miércoles, 5 de julio de 2023

 Espléndida presentación de Camilo Santostefano con el Polifónico Nacional en el CCK


EL LLANTO DE LA VIRGEN EN CONMOVEDORA VERSIÓN

Martha CORA ELISEHT


El Stabat Mater es una cantata de carácter religioso que narra el llanto y el dolor

de la Virgen ante la muerte de su hijo en la cruz. Numerosos compositores han escrito

sobre este tema -entre otros, Pergolesi, Vivaldi, Haydn, Schubert, Rossini, Kodály,

Poulenc y Dvořak- y el de este último fue el elegido para ser representado en el

concierto que ofreció el Coro Polifónico Nacional en la Sala Sinfónica del Centro

Cultural Kirchner (CCK) el pasado miércoles 28 del corriente bajo la dirección de

Camilo Santostefano, acompañamiento de Claudio Santoro al piano y participación de

los siguientes solistas: Silvina Petryna (soprano), María Luisa Merino Ronda

(mezzosoprano), Iván Maier (tenor) y Mario De Salvo (bajo).

La versión original de esta cantata es la de 1876 para piano, coro y cuarteto

vocal y lleva el número de Opus 58. Si bien está dedicada a František Hušpauer “como

recuerdo a ese amigo de juventud”, Dvořak la compuso a raíz de la muerte de Josefa, su

segunda hija. Por lo tanto, se trata de una obra íntima, netamente familiar.

Posteriormente, realiza una revisión y compone la versión orquestal en 1877 como

consecuencia de la muerte de dos de sus otros hijos varones y es la primera obra de

carácter religioso del compositor checo. Consta de diez números, de los cuales sólo el

primero y el último están relacionados temáticamente y que se detallan a continuación:

1) Cuarteto y Coro. Andante con moto (Stabat Mater dolorosa)

2) Cuarteto. Andante sostenuto (Quis est homo, qui non fleret)

3) Coro. Andante con moto (Eja, Mater, fons amoris)

4) Bajo solo, Coro. Largo (Fac, ut ardeat cor meum)

5) Coro. Andante con moto, quasi allegretto (Tui nati vulnerati)

6) Tenor solo, Coro. Andante con moto (Fac me vere tecum flere)

7) Coro. Largo (Virgo virginum praeclara)

8) Duo. Larghetto (Fac, ut portem Christi mortem)

9) Alto solo. Andante maestoso (Inflammatus et accensus)

10) Cuarteto, Coro. Andante con moto (Quando corpus morietur)

Previamente a la entrada del coro y pianista acompañante, Camilo Santostefano se

dirigió al público para comentar detalles sobre la obra ante la consabida ausencia de

programas de mano. Asimismo, explicó que la pronunciación del latín era algo más

cerrada (a la alemana) en vez de ser a la usanza italiana, ya que, en aquel entonces,

Nelahóvečes -pueblo natal del compositor- formaba parte del Imperio Austro- húngaro.

Se contó con subtitulado electrónico para la presente ocasión.

El primer número es una larga introducción escrita en forma sonata en Si menor, ya

que Dvořak tuvo en cuenta que, en la música barroca, dicha tonalidad era sinónimo de

sufrimiento pasivo. Este tema es repetido posteriormente por el Coro (Stabat Mater


dolorosa) en canon a 4 voces antes de la introducción del segundo tema a cargo del

cuarteto solista. En la presente versión, hubo un muy buen balance entre el coro y los

solistas, con un perfecto dominio de los agudos entre el tenor y la soprano, al igual que

en los graves y pianissimi a cargo de María Luisa Merino Ronda y Mario De Salvo en el

segundo número (Quis est homo, qui non fleret). Asimismo, el bajo se lució en su aria

junto al coro en el 4° número (Fac, ut ardeat cor meum), mientras que el Coro hizo lo

mismo en el 5° número, donde Dvořak introduce una melodía checa típica. El

acompañamiento a cargo de Claudio Santoro fue magistral, al igual que la impecable

dirección y marcación de Santostefano. Tras su perfeccionamiento en Viena, el director

se desempeña actualmente como titular del Coro del Teatro del Libertador en Córdoba y

lo demostró con creces en esta versión como invitado. También tuvo una destacadísima

actuación Iván Maier junto a las voces masculinas del coro en el 6° número (Fac me

vere tecum flere), al igual que María Luisa Merino Ronda en el penúltimo número

(inflammatus et accensus). El número final se cierra con el tema inicial y desemboca en

un Amén triunfal en fortissimo luego de una coda de notoria complejidad, que fue

abordada en forma brillante por el coro y el cuarteto vocal. El público estalló en una

ovación de aplausos y vítores al finalizar el concierto y el Auditorio Nacional del CCK

se puso de pie ante tan notoria versión.

En lo personal, hacía rato que una no escuchaba una versión tan excelsa de la

mencionada obra desde 1986, hecho que tuvo lugar en el Teatro Colón a cargo del Coro

de la Asociación Wagneriana dirigido por Antonio Russo. Independientemente que el

Stabat Mater de Dvořak sea de la predilección de quien escribe, la versión ofrecida por

el Polifónico Nacional fue sublime, conmovedora e íntima, respetando la concepción

original de la obra. Además de contar con solistas de alta jerarquía y de primer nivel

que, a su vez, son integrantes del coro. Ojalá que este tipo de obras se representen más a

menudo en los programas de conciertos.

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