Nuevo cuarteto, nuevo espacio...
Por
Jaime Torres Gómez
Como parte de la temporada del Instituto de Música de la Universidad Católica
de Chile (IMUC), se presentó en el Museo de Artes Visuales (MAV), de esa casa
de estudios, un cuarteto de cuerdas (innominado) de profesores y cercanos al
mismo Instituto, inaugurando la 59ª Temporada de Cámara de Música UC.
El aporte del IMUC al medio musical es fundamental, y prueba de ello es
su reconocida temporada -de buena variedad programática-, la que ha sido
distinguida por el Círculo de Críticos de Artes de Chile por su excelencia.
Paralelamente, toda una novedad revestía conocer el espacio
del MAV para conciertos, debutando con esta presentación, y consecuentemente
contando con la emblemática presencia del Rector de la misma UC.
De buenas condiciones para la música de cámara, tanto por la intimidad de la sala
(para unas 100 personas) como su buena proyección de sonido, empero,
sus restricciones están en función de la magnitud del ensemble -a lo más un
sexteto-, amén de limitaciones para instrumentos de bronces y percusión.
Integrado por Tiffany Tieu (1er violín), Gonzalo Beltrán (2 violín), Georgina
Rossi (viola) y Fernanda Guerra (cello), se trata de excelentes músicos
vinculados al IMUC y primeros atriles de las principales orquestas del país. Y
siendo la primera presentación como conjunto, exhibió buen nivel individual y
calibrado sentido de grupo, considerando ciertas (y
naturales) limitaciones de uniformidad sonora, cuya configuración
necesariamente va dándose en el tiempo…
Con un atractivo programa denominado “Cartas de amor: Contrapunto y
Lirismo en los Cuartetos”, contempló obras temáticamente relacionadas
(básicamente las dos últimas), como de diversas épocas y estilos.
Comenzó con “Strum” (2012), de la joven compositora afroamericana Jessie
Montgomery (1981). De importante trayectoria, dispone de una amplia variedad
de obras difundidas por prestigiosas orquestas y ensembles, destacándose
últimamente como compositora en residencia de la famosa Chicago Symphony.
Con acabado manejo de una batería de recursos rítmicos, colorísticos y
texturantes, “Strum” (“rasgueo”) es reflejo de motivos de inspiración vernácula (del
sonido de la guitarra), amén de una eficaz narrativa desde lo nostálgico a lo
jubiloso. Comprometido trabajo del cuarteto universitario en equilibrio sonoro,
transparencias y ajuste grupal.
Seguidamente, después de muchos años de ausencia, una estupenda versión
del Cuarteto N° 2 “Cartas Íntimas”, de Leos Janáček. Estrenado en 1928, a un
año de la muerte del compositor, refleja la apasionada relación epistolar de un
maduro Janacek con Kamila Stösslová, 38 años menor que él, relación que fue
fuente de inspiración en varias de sus últimas obras, como elocuentemente se
plasma en una de sus cartas: “Tú estás en mis composiciones, allí donde se
hallen pureza de emoción, sinceridad, verdad y amor ardiente”…
Y puntualmente en este cuarteto, cada movimiento alude a diversos hitos de esta
relación, no finalmente consumada. De profundo lirismo, su expresividad adquiere
niveles superiores en originalidad, fusionando la directa herencia de la estética
romántica con lo vanguardista del impresionismo de Debussy e incluso algo de la
Escuela Moderna de Viena (más en la línea de Alban Berg). Y gran protagonismo
le asigna a la viola en casi toda la obra, de primordial sostenimiento discursivo.
La versión relató asertivamente los diversos estados anímicos insertos, con
certeros diálogos instrumentales, asimismo buenos balances, seguridad en los
característicos efectos sonoros, más buenas texturas y matices. Y descollante
desempeño de Georgina Rossi en su demandante cometido como violista.
Finalmente, una excelente entrega del poco habitual Cuarteto N° 2 de Alexander
Borodin. Dedicado a su esposa (la cellista Ekaterina Protopopoya) como regalo
por los veinte años de haberla conocido, posee atrapante enjundia melódica y
acabado oficio estructural en todo ámbito. Gran protagonismo del cello desde el
comienzo, y más aún en el entrañable tercer movimiento (Notturno), de amplia
popularidad.
Sólido trabajo de ensamble, calidad de sonido global y debido carácter en cada
movimiento. Notable la entrega de la cellista Fernanda Guerra en el Notturno.
En suma, una sólida presentación de un debutante cuarteto de cuerdas, del cual
se espera buena proyección en el tiempo, asimismo un interesante debut del MAV
como espacio para la música de cámara…
No hay comentarios:
Publicar un comentario