Excepcional concierto por la
Orquesta Académica de Lanús en la Facultad de Derecho
MAGNA
CUM LAUDE POR MÉRITO PROPIO
Martha
CORA ELISEHT
Dentro
del ámbito universitario, cuando alguien aprueba los exámenes con las más altas
calificaciones en forma superlativa, la expresión latina MAGNA CUM LAUDE resume
perfectamente lo anteriormente expresado. Precisamente, el título de esta nota
expresa lo acontecido el sábado 13 del corriente en el ciclo Grandes Conciertos
en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde tuvo lugar
un concierto en el Aula Magna de dicha casa de altos estudios a cargo de la
Orquesta Académica de la Universidad Nacional de Lanús bajo la dirección de
Daniel Bozzani -quien, asimismo, se desempeña como vicerrector de la mencionada
Universidad- y la participación de Javier Mas como solista invitado, en un
programa comprendido por las siguientes obras:
-
Obertura “Edipo a
Colonno”- Antonio SACCHINI (1730-1786)
-
“Die Wanderer” (El
Viajero), para piano y orquesta, Op.15
(orquestación de Franz LISZT)- Franz SCHUBERT (1797-1828)
-
Sinfonía n°2 en Mi
menor, Op.27- Sergei RAHVCMANINOV (1873-1943)
Fundada
en 1998, la Orquesta Académica de la Universidad Nacional de Lanús es uno de
los organismos sinfónicos más importantes del Gran Buenos Aires y ha ganado el
premio Estímulo de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina, entre
otros logros. Está formada en su mayor parte por músicos muy jóvenes, que se
encuentran cursando la Licenciatura en Música en dicha universidad del
conurbano bonaerense. Asimismo, cuenta con instrumentistas de primer nivel y de
excelente calidad entre sus filas, lo cual se pudo apreciar desde la
tradicional afinación de instrumentos, logrando un sonido muy compacto y, por
sobre todas las cosas, muy europeo. Para la presente ocasión, Bozzani formó la
orquesta a la rusa: es decir, ubicó a las violas al lado de los primeros
violines -a la izquierda del escenario- y a los segundos violines, al lado de
los violoncellos -a la derecha del escenario-. Esto permitió aumentar la
calidad del sonido, característica que prevaleció desde los primeros compases
de la obertura de Sacchini. Es un drama lírico en 3 actos compuesto en 1786 y basado
sobre la tragedia homónima de Sófocles (Edipo en Colono). Tras su
estreno en Versailles, la ópera contó con gran éxito incluso tras la muerte del
compositor. De tinte netamente mozartiano, fue ejecutada con una precisión
asombrosa y con excelente calidad de sonido.
Una
ha apreciado infinidad de veces a Javier Mas como director de orquesta y
pianista acompañante, pero ésta ha sido una de las pocas veces donde se lo pudo
apreciar como solista. Tuvo a su cargo nada más ni nada menos que la
transcripción realizada por Franz Liszt sobre la Fantasía del viajero, Op.15
de Schubert, donde sus 4 movimientos (Allegro con fuoco ma non troppo/
Adagio/ Presto/ Allegro) se ejecutan de forma attaca; es decir, sin interrupción.
Su interpretación fue magistral desde todo punto de vista: buen dominio de los tempi,
gran musicalidad, fluidez y énfasis en las cadencias y melodías que
componen la obra para brindar una interpretación sumamente romántica. El
diálogo con la orquesta fue perfecto y tuvieron una destacadísima actuación el concertino
José Ramírez y el primer cellista Pablo De Nucci en sus respectivos
pasajes, de gran belleza cromática.
De
las sinfonías de Rachmaninov, la n°2 en Mi menor, Op.27 es quizás, la
más célebre y la más difundida de este gran representante del romanticismo ruso
tardío. Fue compuesta entre 1906 y 1907 y estrenada en 1908 en San Petersburgo
con su autor al podio, con gran éxito. Es una obra monumental -su duración
completa es de casi 60 minutos-, de difícil ejecución por la gran variedad de tempi,
crescendi y diminuendi que se encuentran en los 4 movimientos que la
integran (Largo- Allegro moderato/ Allegro molto/ Adagio/ Allegro vivace). En
este caso, la versión ofrecida por Bozzani al frente de la Académica fue de una
calidad sonora excepcional: perfecta marcación de tempi, equilibrio
entre las diferentes secciones de instrumentos, un muy buen color y cromatismo
orquestales e hizo “cantar” la orquesta, ofreciendo una versión de excelencia,
con un sonido puro. Si bien hubo una entrada de las cuerdas a destiempo al
inicio del 2° movimiento, el director interrumpió inmediatamente la ejecución y
luego, se entró perfectamente en tiempo y en forma, lo que no le restó mérito.
Quien escribe ha escuchado innumerables versiones de esta bellísima sinfonía
-tanto por orquestas nacionales como extranjeras-, pero hacía rato que no se
había logrado una versión tan perfecta de esta obra por una orquesta argentina.
Hubo que remontarse a la memorable versión de Yuri Simonov al frente de la
Filarmónica en 1981 para tratar de establecer una comparación. El final fue
brillante, lo que se tradujo en aplausos y vítores sostenidos por parte del
público.
El
prestigioso ciclo de conciertos organizado por Juan Carlos Figueiras no sólo
cuenta con un programa e intérpretes de altísimo nivel y jerarquía, sino
también con entrada libre y gratuita, a cambio de un alimento no perecedero que
se dona a instituciones de bien público. Una muy buena labor por parte de las
autoridades de la Facultad de Derecho hacia quienes más lo necesitan y un apoyo
incondicional hacia nuestros artistas.
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