martes, 9 de mayo de 2017


CON MEDIOS NOBLES Y MUY BUEN GUSTO

Asociación Ensamble Lírico-Orquestal, apertura de la Temporada 2017. Opera: “El Barbero de Sevilla” (Opera Cómica en dos Actos, basada en la historia homónima de Beaumarchais). Música: Gioacchino Rossini. Interpretes: Enrique Gibert Mella (Fígaro), Fermín Prieto (Conde de Almaviva), Lídice Robinson (Rossina), Luciano Miotto (Doctor Bartolo), Felipe Cudina (Don Basilio), Alejandra Herrera (Berta), Alfredo González Reig (Fiorello),  Sección Masculina del Coral Ensamble, Director: Gustavo Codina. Grupo Instrumental del Ensamble Lírico Orquestal. Vestuario: Miguel Alejandro Flores. Escenografía: Nicolás Araniz. Iluminación: Gonzalo Berdes/Luís Boister. Puesta en Escena: Gonzalo Berdes. Dirección Musical: Javier Mas. Palacio “La Argentina”, 07 de Mayo de 2017.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Esta querida Asociación presentó su nueva temporada en el año de su decimoquinto aniversario. En una simpática “Previa” al estreno, Cecilia Layseca y Gustavo Codina anunciaron los planes para este año (los informaremos en el costado derecho de esta página) , para luego dar paso a Javier Mas (Concertador) y Gonzalo Berdes (Regiseur), los que explicaron cómo sería la realización tanto desde lo visual como lo musical. Visto a la distancia, una audacia teniendo en cuenta los pocos minutos que restaban para salir a escena, cuando mas hacen falta en camarines ya sea por detalles para ajustar o consultas sobre pasajes de la obra. Visto el espectáculo, no cabe duda que estaba todo muy bien ajustado y que la coherencia, el buen gusto y el estilo Rossiniano fueron fielmente vertidos en la escena.

  La puesta fue hecha al mejor estilo de las giras que muchos grupos líricos realizaban por el interior del país a comienzos del siglo pasado, cuando se presentaban mayoritariamente en los salones de las sociedades de socorros mutuos (Generalmente la Italiana o la Española) que existen aún en las pequeñas ciudades de Ntro. interior. Adaptación de la partitura (hecha por el propio Director) a un grupo camarístico de 10 instrumentistas, la que resultó a todas luces funcional a la acústica del Palacio “La Argentina”, muy bien el volumen sonoro que en ningún momento conspiró contra los cantantes y, sobre todo, una fidelidad total a Rossini. El conjunto sería chico, pero la entrega fue total y el resultado final ampliamente satisfactorio. La Puesta de Gonzalo Berdes fue muy práctica, ayudada por la funcionalidad de los elementos escénicos aportados por Nicolás Araniz. Otro punto fuerte fue la muy buena iluminación que el Director de Escena realizó en conjunto con Luís Boister, lo que ayudo a que el muy correcto vestuario de época de Miguel Alejandro Flores realzara aún más.

  En lo vocal, la sección masculina del Coral Ensamble tuvo un desempeño sobresaliente. Ajustado, con virtudes actorales para la comedia y siempre prestos para el juego escénico. Enrique Gibert Mella fue un Fígaro de lujo. Presencia, dotes para la comedia, hasta para el “morcilleo”, para lo cual contó con las complicidades fundamentales de Fermín Prieto, con un Conde de Almaviva formidable desde lo actoral y muy sólido en lo vocal y un especialista como Luciano Miotto que “se comió” la escena con un Bartolo de inolvidable factura.
Lidice Robinson cuenta con un medio vocal muy robusto.  Aún así,  se las ingenió para trazar a una sufrida y anhelante Rossina.  Felipe Cudina fue un magnífico Basilio con una “Calumnia”  vertida de manera maravillosa. Y tanto Alejandra Herrera (Berta) Como Alfredo González Reig (Fiorello), aportaron simpatía y corrección en sus breves intervenciones.

  Recomiendo fervientemente, el que concurran a verla. No solo se divertirán con total seguridad, sino que también saldrán plenamente satisfechos y le pondrán el hombro a un magnífico emprendimiento


Donato Decina

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