeste

¡Sobre las estrellas ha de habitar!

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