sábado, 6 de mayo de 2017

FASCINANTE, INOLVIDABLE


“Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco”: Actuación de Francesca Dego (Violín). Concierto realizado con instrumentos pertenecientes a la colección Fernández Blanco, con introducciones previas a cargo de Pablo Saraví (Curador de la Colección). Programa: Eugene Ysaye: Sonata Nº 2 (Con Violín Santo Serafín, Circa 1730). Alfred Schnittke: “A Paganini” (Con Violín Guadagnini del Gesu, Circa 1730-1750). Johann Sebastian Bach: Partita Nº 4 (Con Violín Guarnieri del Gesu, 1750). Palacio Noel 30/04/17.
NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

    Salí decididamente embelezado ante tanta excelencia. No me cabe otro calificativo ante tamaña demostración que Francesca Dego brindó a los privilegiados 150 asistentes que colmamos la sala principal del Palacio Noel. Esta joven y talentosa interprete Italiana arribó menos de un día antes procedente de Lima tras haber interpretado la noche anterior a su viaje el Concierto de Brahms junto al gran maestro Chileno Maximiano Valdés, y cuando se produjo Ntro. ingreso a la sala principal, estaba terminando de familiarizarse con los instrumentos sobre los que iba a desgranar toda la música. Fantásticas en todo sentido fueron también las explicaciones brindadas por Pablo Saraví (Curador de la colección de instrumentos), no solo de cada uno de ellos, sino también de las obras a abordarse y el porqué de  la elección de cada violín para cada una de ellas. Es impensado para muchos el valor patrimonial que estos instrumentos tienen. Para quienes no lo saben, se trata de los violines que estaban en exhibición hasta no hace mucho tiempo en vitrinas ubicadas a los costados del Foyer del Teatro Colón. El Museo Fernández Blanco los envió en comodato allí. Pablo Saraví, concertino de la Filarmónica  e historiador del instrumento se dio cuenta de ello. Para muchos, dado el diseño de los mismos, se trataban de unos “Stradivarius”. La ayuda brindada por el Luthier Argentino Horacio Piñero (actualmente radicado en Estados Unidos), posibilitó la identificación plena de cada uno de ellos, su fecha de fabricación aproximada, unido a la documentación que quedó archivada en los registros de Fernández Blanco, acerca de las fechas aproximadas de adquisición.

  Y es así que en un San Serafín, presuntamente fabricado entre los años 1730 a 1750, Francesca Dego acometió la Sonata para Violín Nº 2 de Eugene Ysaye, con quién Don Isaac Fernández Blanco desarrollara estudios del instrumento. ¿Los habrá hecho con el utilizado para esta obra?.  Sea como fuese, la riqueza y transparencia del sonido que de allí emanaban, la técnica impecable y las cadencias exhibidas con plena seguridad, hicieron de esa interpretación un comienzo de velada inmejorable.

  Una característica que Saraví destacó del Violín Guadagnini del Gesu, con el que Dego interpretaría “A Paganini” del Ruso Alfred Schnittke, es la flexibilidad y la reacción formidable que ese instrumento tiene ante la exigencia del intérprete. Pudimos comprobarlo con creces. La endiablada escritura, los pasajes de bravura y los momentos de exigencia virtuosa, posibilitaron que ese instrumento en manos de Dego sonara decididamente “Celestial”. La “limpieza” de la interpretación y la respuesta del instrumento, hicieron estallar al público en una ovación inolvidable.

  Y el plato fuerte fue la Partita Nº 4 de Bach, vertida en un Guarnieri del Gesu de 1750, en el que la exquisita interprete Italiana se “floreó”, haciendo que el público se rinda ante su creación y que la sala del museo se convirtiera en una verdadera “Caldera Humana”,  para que Dego “bisara” algo que no podía faltar. Paganini y su célebre tema del que muchos otros compositores (con Rachmaninoff a la cabeza), efectuaron innumerables variaciones. Y no hizo falta nada mas. Todo estaba dicho.


Donato Decina

1 comentario:

  1. El concierto fue maravilloso, inolvidable la chacona. He asistido a todos los conciertos con los instrumentos extraordinarios y son una maravilla.

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