LOS GRANDES POR ALGO
LO SON
Teatro Colón,
Temporada 2019. Opera: “Turandot”, Drama Lírico en tres actos con Música de
Giacomo Puccini y liberto de Giuseppe Adami y Renato Simoni en versión
completada por Franco Alfano y Arturo Toscanini. Elenco: María Guleghina
(Turandot), Kristian Benedikt (Principe Calaf), Verónica Cangemi (Liú,
Esclava), James Morris (Rey Timur), Raúl Giménez (Emperador Altoum), Alfonso
Mujica (Minístro Ping), Santiago Martínez (Ministro Pang), Carlos Ullán
(Ministro Pong), Alejandro Meerapfel (Un Mandarín), Laura Polverini-Gabriela
Ceaglio (Dos Doncellas), Fernando Chalabe (Príncipe de Persia), Coro Estable
del Teatro Colón, Director: Miguel Martínez: Coro de Niños del Teatro Colón: Director:
César Bustamante, Orquesta Estable del Teatro Colón. Escenografía y Concepción
Original de Roberto Oswald en Reposición
de Cristian Prego, Vestuario Anibal Lápiz, Iluminación: Rubén Conde. Dirección
Musical: Christian Badea. Reposición de Dirección Escénica: Matías
Cambiasso-Anibal Lápiz. Función del 28 de Junio de 2019.
NUESTRA OPINION: BUENO.
Una vez más el poder
de convocatoria de este título póstumo de Giacomo Puccini quedó puesto de
manifiesto con un lleno casi total de la sala.
La historia de la Princesa despótica y el Príncipe capaz de entregar
todo por amor revivió tanto como la inolvidable puesta de Roberto Oswald. Este trabajo
al que el inolvidable creador Argentino denominó “Puesta de Laca”, volvió a
escena con una correctísima reposición de Escenografía de Cristian Prego, el
magnífico vestuario de Anibal Lápiz, su co-equiper en tantos trabajos y a este
marco original se acopló una magnífica iluminación de Rubén Conde, ajustada en
todo momento, ubicándose en los lugares en que se debe estar. Esta puesta, concebida
para el Luna Park, estrenada en el año 2007 con un suceso verdaderamente
impresionante y llevada a México D.F. merced a la gestión de Roberto Iglesias y
Marcelo Lombardero, vuelve ahora a Ntro. Máximo Coliseo en todo su esplendor.
Tradicional, mostrando toda la riqueza de los usos y costumbres de la China
Imperial, tuvo también una muy buena reposición de movimientos escénicos por
parte de Matías Cambiasso y el propio Aníbal Lápiz, respetando inteligentemente
la forma de trabajar los personajes por parte de los valores más experimentados
que se encontraban en el escenario del Colón.
Vocalmente hablando, tuvimos en María
Guleghina a una protagonista inteligente, que se adueñó de la escena y cautivó
al público con tan solo pronunciar “In Questa reggia…”, Veterana en el oficio,
justamente hizo gala de ello cantando con inteligencia, magnífica técnica y escena como pocas. Expresa
y eso dice mucho. Otro tanto le cabe al Rey Timur de James Morris. Ya muy
veterano, su voz sabe de innumerables batallas vocales y hoy con casi medio
siglo de trayectoria profesional con solo cantar el relato de como subsistió
junto a Liu habla de su inteligencia en el decir. Raúl Giménez como el
Emperador Altoum, padre de Turandot, supo como expresarlo. Altoum es veterano,
es venerado y es altivo, Giménez lo hizo como pocos. En cuanto a los valores
actuales, Kristian Benedikt como Calaf, cantó en muy buena forma, tiene buen
timbre, gran caudal vocal y es muy solvente. Muy eficaz en la escena de los
enigmas, estupendo en el duo previo al final y realizando en muy buena forma el
“Nessun Dorma” Tuvo también muy buena actuación. Verónica Cangemi como Liu, en
esta segunda incursión en el Colón en roles que no son Barrocos o del
Clasicísmo, realizó con corrección a Liú. Un muy buen “Signore Ascolta”, una
muy buena factura en la escena previa al suicidio, pero el final de “Tu che di
gel sei cinta” fue a mi entender sobreactuado en demasía, aun cuando a una gran
parte del público le causo impacto, lo que se notó en los aplausos del final.
El trío de “Mascaras” o ministros de la corte tuvo un desempeño irregular con
un buen Carlos Ullán como Pong, un correcto Santiago Martínez para Pong (aun
cuando para estos personajes le faltaría un “golpecito de horno”) y un
irregular Alfonso Mujica como Ping, el principal Minístro. Poseedor de una
interesante voz y dignos recursos los que podrían estar mejor administrados.
Correctos y en buen estilo para los demás cantantes intervinientes. El Coro de
Niños con César Bustamante al frente tuvo notable desempeño, aportando la
frescura que la partitura requiere . El Coro Estable, una vez más tuvo una muy buena
faena de la mano de Miguel Martínez, aun cuando por momentos emitió muy en “forte”,
pero eso ha sido más por decisiones de la Dirección Musical que por la
preparación en sí.
Y para finalizar, la batuta. Sorprendió y muy
negativamente la concertación de Christian Badea. Impropia a Mi entender de un profesional de
su veteranía. De trazos absolutamente gruesos, tempi sin términos medios que
pasa de los “piano” al “forte” sin solución de continuidad. Carente de matices,
carente de las menores sutilezas, ha sido una proeza por parte de los cantantes
haber podído hacer “Turandot” sín una guía, clara y firme.
El hecho de que profesionales de dilatada
trayectoria junto a buenas figuras de la actualidad, llevados en escena por “gente
de la casa” hayan tenido que llevar por si solos a buen puerto a esta “Turandot”
no hace más que repetir aquello de que “Siempre faltan cinco para el peso”.
Donato Decina
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