Espléndida presentación de Camilo Santostefano con el Polifónico Nacional en el CCK
EL LLANTO DE LA VIRGEN EN CONMOVEDORA VERSIÓN
Martha CORA ELISEHT
El Stabat Mater es una cantata de carácter religioso que narra el llanto y el dolor
de la Virgen ante la muerte de su hijo en la cruz. Numerosos compositores han escrito
sobre este tema -entre otros, Pergolesi, Vivaldi, Haydn, Schubert, Rossini, Kodály,
Poulenc y Dvořak- y el de este último fue el elegido para ser representado en el
concierto que ofreció el Coro Polifónico Nacional en la Sala Sinfónica del Centro
Cultural Kirchner (CCK) el pasado miércoles 28 del corriente bajo la dirección de
Camilo Santostefano, acompañamiento de Claudio Santoro al piano y participación de
los siguientes solistas: Silvina Petryna (soprano), María Luisa Merino Ronda
(mezzosoprano), Iván Maier (tenor) y Mario De Salvo (bajo).
La versión original de esta cantata es la de 1876 para piano, coro y cuarteto
vocal y lleva el número de Opus 58. Si bien está dedicada a František Hušpauer “como
recuerdo a ese amigo de juventud”, Dvořak la compuso a raíz de la muerte de Josefa, su
segunda hija. Por lo tanto, se trata de una obra íntima, netamente familiar.
Posteriormente, realiza una revisión y compone la versión orquestal en 1877 como
consecuencia de la muerte de dos de sus otros hijos varones y es la primera obra de
carácter religioso del compositor checo. Consta de diez números, de los cuales sólo el
primero y el último están relacionados temáticamente y que se detallan a continuación:
1) Cuarteto y Coro. Andante con moto (Stabat Mater dolorosa)
2) Cuarteto. Andante sostenuto (Quis est homo, qui non fleret)
3) Coro. Andante con moto (Eja, Mater, fons amoris)
4) Bajo solo, Coro. Largo (Fac, ut ardeat cor meum)
5) Coro. Andante con moto, quasi allegretto (Tui nati vulnerati)
6) Tenor solo, Coro. Andante con moto (Fac me vere tecum flere)
7) Coro. Largo (Virgo virginum praeclara)
8) Duo. Larghetto (Fac, ut portem Christi mortem)
9) Alto solo. Andante maestoso (Inflammatus et accensus)
10) Cuarteto, Coro. Andante con moto (Quando corpus morietur)
Previamente a la entrada del coro y pianista acompañante, Camilo Santostefano se
dirigió al público para comentar detalles sobre la obra ante la consabida ausencia de
programas de mano. Asimismo, explicó que la pronunciación del latín era algo más
cerrada (a la alemana) en vez de ser a la usanza italiana, ya que, en aquel entonces,
Nelahóvečes -pueblo natal del compositor- formaba parte del Imperio Austro- húngaro.
Se contó con subtitulado electrónico para la presente ocasión.
El primer número es una larga introducción escrita en forma sonata en Si menor, ya
que Dvořak tuvo en cuenta que, en la música barroca, dicha tonalidad era sinónimo de
sufrimiento pasivo. Este tema es repetido posteriormente por el Coro (Stabat Mater
dolorosa) en canon a 4 voces antes de la introducción del segundo tema a cargo del
cuarteto solista. En la presente versión, hubo un muy buen balance entre el coro y los
solistas, con un perfecto dominio de los agudos entre el tenor y la soprano, al igual que
en los graves y pianissimi a cargo de María Luisa Merino Ronda y Mario De Salvo en el
segundo número (Quis est homo, qui non fleret). Asimismo, el bajo se lució en su aria
junto al coro en el 4° número (Fac, ut ardeat cor meum), mientras que el Coro hizo lo
mismo en el 5° número, donde Dvořak introduce una melodía checa típica. El
acompañamiento a cargo de Claudio Santoro fue magistral, al igual que la impecable
dirección y marcación de Santostefano. Tras su perfeccionamiento en Viena, el director
se desempeña actualmente como titular del Coro del Teatro del Libertador en Córdoba y
lo demostró con creces en esta versión como invitado. También tuvo una destacadísima
actuación Iván Maier junto a las voces masculinas del coro en el 6° número (Fac me
vere tecum flere), al igual que María Luisa Merino Ronda en el penúltimo número
(inflammatus et accensus). El número final se cierra con el tema inicial y desemboca en
un Amén triunfal en fortissimo luego de una coda de notoria complejidad, que fue
abordada en forma brillante por el coro y el cuarteto vocal. El público estalló en una
ovación de aplausos y vítores al finalizar el concierto y el Auditorio Nacional del CCK
se puso de pie ante tan notoria versión.
En lo personal, hacía rato que una no escuchaba una versión tan excelsa de la
mencionada obra desde 1986, hecho que tuvo lugar en el Teatro Colón a cargo del Coro
de la Asociación Wagneriana dirigido por Antonio Russo. Independientemente que el
Stabat Mater de Dvořak sea de la predilección de quien escribe, la versión ofrecida por
el Polifónico Nacional fue sublime, conmovedora e íntima, respetando la concepción
original de la obra. Además de contar con solistas de alta jerarquía y de primer nivel
que, a su vez, son integrantes del coro. Ojalá que este tipo de obras se representen más a
menudo en los programas de conciertos.
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